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Hidan estaba en la sala de descanso después de ese agotador día no podía caminar sin sentirse desfallecer, últimamente habían pasado tantos secuestros y asesinatos de niños menores de dieciocho años que estaba muy preocupado por sus hijos y sobrinos. Ya había informado a todos que deben tener cuidado cuando no estén en casa pero al parecer sus hijos eran unos despreocupados porque su padre era quien era. Al menos su hija si quiso un guardaespalda ella era más llevadera y menos rebelde que su hijo menor, a quién esperaba encontrará en la casa le jalaría las orejas a ver si le entraba unas cuentas palabras. 

Pero el caso es que en ese mismo momentos estaba a poco de rendirse, tenía los pies hinchados de tanto estar parado, y más que nunca deseaba irse y no volver, el asesinado de esos niños lo tenía devastado ya que los cadáveres pasaban por su lugar de trabajo, debido a la experiencia para saber de ese tipo de casos lo solicitaban y con ayuda de dos doctores más y un forense hacían todo lo posible por reconocer a los chicos que ya estaban en la lista de desaparecidos para así llamar a dos o tres familiares que pudieran reconocer.

Muchas veces no daban en el punto y tenían que descartar familiar para encontrar de donde venía la denuncia de desaparecido y si ese cadáver estaba relacionado con quien hizo la denuncia. 

Los casos estaban cada vez uno seguido del otro, pero aún no habían pistas contundentes para resolver el caso, pero se sabía que es un asesino serial por que todos eran menor de dieciocho, tenian cortes entre su vientre y habian sido abusados sexualemnte antes y despues de ser asesinados además del signo de sexualidad que les dejaba tatuado en la espalda, o en otros lados del cuerpo.Todo era muy confuso no sabían porque el signo.

Suspiro parándose y tomando su bata, camino hacia afuera encontrándose a Mizujo que le pasó el brazo por la cintura para sujetarlo. 

- Debes ir a casa - le sugirió -   estás pálido y has atendido todos esos casos no quiero que llegues a un trauma innecesario a causa de esto. 

- Soy un doctor estoy capacitado para esto - gruño, haciendo el otro reir.

- Que seas doctor no te hace inmune a estas cosas, ve a casa vi que no tienes que venir en dos dias aprovechalos y esta con tus hijos y marido.

- Como esta tu doc? 

- Ya sabes en su oficina, hoy celebraremos juntos nuestro aniversario, habiamos dejado este dia para ambos pero en vista de la situación nos tocará pasarla encerrados aqui. NI pude pedir nada para compensarlo y tengo su regalo en casa. Este año ha sido un caos, tenía toda una noche planificada.

-Ya veo, les deseo mucha suerte, y antes de irte ve a mi oficina en el minibar tengo algo de fruta y vino. Aunque no es el caso tengo media torta de la que comimos ayer.

- Ah de la que me has salvado - sonrió, a veces cuando no tenían nada que hacer y ya habían termino sus turnos se quedaban tomando vino comido y hablando de todo lo que no hablaban por sus horarios de trabajo - lo vamos a disfrutar mucho - Ambos ríen ante el descarado sonido que hizo Mizujo

Al final de dos horas mas, Hidan se iba a casa dormido en el auto.

-

Ryota iba feliz a casa luego de pasarla todo el dia con su primo Minato y de divertirse con sus tíos Sasuke y Naruto, por fin iba a casa, amaba a sus tios, le parecían personas tan amables que siempre le daban una opinión tan sincera de los temas, en especial cuando se trataba de algo que no podía hablar con sus padres. Algo que sin duda no hablaría con ellos, ahora entendía porque Minato les contaba toda, simple confianza, en hablarle sobre temas explícitos a su padres, eran relajados y muy jóvenes eso le agradaba.

♦ Tu Dueño♦ {Mpreg}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora