Vikingos

27

—¿Dónde están Ubbe y Bjorn?— le pregunté a Hvitserk. Él iba cargado con todo lo que había comprado, yo llevaba al bebé en brazos.

—¿Qué?— preguntó con la voz entrecortada por el cansancio y dejó todo en el suelo.

—Me apetecía verlos.— dije jugando con las manitas del bebé que estaba dormido.

—Siv...— comenzó a susurrar.— Estamos en guerra con ellos y Lagertha.— dentro de mí se rompió algo.

No tenía nada en contra de Lagertha, siempre me había tratado bien y la admiraba como guerrera, era un gran ejemplo a seguir.

Ubbe me caía bien, lo único que no me gustaba de él era su esposa.

Y Bjorn era muy simpático conmigo, y Torvi también. Incluso era el que más me recordaba a Ragnar.

—¿Por qué no me lo habían dicho?— pregunté sentándome en el suelo.

—Lo siento...—se dejó caer a mi lado.

—Ivar no puede perdonar a Lagertha lo que le hizo a su madre, pero tú... ¿por qué has decidido quedarte?— supuse que ya se habían batido y por eso Ivar gobernaba sobre Kattegat.

—Bueno...—se tumbó en la hierba mirándome como si fuese a confesarme un gran secreto.— personas a las que quiero estaban en este bando.

—Sea como sea, me alegro de que sigamos juntos.— respondí tumbada junto a él mirándonos a los ojos.