Capítulo 12

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Caroline.

Contemplé por las grandes ventanas de la biblioteca de Devonshire'house, como el carruaje de los Deitmonth desaparecía rápidamente.

Nadie había previsto los acontecimientos de la noche anterior, tampoco conocíamos la historia con exactitud; sin embargo, Dominick fue muy claro al anunciar que el carruaje de Lady Emma y el de Lord Bennett partirían a tempranas horas del día de hoy, tal y como ya había ocurrido.

Sentí una presencia a mis espaldas y un sutil aroma a madera y cítrico, con el que tanto estaba familiarizada. Reconocí a James, incluso antes de que hablara.

- Buenos días, James- saludé sin apartar la vista de lo poco que quedaba del carruaje.

- Buenos días, Caroline- saludó mientras se ubicaba a mi lado, rozando mi brazo con el suyo.

Ladeé mi rostro para ver su enorme figura cubierta por un elegante traje de montar. Tenía un rastro de barba recién crecida, el cabello largo sujeto en una coleta y se veía terriblemente apetecible.

Sonrió con bienvenida a mis ojos.

- A penas son las 8 de la mañana y tú ya estás perfectamente vestido.- señalé, mientras me envolvía en mi bata.- Debes disculpar mi atuendo, pero no suelo estar despierta a estas horas.

Jamie sonrió, restándole importancia a mi apariencia.

- Te ves preciosa con esta luz de mañana, envuelta en esa bata rosa y con el cabello alborotado- susurró mientras me mantenía cautiva en sus ojos.

Un rubor empezó a extenderse por mi rostro, traté de contener una sonrisa pero fracasé. Decidí cambiar de tema y andar en terrenos controlados.

- ¿Siempre eres así de madrugador?- pregunté con curiosidad.

James hizo una mueca.

- Tengo problemas para conciliar el sueño- se encogió de hombros- Olvidé la última vez que dormí más de cinco horas seguidas, sin estar indispuesto.

Mi ceño se frunció con preocupación, otra vez la sombra de sus secretos y heridas nos acechaba.

Un relincho en lo alto de una de las colinas llamó nuestra atención. Reconocimos al jinete de inmediato como Dominick y lo vimos desaparecer a toda velocidad cuesta abajo.

James suspiró sonoramente.

- ¿Qué sucedió anoche?- pregunté en voz baja.

- Emma eligió quedarse con Bennett- respondió escuetamente.

Mi corazón se encogió ante el dolor que esto representaba para mi querido primo.

- No menciones el tema frente a Dominick- pidió James- Necesitará tiempo para sanar por sí solo, va a necesitar de su familia.

Asentí conforme.

- Deberías volver a descansar- sugirió mientras extendía una mano hacia la puerta- aún debes estar lista en unas horas para despedir a los invitados.

Casi gemí ante esa tarea odiosa.

- Tienes razón- acepté su sugerencia resignada.

Ambos salimos de la biblioteca hacia las escaleras dobles de la mansión.
Charles nos aguardaba pacientemente en el inicio de estas; al vernos hizo una reverencia.

- ¿Qué sucede Charles?- pregunté.

- Debo informarle que el equipaje de su ilustrísima se encuentra listo y dispuesto en su carruaje, Milady- anunció.

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