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-Por fin

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-Por fin... te alcanzo...- dije entrecortada por mi respiración fatigosa.

-Siv, - me tomó por los hombros y pude ver sus ojos llorosos.- Odin sabe que te quiero, pero no puedo aguantar a Ivar. Solo por verte, dedicarte unas palabras, que dirijas alguna mirada hacia mí... no es suficiente.- aquella era la intervención más larga e intensa que Hvitserk jamás había hecho.- Puedo aguantar cualquier cosa por ti, incluso que mi hermano pisotee mi orgullo, pero necesito alguna respuesta a este sacrificio.

-Hvitserk, yo...- no podía creer lo que estaba a punto de hacer. Coloqué la mano acariciando su nuca y llevé mis labios hasta los suyos. Inertes, comprobaron el suave tacto lleno de amor que Hvitserk podía proporcionar, hubiera sido maravilloso, pero no era correspondido. -No puedo darte nada más.

-Prometí no dejarte nunca.-recordó entre lágrimas.

-Vete, a ti nada te ata aquí.- me miró a mí, yo era la culpable de que él no fuese libre.

-No puedo dejarte, en medio de una guerra, con un bebé y al lado de un tirano.- la verdad, es que aquello resumía mi situación bastante bien.

-Hvitserk, yo elegí a tu hermano y a todos sus problemas sobre el resto.- le abracé durante unos segundos.- Un capitán se hunde con su barco, pero el resto de marineros saltan por la borda.

-Te quiero.- susurró antes de continuar su camino.

-Ojalá te hubiese querido antes.- murmuré entristecida. Pues si esto me lo hubiera dicho antes de pasar tantos momentos con Ivar, estaría casada con otro Ragnasson.

 Pues si esto me lo hubiera dicho antes de pasar tantos momentos con Ivar, estaría casada con otro Ragnasson

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