Caroline
Yo estaba furiosa, increíblemente furiosa.
Hacía seis días que no tenía noticias de James y ello me estaba desquiciando. ¿Dónde demonios se había metido?
-¡Caroline, querida, al fin te encuentro!- exclamó la abuela con entusiasmo, espantando la nube negra de mis pensamientos.
- ¿Sucedió algo, abuela?- pregunté intrigada- Charles dijo que estabas buscándome.
-Debemos apresurar la cena y retirarnos temprano a nuestras habitaciones- aseguró- mañana nos esperará un día agitado.
Asentí sonriente ante su buen humor. El ambiente de Devonshire'house era festivo, faltaba menos de un día para la boda de Dominick y Emma, y todos estaban eufóricos con la dicha que esa unión representaba; y yo, evidentemente no era la excepción, estaba extasiada de ver a mi querida amiga unirse a mi familia y al fin verla casada con el amor de su vida.
- Es una excelente idea- la apoyé, mientras le ofrecía mi brazo como soporte - vayamos por Emma y por Dom.
El buen humor de la abuela decayó repentinamente.
- ¿ Pregunté algo indebido, abuela ?-pregunté confundida por su cambio de estado de ánimo.
- Había olvidado que Dominick y Emma no estan en casa- respondió resignada, mientras entrábamos al comedor.
- ¿ Se me permite preguntar por su paradero?- pregunté curiosa al ver sus lugares vacíos.
- Se fueron de picnik hace algunas horas. Sin carabina, debo añadir, y aún no han regresado- murmuró con molestia- ¡gracias a Dios que la boda es mañana, o la reputación de Emma estaría arruinada!
Reí por su expresión mortificada.
- Por tus palabras, puedo asumir que no otorgaste tu aprobación para su plan de esta tarde.- intervine.
- ¡Por supuesto que no!- exclamó contrariada- Ese bribón se la llevó sin mi consentimiento; pero al menos dejó una nota avisando que estarían a salvo, solos; pero a salvo. Y subrayó la palabra a salvo, por lo menos dos veces.
Reí encantada con el sentido del humor de Dominick. Antes de que pudiera hacer algún comentario, voces y risas se escucharon en el recibidor, anunciando a la feliz pareja.
Una muy sonrojada Emma acompañada de un muy relajado Dominick entraron en el comedor.
- Creo que tienes algunas hojas en el cabello, Emma- murmuré divertida, mientras fingía estar fascinada con el tapis del piso.
Emma se sonrojó furiosamente y Dominick escondió su sonrisa de suficiencia detrás de una improvisada tos.
- ¿Por qué no subes a cambiarte para la cena, querida?- ordenó sutilmente la abuela- Aguardaremos por ti para empezar.
Emma asintió rápidamente y desapareció del salón en silencio.
- En cuánto a ti- habló la abuela dirigiéndose a Dominick- ¿En qué estabas pensando para llevártela toda la tarde?.
- ¿A caso un pobre hombre no puede pasar tiempo de calidad con la mujer que ama?- respondió Dom con inocencia fingida.
La abuela lo miró enojada.
- Te la llevaste por cuatro horas, Dominick Sinclair- respondió.
Dom se encogió de hombros con inocencia fingida.
- Soy un hombre enamorado, abuela, el tiempo se pasa rápidamente cuando estoy en su compañía- respondió tranquilamente, mientras se disponía a tomar lugar en la cabecera de la mesa.
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Sedúceme
Historical FictionSegundo libro de la trilogía PERTENECERNOS Lady Caroline Sinclair Newland no era precisamente conocida por ser el epítome de una dama inglesa; pese a que poseía el linaje, la fortuna y la belleza adecuadas para serlo. Sin embargo; siempre había al...