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——Mamá

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——Mamá.—— Axel me despertó mucho antes de lo que yo me habría querido despertar, aún no había salido el sol.——Ivar se ha ido con otro hombre.

Miré el otro lado de mi cama, volvía a estar vacía. Llevaba realmente muchísimo tiempo poniendo a prueba mi paciencia y finalmente lo había conseguido, Ivar había acabado con ella.

——¿Ivar te ha dicho algo?—— si él ya no quería referirse a Ivar como padre, no iba a ser yo quien le obligara.

——Dijo que se iba a la ruta de la seda y que cuide de tí, porque volverá siendo rey y dios.—— parecía confuso, y no era de extrañar con la sarta de gilipolleces que le habían contado.

——Axel, ¿quién cuida de ti?—— él me señaló.—— Eso es. Yo soy la princesa Siv Svarti, la mejor escudera de todo Midgard. No tienes que preocuparte por mí, yo puedo cuidar de ambos.

——¿Ivar es un dios?—— fruncí el ceño, eso iba a ser difícil de explicar.

——Deja que lo compruebe, a ver... están Eir, Odín, Thor, Loki, Freya... No, no existe ningún Ivar ¿verdad?—— él asintió convencido.—— Ni siquiera un maldito gigante.

——Ivar no es ni rey ni dios.—— asentí algo dolida, me costaba hablarle mal del que había sido su padre, pero no podía permitir que tuviera las mismas tonterías que él en la cabeza.

——¿Hay algo más que te preocupe?—— estaba a punto de chillar de impotencia, pero conseguí mantener una sonrisa.

——No encuentro a Hvitserk.—— oír su nombre hizo que se me escapase una lágrima que a esas alturas era inevitable.

——Pues es hora de ir a buscarle.—— era hora de volver.

VikingosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora