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El estaba empezando a caer, el otoño ya quedaba muy cerca, tanto así que las horas de los días empezaban a recortarse y ahora, a las cinco, las sombras empezaban a ser largas, en lugar de cortas como lo es durante todo el verano más intenso.

Andrew estaba muy nervioso.

No había sido él quien había visto esos mensajes de Moss, fue Marshall. La pelea que tuvieron fue monumental, o bueno, llamarlo pelea es demasiado. Tan solo era Marshall gritando, Marshall golpeando cosas y Andrew asustado, sentado en el sofá, cubriéndose. El narcotraficante cogió al muchacho del brazo, para que dejara de ocultarse y le gritó a la cara que no era más que una puta de mierda, que había tenido la cara de mentirle, y que iba a pagarla.

Él no se merecía esto.

No se merecía vivir ahí, entre lujos.

No se merecía nada.

Y ahora, a la hora citada, ninguno de los dos estaba en el apartamento. Tampoco estaban en el parque. El coche que habían cogido corría, lejos de la ciudad. Con un chico inconsciente y malherido en el asiento trasero y un hombre malhumorado conduciendo.  

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Es un mini extra del capítulo anterior ¡era necesario separarlo!

El final se aproxima... 

Forgiveness  [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora