35

2.1K 146 5
                                    

Cuando la puerta se cerró, noté sus labios contra los míos, me pilló por sorpresa así que no pude evitar soltar un ligero gemido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando la puerta se cerró, noté sus labios contra los míos, me pilló por sorpresa así que no pude evitar soltar un ligero gemido.
Comenzó a derretirse sobre mí, era un contacto completo, a penas podía respirar, era el ansia en su estado más primario.

-No te imaginas cuánto deseo esto.- murmuró mientras se intentaba quitar el cinturón. Le quité la parte de arriba, todo estaba planeado.

Se colocó detrás de mí para poder desabrochar mi vestido, yo levanté la parte de la falda y saqué la daga que llevaba.

-¿Siv?- entiendo que fue chocante para él.

-Silencio.- rompí un trozo de tela de su camisa y la usé para taparle la boca.- ¿Cómo creíste que raptarme era la solución?- susurré en su oído.-¿Por qué, Hvitserk? Sería mucho más fácil si no me quisieses.- solté la daga y me tumbé junto a él para abrazarle.
Sacó el trozo de tela de su boca y me abrazó tan fuerte que apenas podía moverme.

-¡Guardias!- chilló él, provocando que dos vikingos enormes entrasen para sujetarme.- Siv, quererte es poco comparado con lo que me haces sentir.- me habían atado el trozo de tela haciendo que no pudiese contestar. -Por eso, me duele ver cómo mi hermano no te merece. Aún no es tarde, elígeme a mí. Yo te lo daré todo, conmigo podrás volver a bailar.- se acercó para retirar la tela.

- Odio bailar.- gruñí antes de escupirle en la cara.

-Llevaosla.

VikingosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora