Eran las dos de la mañana cuando Albus por fin decidió salir del café y volver a su casa. Decidió no aparecerse y en vez de eso, tomar el transporte público hasta el edificio, ya que supuso que Gwen seguiría despierta y llorando. Albus quería retrasar lo más posible el momento en el que tendría que consolar a su amiga y decirle palabras de aliento. Detestaba tener que hacer eso.
La parada del autobús quedaba a tres cuadras del café, por lo que Albus tuvo que caminar hasta allí. Se regañó mentalmente por no haber llevado un abrigo, ya que había comenzado a refrescar y el frío comenzaba a apoderarse de él. En la calle desierta, lo único que podía oír eran sus propios pasos y el sonido del viento soplando.
Un ruido de bolsas cayendo lo hizo sobresaltar y detenerse. Albus miró hacia todos lados antes de cerciorarse que probablemente sólo había sido el viento y seguir caminando. Por un par de metros, todo se veía normal y el incidente de las bolsas sólo parecía algo aislado y casual, pero cuando Albus comenzó a escuchar pasos detrás suyo, supo que algo no andaba bien. Decidió no detenerse, ya que estaba seguro, había alguien detrás de él.
Los pasos se acercaban cada vez más. Albus aceleraba y los pasos se aceleraban. El pánico comenzó a apoderarse de él y, si Albus odiaba algo de su personalidad era eso, que se asustaba fácilmente. Por eso, cuando su perseguidor estaba casi pisándole los talones, echó a correr a toda velocidad hasta la parada del autobús.
Para su suerte, el transporte estaba llegando justo en el momento en el que Albus llegó. El azabache subió dando tropezones y, cuando por fin se sentó en los asientos traseros, pudo respirar. Odiaba los ataques de pánico, pero sencillamente no podía evitarlos y se odiaba a sí mismo en esos momentos.
Recordó cuando le daban esos ataques en Hogwarts. Había sólo dos personas capaces de calmarlo y esos eran su hermano y su mejor amigo. Y Albus ya no podía contar con ellos, porque los había perdido. A James en ese maldito incendio y a Scorpius… a él lo había perdido mucho antes.
Albus inhaló y exhaló fuertemente repetidas veces y por fin logró calmarse. Mientras el autobús avanzaba, se dio cuenta de algo, estaba demasiado intranquilo como para ir a trabajar. El asunto del perseguidor lo tenía preocupado y cualquiera en el trabajo podía darse cuenta de eso. No tenía ganas de explicarle a sus compañeros lo que había sucedido. Sacó su celular del bolsillo y le envió un rápido mensaje a Jonas diciendo que no podría trabajar al día siguiente, excusándose con que tenía un resfriado muy fuerte.
Al llegar a su casa, se bajó del autobús y entró al edificio. Una vez en su piso, encontró a Gwen sentada en la puerta de su apartamento. La chica se levantó rápidamente cuando lo vio.
—¡Albus! —exclamó. Él la repasó rápidamente de pies a cabeza. Llevaba la misma ropa que horas atrás, el cabello todo desordenado y todo indicaba que había seguido llorando, ya que tenía el maquillaje muy corrido.
—Ahora no, Gwen —la cortó el azabache antes de que pudiera seguir hablando—. No me interesa escuchar tus problemas.
Y sin dejar que la chica dijera una palabra entró a su casa y cerró rápidamente la puerta.
*****
La casa de Cameron era inmensa. Era lo único que pasaba por la mente de Luka cuando arrastraba a Albus hasta la puerta. Albus sólo pensaba en cómo diablos lo había arrastrado el delgado chico hasta allí. Lo último que recordaba era estar encerrado en su casa y a Luka golpeando a su puerta. De alguna manera le agradecía por hacerlo salir de allí, necesitaba despejarse y no había mejor lugar para hacerlo que la casa de Cameron.
Tras tocar timbre, el castaño apareció por la puerta y los recibió sonrientes.
—¿Lograste hacerlo salir? —preguntó Cameron sorprendido—. Vaya, no creí que fueras capaz.
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3. | WRONG ~ Albus Severus
Fanfiction【 ❝You're perfectly wrong for me And that's why it's so hard to leave Yeah, you're perfectly wrong for me❞ 】 Albus sabe que está mal, pero aún así no puede evitarlo. Saga "Weasley Family". Libro III