♦ Tu Dueño♦ {Mpreg}

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Las negociaciones esos tiempos habían fallado mucho con Mikan, meses sobre meses hablando sobre las posibilidades de encontrarse y poder arreglar todo eso de buenas maneras, para llegar a un acuerdo sobre Hidan, su embarazo podría estar en etapa terminal e incluso ya podría tener a los bebés, en realidad no sabía nada de él, solo sabía que estaba vivo.

Esa mañana termino de ver las finanzas de sus empresas, con ayuda de Itachi y varias llamadas de los demás de los sectores informando algunas cosas que pasaban esos días. 

Tiro los papeles de lado, viendo directamente la sonrisa de Itachi que estaba algo muy estirada para estar revisando papeles sobre papeles de todo lo que no hbaian ehcho esas semanas. 

- ¿Cuéntalo? - pide, dando giros de pereza en la silla cómoda para su amplia espalda 

Itachi asintió, comenzando a contar lo que había pasado en la reunión que se hizo y de milagro lo invitaron, dieron unas cuantas carcajadas en vista de que su madre llevaba la familia con mucha fuerza para ser mayor, el hecho de que el hombre fuera el que mandaba su mujer tomó el rol.

La charla sobre el embarazo de Deidara que iba muy en desarrollo quedó en pagina principal, y aunque unos no deseaban que la niña fuera entrenada para ser la siguiente, otros decían que se podría hacer si todos colaboran, además no había más nietos.

Retribuyendo que de pronto el de Sasuke fuera un varón, y es que Sasuke todavia seguia en citas con Naruto, tomaron las cosas calmadas y se daban bastante tiempo para sí mismos, sabían quienes eran y qué hacían y no iban a interferir en eso, aunque una que otra noche a oscuras se hablaban salían de fiestas, para retribuir.

- Hidan creo esta para este mes - Itachi tenia una cuenta enorme en cabeza sobre todo, y un embarazo para el no seria problema.

- Llamaré a Mikan y me sometere a los términos que esta vez pondrá - Saco su celular buscando el número. 

- Hasta el momento ha hecho cada cosa que quiere.

- Y espero que Hidan nunca se entere - marcó el número, escuchando la voz alegre del chico, seguido del ruido que se estaba llevando en la casa de éste suponía. 

- No tengo mucho tiempo para hablar, pero es hora de que nos veamos, ven a mi residencia de Kyoto hoy mismo si te es posible 

- Que haces en Kyoto - se paro algo apurado - estas loco, todo este tiempo estuviste allá - la llamada se colgó - Prepara lo necesario para el viaje y avisale a Sasori que nos acompañará - Itachi asintió saliendo de la oficina, llamando al piloto que estuviera en el aeropuerto en menos de veinte minutos y Sasori que llegará lo más pronto posible a ellos

No tardo tanto, en que todos los acontecimientos comienzan a suceder pero una falla climática retraso todo, nadie podía estar en el cielo en ese momento, la lluvia esos días era fuerte, y debe ser por eso que Mikan decidió llamarlo, porque sabia que no llegaría a lo que sea que el pidiera. 

Dio un fuerte suspiro, sintiendo la brisa en el cuerpo entero, la desilusión palpitante dentro de sí, era terrible. Odiaba esas fechas del año.

- Jefe dice el piloto que si salimos ahora podremos llegar a tiempo - Sasori veía el tiempo - son una hora y media, le parece 

- Si, lo mas rapido posible - subieron al jet privado, esperando pacientes a que despegarán

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Deidara no sabía si sacarle los ojos a la chica o dejarla sin pies para que  ni lo mirara ni o persiguiera, pero sentia la presion en su cuerpo en cada paso que daba, pero ya había escuchado que este solo sentía celos, aunque fueran celos nunca en su vida se sintió tan acosado como con ese chico.

Para su caminar como todas las medias tardes, se volteó en dirección a esa mirada y camino hacia ella, tomando asiento al lado de la chica. 

- Me puedes decir que mierda te pasa - así de simple lo soltó, con una sonrisa pequeña en sus labios.

- Nada, que me pasaría con la zorra que eres - primera conversación en entablar esos meses y ya estaban por explotar.

Deidara sonrió, acariciando el vientre como de costumbre - ¿estas molesta porque tengo al mas sexi? - lo que ella voltea con esa pizca de superioridad. 

- No, solo me pregunto cómo se siente tenerlo en la cama cuando pasa por otras - apoyó la cabeza en su mano.

Deidara ríe, negando a toda posibilidad de eso - Eres tan envidiosa, te lo pediré de buena manera, deja de hostigar me, no busques estallar a nadie - pide con esa sonrisa algo fingida pero estirada de felicidad.

- Eh escuchado mucho de ti, y puedo asegurar que solo eres un aficionado. 

Se paró cómodamente, apretando la mano para no molerla a golpes, solo por su pequeña cría se detenía - Aficionado eres tú - se burló, listo para seguir - acaso no te das cuenta que eres como la copia de Itachi pero simplemente asquerosa.

Y sin más se fue, sin resentimientos, mientras la chica se quedaba allí un poca frustrada pues desde que el llego pensó en que simplemente se quedaría callado a todo lo que ella hacía, pero no, ahora había hablado y al parecer era rudo. 

Se emociono aun mas, pues ahora podía decir que una vez ese vientre no estuviera tendría una buena lucha.

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Hola a todos, les saluda quien escribe, veran he tenido falta de inspiración pero aqui esta el capitulo que quería reubicar para continuar con la historia, en verdad lamento toda la tardanza. 

 Es un poco corto, lo sé pero aquí sigo. 

Gracias por ser pacientes, por leer y seguirme.