25. Final

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Han pasado tres meses desde que Marshall fue atrapado. Consiguieron cargarle todas las imputaciones a él, solamente a él. Aún no se han terminado las investigaciones ni los juicios, pero es gracias a la colaboración con varios países más que están obteniendo mil y una prueba en contra de él. Se cubría muy bien, pero amenazar a sus trabajadores cercanos y disponer de información única les estaba facilitando todo mucho.

Killian se hizo cargo de la recuperación de Andrew.

La sobredosis le dejó en mal estado, ha tenido que rehabilitarse, ha tenido un proceso lento y costoso. Jamie se lo pasó a su lado. Al principio no parecía posible. No se lo quería admitir. Estaba muy preocupado por él. Hablaron por horas, se contaron tantos secretos que en cuestión de pocas semanas parecía que se conocieran a fondo. Revivieron la noche en la que el final de la vida de Andrew tal cual era comenzó. La noche en la que se vieron por primera vez. Y cuando el chico estuvo recuperado empezaron a salir.

Ni siquiera Killian era del todo consciente de ello, tan solo se veían a veces, tomaban algo, cenaban juntos. Charlaban por horas. Estaban saliendo, sin que nadie tuviera que ponerle etiqueta a esa relación.

Andrew había preguntado muchísimo por Moss al principio, pero el agente de la DEA no los había puesto en contacto, se negaba a ello, el muchacho había demostrado ser un peligro para el joven, y tan frágil como estaba, no podía permitirlo. Eso, o los celos le empujaban a pensar así.

Y ahora, tres meses después, parecían inseparables.

Habían ido al cine, como otras muchas veces, y después simplemente caminaban, sin tocarse. Su relación no pasaba por darse la mano, besos o cama, era algo muy estrecho, sin llegar aún a lo físico. Mientras caminaban, Andrew le estaba contando que en la última reunión dio el gran paso adelante de ir a hablar de si mismo. Es todo un logro en las reuniones de abstinencia ser capaz de al fin dar la cara. Iba muy contento. Como si fuera el logro del siglo.

Al menos estuvo muy contento hasta que alguien muy bien conocido por él se detuvo a varios metros y, sin darle tiempo a reaccionar, le disparó. Directo al pecho. Sin margen de error.

Killian intentó impedirlo, se lanzó hacía Moss en cuanto levantó el arma, pero fue tarde. La bala impactó, el golpe fue casi mortal. Había gente alrededor y de la nada todo estalló en caos, tras los segundos que parecieron pasar a velocidad mínimo empezaron a oírse gritos, voces, llamadas a emergencia y, sobre todo, gente que intentaba escapar de un tiroteo, aunque no fue nada así.

—¡¿Que mierda acabas de hacer?! — corrió hacía Andrew, le levantó la cabeza, del impacto había caído al suelo. El muchacho estaba muy quieto, la sangre salía a borbotones, intentaba impedir que ocurriera —. ¡Maldita sea! Andrew... Andy...

Moss solamente estaba en pie, los miraba. No sonreía, no lloraba, no hacía nada que reflejara que era consciente de lo que había pasado. La ambulancia llegó sorprendentemente rápido. Kill lo mantenía vivo, o al menos aún le latía el corazón. Estaba taponando la salida de sangre. Ayudó a subir al chico a la camilla y se lo llevaron, él no subió, solamente se lanzó a golpear a Moss. Directo, a la mierda todo. Si Andrew no sobrevivía sería su culpa. Tras todo lo que había pasado, todo lo que había sufrido, no podía entender que acababa de pasar.

—¡Dime porque mierda has hecho eso!

Moss era más alto que él, pero lo había derrumbado con facilidad. Estaba en el suelo. La gente los observaba, la policía estaba en camino, pero no importaba, Kill necesitaba una respuesta.

—Os lo debía. A los dos... a los tres. Os lo debía a todos. ¡Me quitasteis a Nadia! Tu la tuviste entre tus brazos, él la asesinó. Andrew... él... él no merece ser feliz si ella no lo fue ¿porque vosotros podíais rehacer vuestras vidas? Mi hija no tendrá a su madre, y vosotros solo... solo estabais olvidando todo...

Kill no esperó más, lo volvió a golpear, una y otra vez hasta que la policía llegó y los separó, ambos fueron directos a la comisaría. Killian no supo que pasó con Andrew, Moss se dedicó a decir que alguien debería decirle a Marshall lo que había pasado, alguien debería decirle que él mató a su novio. Leo, quien estaba a cargo de Pia, su hija, tuvo que ir a hacerse cargo de él, contratarle un abogado y gritarle hasta la saciedad, nadie querría esa venganza, estaba loco e iba a perder la custodia de su hija, nadie iba a dejar a un asesino con una niña pequeña.

Y Killian, finalmente, pudo llamar. Se puso en contacto con Terrance, no le dejaran ir al hospital, pero lo mandó a él a ir. 

FIN.


///Nota de autor:

Sé que el final es completamente abierto, pero prefería que cada uno le diera el final que más le guste y no tirar al drama o al momento feliz, que existan ambas opciones. Si preferís que lo termine de una manera más concreta no dudéis en dejar vuestra opinión en un comentario. 

De todas formas es posible que suba, al menos, tres capítulos extras, uno para cada personaje, Andrew, Killian y Moss. ¿Os da curiosidad saber más de ellos? Si es así, ¡los haré! 

Gracias por leer hasta aquí, espero que hayáis disfrutado la lectura. Sé que tengo mucho que mejorar, pero esta historia era muy vieja y la estoy releyendo y arreglando un poco para que, a pesar de su simpleza, quede lo mejor posible.


Un saludo!! Karen. /// 


Forgiveness  [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora