|18. HOW COULD YOU DO THIS?

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Los días pasaron y Gwen aún seguía en shock por lo sucedido. No tanto por el hecho de haber perdido la memoria y terminado con su novio, sino porque Peter había sido atropellado justo frente a sus ojos. Es decir ¿quién se quedaría tranquilo después de presenciar eso?

El propio Albus tuvo pesadillas durante las dos noches siguientes, pero tener a Luka a su lado cuando despertaba asustado lo reconfortaba. Cada vez que su sueño era interrumpido, el castaño lo calmaba y abrazaba, le acariciaba su cabello hasta que se quedaba dormido. Albus no podía amar más a ese chico, y cada día lo tenía más claro.

La memoria de Gwen no había mejorado mucho en ese tiempo. Sí había recordado algunas cosas, como su nombre falso, pero nada relevante. Albus se había pedido un par de días libres en el trabajo y los pasaba encerrado junto con Gwen en el departamento de ella viendo películas y comiendo helado. El azabache sentía una necesidad de cuidar a la castaña, de alguna manera le hacía recordar a Lily y cómo le había fallado. Con Gwen sentía que podía reparar ese error.

—En serio, Al —le dijo Gwen al sexto día en que Albus apareció con un kilo de helado en su puerta—, estoy bien, no necesitas venir todos los días. Deberías ir a trabajar.

El azabache la ignoró e hizo a un lado para pasar a sentarse en el sofá y tapar sus piernas con una manta de lana que había sobre este, al igual que los días anteriores.

—Eres mi amiga, Gwen —respondió—. Tengo que preocuparme por ti. Te puede dar algún ataque de pánico nuevamente…

—Tuve sólo un ataque de pánico, Albus. No tienes que tratarme como si fuera frágil por eso —reprochó molesta.

—Entonces ¿tampoco tengo que seguir trayendo helado? —preguntó extendiendo el tarro hacia la chica.

Gwen rodó los ojos, pero se acomodó al lado de su amigo y, al igual que él cubrió sus piernas con la manta. Luego de discutir largo rato acerca de la película que iban a ver, decidieron poner Son como niños, aunque Albus comenzó a protestar porque quería ver alguna de Marvel.

—No entiendo cómo les gusta tanto Adam Sandler —dijo a los diez minutos de empezada la película.

Gwen lo miró con una mueca de terror en el rostro.

—Estamos hablando de Adam Sandler, Albusin. No te atrevas a insultar a Adam Sandler —bromeó, aunque al azabache le sonó más como amenaza.

Más tarde, ambos terminaron riendo con la película.

—Tienes razón, Adam Sandler no está tan mal —admitió el chico cuando el timbre sonó y Gwen se levantó a abrir.

—¿Qué haces aquí? —preguntó ni bien abrió la puerta.

Cameron estaba parado con una bolsa de comida rápida en la puerta y sonriendo. Si Gwen estaba sorprendida de verlo allí, Albus lo estaba aún más.

—Quería pasar a saludar —sonrió—. Extraño pasar tiempo con ustedes. ¿Puedo pasar?

Albus esperaba expectante la respuesta de su amiga, quién se había quedado quieta, mirando fijamente a Cameron y sosteniendo el pomo de la puerta con fuerza. Aunque aún no recordaba por qué se había peleado con él, Gwen seguía distanciada de Cameron, principalmente por el beso que habían compartido. Finalmente, Gwen rodó los ojos y se hizo a un lado para que el chico pudiera pasar.

—De todas formas no me acuerdo por qué peleamos —respondió sentándose nuevamente en el sillón junto a Albus.

Albus reprimió el impulso de hacer una mueca y clavó su mirada en la pantalla del televisor. Él sí recordaba la discusión entre sus dos amigos, y Cameron también, pero prefirió ignorar el comentario y sentarse a los pies del sofá.

—Mierda, adoro esta película —admitió el chico.

—¿Ves? —Gwen se dirigió a Albus—. Otra persona que sabe apreciar el talento de Adam. Albus dice que no es tan buen actor.

Cameron miró al azabache con una expresión muy similar a la de Gwen momentos atrás y empezaron una animada discusión acerca de lo buen actor que era Adam Sandler. Claramente, terminaron ganando Gwen y Cameron, pero sólo porque Albus se cansó de discutir y les terminó dando la razón.

Cuando todos estaban riendo descontroladamente, Albus se dio cuenta cuánto había extrañado eso, los tres junto, disfrutando los pequeños momentos…

—Voy a escupir un pulmón —bromeó Gwen cuando pudo parar de reír.

—¿Puedes dejar de ser tan exagerada? —preguntó Cameron.

La expresión de Gwen cambió abruptamente en ese mismo instante y dejó de reír. Al mismo tiempo lo hicieron Albus y Cameron, preocupados por su amiga, ya que había pasado de llorar de risa a una seriedad absoluta.

Albus supo al instante qué había sucedido: la memoria de Gwen había vuelto.

La frase de Cameron hizo saltar los.recuerdos de la castaña, ya que había usado la misma frase la noche que habían discutido. Albus supo inmediatamente que no quería estar allí.

—¿Por qué lo hiciste? —murmuró Gwen a Cameron.

—¿Qué cosa? ¿De qué hablas?

—Cuando discutimos… —Cameron palideció al instante—. Dijiste que me amabas y que te tenía harto —la castaña empezó a hiperventilar y limpiarse las lágrimas que le salían de los ojos—. ¡Me dijiste que me vaya a la mierda!

—Gwendolyne… —el chico se levantó del suelo y trató de calmar a la chica, pero esta lo empujó lejos.

—¿Cómo diablos te atreves a venir a mi casa? Dios, ¡me besaste! —en ese momento, la chica reparó en Albus, quien estaba quieto sin hacer ningún ruido y el pánico se apoderó de ella—. Tú… eres un, un… ¡anormal! ¡Tú me hiciste esto! ¡Mierda! Por tu culpa terminé con Peter…

Gwen comenzó a llorar desconsoladamente y eso sólo hizo sentir aún peor a los dos chicos.

Cuando lograron calmarla y le pidieron perdón miles de veces, Albus le explicó acerca de la magia y le hizo unas pequeñas demostraciones. La chica logró dormirse, pero antes de hacerlo les pidió que se vayan ya que necesitaba un tiempo a solas para procesar toda la información.

Ambos chicos salieron del departamento sin dirigirse ni una sola palabra. Cameron se fue antes de que Albus pudiera despedirse. Ni bien el azabache entró a su casa, observó la pared donde tenía pegadas las fotos. A las fotos de su familia y Scorpius les había sumado una con Cameron y Gwen y otra con Luka.

Se quedó observando esa foto detenidamente. ¿Debía seguir ocultándole lo que era? Si lo hacía, probablemente le pasaría lo que a Gwen, y se enojaría con él. Albus estaba seguro que quería a Luka. Si miraba al futuro, lo único que veía era al chico a su lado.

Y, sabiendo que la persona con la que quería compartir su vida era Luka Dunne, se apareció en la casa del chico para contarle acerca de la magia, Hogwarts y su familia de brujos.

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Hi people! ¿Cómo los trata la vida?

Perdón por el capítulo medio kk, pero lo escribí cinco veces y es lo mejor que pude obtener... Espero que les guste.

Los quiero hermosuras <3

- Josefina

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3. | WRONG ~ Albus SeverusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora