|21. I'M SORRY

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El clima en la casa de Albus estuvo tenso todo el tiempo hasta que Harry y Ginny decidieron ir a buscar algún lugar donde pasar la noche. Luka parecía a punto de llorar mientras hablaba con los padres de Albus y fingía que no pasaba nada. Al azabache le dolía en el alma ver a su novio de esa manera, y más sabiendo que todo era su culpa.

—¿Cuándo diablos pensabas decírmelo —lo enfrentó Luka cuando los Potter se hubieron ido.

Albus evitó mirarlo a los ojos. Se sentía la peor persona del mundo.

—Esperaba no tener que hacerlo —murmuró.

—¿Qué diablos te pasa, Albus? —exclamó el chico sin darle importancia a las lágrimas que escapaban de sus ojos—. ¿Cómo se te puede cruzar por la cabeza hacer algo así? Me hiciste creer que me querías, y ahora aparecen tus padres y me entero que te casas. ¡Tienes una novia!

—Nunca más pienses que estuve jugando contigo, Luka —pidió Albus sujetando la mano del chico.

Los ojos de ambos quedaron a la misma altura. Luka pudo ver en los ojos de su novio arrepentimiento, culpa y una tristeza inexplicable. A pesar de todo lo que se había enterado en las últimas horas, sintió una necesidad terrible de abrazarlo y besarlo, aunque él se estaba rompiendo interiormente cada vez más.

—Entonces explícamelo. Explica por qué lo hiciste —suplicó.

Albus se dejó caer en el sofá y hundió la cara entre las manos mientras que Luka se sentaba en la mesita ratona frente a él y lo miraba fijamente. El azabache suspiró y, dejando las lágrimas a un lado, empezó a contar lo sucedido.

—Cuando me enteré que mi mejor amigo se iba a casar, no supe qué hacer con mi vida. Estaba enamorado de él, pero él estaba comprometido con mi prima y yo tenía novia —confesó—. Ambos teníamos miedo de lo que podían pensar las personas, por eso nos veíamos a escondidas. La noche que me enteré fui a un bar y me emborraché hasta que no supe cómo me llamaba. Luego fui a la casa de mi novia, Maia, y le pedí casamiento —Luka lo miraba expectante, prestando atención a cada cosa que decía—. No sabes cuánto me arrepentí de haberlo hecho cuando, a la mañana siguiente, me di cuenta de lo que hice.

Albus calló unos instantes y limpió su rostro. Inhaló fuertemente para calmar un poco sus nervios y siguió hablando.

—Cuando pasó una semana de la propuesta, mi madre y Maia ya se habían puesto de acuerdo en los detalles de la boda. Me agarró pánico cuando me dijeron la fecha del casamiento. No podía hacerlo, no la amaba. Unir mi vida a una persona que no quiero… tenía terror —Luka deslizó su mano hasta la de Albus y la sujetó con fuerza. Esto le dio valor al chico para seguir hablando—. No podía ir y decirle a mi familia que no iba a casarme con Maia porque era gay y estaba enamorado de mi mejor amigo, estaba aterrado. Y la única manera de afrontarlo fue huir.

—Y llegaste aquí —dijo el castaño.

Albus asintió.

—Estaba en un lugar donde nadie me conocía, donde podía ser yo mismo sin que me juzgaran. Donde nadie sabía nada de mi, de mi pasado o de lo que había hecho. Y eso me hacía feliz —Albus sonrió débilmente—. Conocí a Cameron y a Gwen y ellos se convirtieron rápidamente en parte de mi familia. Cuando te vi por primera vez… nunca creí en el amor a primera vista, y sigo sin hacerlo, pero supe que tenías algo especial, algo que me intrigaba.

—Era un poco incómodo verte observándome todos los días —rió Luka aliviando la tensión que había en el aire.

—No quiero volver a Londres —murmuró Albus—, pero debo hacerlo.

—Quédate —susurró—. Quédate conmigo.

Albus tomó el rostro de Luka entre sus manos y lo besó dulcemente, acariciando sus labios. El castaño pasó su mano por detrás de la nuca de su novio, atrayéndolo hacia él.

—Volveré, lo prometo —dijo el mago contra los labios de Luka—. Voy a arreglar este desastre.

Luka lo besó aún con más fuerza y pegó su cuerpo al suyo. Albus se abrió paso con su lengua en la boca de su novio y exploró cada rincón de esta.

Ambos se sentían a salvo, sentían que nada más importaba. Sus problemas se desvanecieron. Eran sólo Albus y Luka… Sus lenguas jugaban al compás de las caricias. Albus tiró hacia arriba de la camiseta de Luka y esta terminó tirada en un rincón de la habitación. No pasó mucho tiempo para que sucediera lo mismo con la de Albus.

El azabache se detuvo unos segundos y tomó distancia para observar el torso desnudo de su novio. Nunca creyó poder sentir algo tan fuerte por alguien, pero allí estaba él, sentado frente a él en la oscuridad, sólo iluminado por un haz de luz proveniente de la calle, sonriendo. El azabache volvió a besarlo y se perdió en la tormenta de emociones, sorpresas y amor que era Luka Dunne.

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u.u
Les dejo a la imaginación lo que pasa después (aunque no creo que haya mucho).

Capítulo cortito, pero necesario.

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CADA VEZ FALTA MENOS PARA QUE TERMINE AAAAAAAHHHH

Los quiero, hermosuras <3
-Josefina

(-3)

3. | WRONG ~ Albus SeverusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora