18... (Segunda Parte)

177 21 11
                                    


- Un hijo - 

Esta frase definió la vida de Kakuzu en cuanto terminó de leer la carta, se paró precipitadamente de la cama donde ese dia estaba haciendo su trabajo, Miró a todos lados, buscando camaras escondidas o que sus hombres salieran con una sorpresa por su cumpleaños. Pero no eso solo significaba que era cierto. 

Conecto la mirada en Itachi quien le arrebató la carta y la leyó, casi riendo por eso, ambos rieron unos segundos haciendo bromas sobre aquello, Kakuzu con otro hijo, debía ser mentira. Era seguro. 

Luego de que las risas cesaron leyeron la otra había una tarjetita pequeña donde decia un nombre tan común para ellos, que de solo recordarlo los pelos se le volvían de punta. 

La letrilla era cursiva y muy limpia, se notaba que no se esforzaron en escribirla y que solo fue un movimiento de manos muy sutil para que quedara de esa manera, como imprimida de computador así al parecer era la letra.

- Mikan Shinaide-  Ambos se miraron negado a que fueran a ver camaras ocultas y que le tuvieran una sorpresa, era seguro. 

Entonces arruga la carta y el papelito tirandolo al cesto de basura cuando escucho los pasos duros acercarse, como si fuera una estampida de toros porque escuchaba bufidos y golpes. Se tocó la cara casi molesto y trato de verse positivo ese día. Luego lo hablaría de manera más seria.

- ¡¡Padre!! - las dos veces de ambos adolescentes se escuchó mientras la puerta era abierta con rapidez y se tiraban encima de el - ¡¡Feliz cumpleaños!! - sintió que se quedaría sordo uno de esos días, pero sólo pudo agradecer y darle un beso y abrazo a cada uno. 

- Niños su padre trabaja, arrugan los papeles - Itachi los rescataba de los movimientos de la cama, al menos esos no se firmaría ya que tenia los originales en la caja fuerte ya que aquella escena era bastante conocida por todos en la casa.

- Tio Itachi solo por hoy - Este le miró, con desaprobación pues la hora acordada para comenzar el día de ellos era a las 1:00pm  de la tarde luego del almuerzo para el cumpleañero donde se le haría algo solo con sus propios hombres y ya despues seria algo mas personal.

Asintió, no muy convencido y se llevó los documentos hasta el portafolio, si mañana madrugaba temprano - Tipo 3:am- terminarían igual con el trabajo de dos días. Aunque miró a Kakuzu casi suplicando que no, él negó solo alguien lo salvaba de esas y en casa no estaba. 

Ambos gemelos de piel blanca y cabellos plateados miraban con esos ojos verdes puros a su padre y eso solo significaba que como cada año tenían una cantidad de cosas las cuales le querían dar o deseaban hacer. Y como compañero que se respeta seguía todo los pasos de sus dos hijos que al menos para esas fechas se daban el lujo de ser niños animados.

Ya a la tarde cuando la cena terminó y ambos jóvenes estaban profundamente dormidos preparándose mentalmente para una larga noche Kakuzu salió a la puerta principal esperando un auto negro. 

¿Qué si estaba nervioso? esa palabra le quedaba demasiada pequeño a lo que sentía. 

Estuvo más de cinco años completos cortejando a un hombre, casi tres años haciéndolo entrar en razón de vivir juntos y otros cinco para convencerlo que de podría descansar de su trabajo pero este necio se negaba además de tal vez tener otros bebés y hasta el día de sus cumpleaños no veía nada parecido a que ese otro bebé llegará. 

Le costó mucho, porque aquel hombre se disculpó pese a sus herrores, hizo algo tan maravilloso como entregar su cuerpo y alma que hasta ese momento recordar suficiente le causaba excitación. 

Se preocupó más cuando llegó el auto y el chofer salió abriéndole la puerta trasera.  Miro aquel cabello plateado moverse con el viento y esos ojos hermoso verle, su expresión era seria pero muy relajada. Los demás hicieron una reverencia que aunque no era necesaria como muchas veces decía él la devolvió. 

Se acercó y se abrazó a la piel morena, dejando besos en el cuello - Hola señor viejo y sexy- susurró - ¿Están dormidos como te lo pedí?

- Si - se dejó hacer por besos, y pronto caminaron hacia la habitación - Hidan hueles a hospital 

Asiente - trabajo allí es obvio que olere a el - rie por como este chasqueo la con su lengua. Pero para fastidiarle más lo bajo desde el cuello y puso en su pecho - aquí huele mas.

Kakuzu ríe - solo puedo ver que esta ropa no será necesaria cuando te bañes cierto? - el otro negó - pues vamos a quitarla 

Para Hidan había sido toda una catástrofe luego del nacimiento de sus hijos y había mucho que no quería recordar. muchos menos hablar y ni loco experimentar... Pero cuando alzaba la mirada todos los días, cuando abría los ojos en las mañana y mucho mejor cuando sus dos hijos idénticos lo miraban se daba cuenta que tal vez vivir todo eso solo una vez mas seria algo tierno. 





Hola, volvimos a esto. 

No se si di a informar que este diciembre tendré poco Wifi, visitare a mi novio-marido en fin es la misma persona sola que no se definir esta relación jajaja 

Entonces no estaré mucho con ustedes, no tengo la aplicacion en el celular vere que eliminó porque la necesito en mi celular entonces ya veremos como ir subiendo los capitulos. 

Les agradezco que sigan leyendo esta segunda parte. Buen diciembre a todos  


♦ Tu Dueño♦ {Mpreg}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora