Prólogo

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Mi corazón dolía, habían pasado dos semanas desde que no sabía nada de Adrien me odiaba a mi misma, fue mi culpa...

Lágrimas salían de mis ojos, no podía perdonarme lo que había pasado. Observaba por la ventana con la esperanza de que llegara y entrará por la puerta principal, tomarlo entre mis brazos para jamás volver a soltarlo.

—Mari, debes relajarte o causaras un akuma—Tikki, mi pequeña kwami se acercó a mi mientras me observaba temerosa.

Cruce mis brazos tratando de ignorar cualquier cosa, no quería hacer lo que pensaba pero, tampoco podría ser Ladybug, no ahora, preferia estar así y no involucrarme más de lo que ya estaba con los prodigios ahora que Hawk Moth logro dañarme con esto. Toque uno de mis pendientes, aquellos que me hicieron conocer al chico de mis sueños, enamorandome perdidamente de él, pero ahora me lo habían arrebatado y todo lo que habíamos logrado.

—¿Marinette?—Escuche detrás de la puerta, me encontraba encerrada en mi habitación, ya que no quería saber nada del mundo que me rodeaba, aunque fuera por un momento—Marinette, por favor abre—Insistió Alya, no quería hacerlo, quería estar atrapada en mi burbuja donde no hubiera nadie.

Pero mis pensamientos cambiaron al escuchar un llanto detrás de la puerta, rápido mis instintos de madre se activaron imaginando lo peor.

Corrí directo a la puerta y quite el seguro para encontrarme con Alya y mi pequeña en sus brazos, suspire y me relaje, mi mente había jugado conmigo después de lo que había pasado no confiaba en nada, mi amiga me veía con tristeza y confusión al ver la actitud que tome.

—¿Mari, estas bien?— Hablo en un tono bajo mientras mecía a mi hija en el mismo lugar.

Suspire y trate de ser fuerte y no quebrarme, me atrajo a ella dándome un fuerte abrazo, haciendo que mis lágrimas salieran al igual que algunos sollozos.

Pasamos un tiempo así, hasta que escuche a mi bebé comenzar a quejarse, tenía que ser fuerte, Emma me necesitaba y no podía derrumbarme tan fácil, no con ella a mi lado, tenía que protegerla.

La tome entre mis brazos para abrazarla y comenzar a mecerla y así tranquilizarla, Alya me veía con aire de ternura y yo traté de sonreírle, al poco tiempo Emma se quedó dormida y decidí llevarla así a su cuna.

Cuando la recoste, acaricie una de sus mejillas, era tan pequeña aún con sus seis meses de nacida, era hermosa, sus cabellos y ojos era al igual que su padre, no pude evitar soltar algunas lágrimas al recordar lo alegre que se puso al saber que esperábamos a Emma.

Fue el mejor momento para los dos ya que habíamos luchado demasiado para poder tener un bebé, me incline para besar su frente, tenía que ser fuerte por ella pasara lo que tuviera que pasar.

Al levantarme aparte las lágrimas que aún corrían por mis mejillas y así me dirigí afuera de su habitación y cerré su puerta con cuidado de no hacer ningún ruido que pudiera despertarla. Observe que Alya se encontraba sentada en uno de los sillones y me acerque a ella.

—Marinette, necesito hablar contigo— Suspiré y asentí con mi cabeza, ya sabía de que se trataba así que me sente a su lado para así escucharla— Amiga, se que esto no es fácil para ti pero no puedes seguir así, Emma te necesita—Tomó mi mano apretandola para reconfortame.—No debes culparte por lo que paso y si Adrien no...

—No te atrevas a decirlo—La interrumpi con algo de enojo en mi tono de voz—Adrien va a regresar, se que lo hará— Baje mi cabeza, una lagrima resbaló por mi mejilla y de inmediato la limpie con la manga de mi suéter.

No se como Alya, que es mi mejor amiga puede decirme que Adrien no volverá, yo esperaba que si, confiaba plenamente en él.

—La verdad me pregunto ¿Dónde esta en este momento, como se encuentra, que paso con él?Es difícil para mi despertar y no verlo a mi lado, no escuchar su voz, verlo jugar con Emma—En cuanto pensé en esotodo el peso se derrumbó en mis hombros, provocando que mis lágrimas corrieran despavoridas una vez más, tuve que llevar mi mano a mis labios para que los sollozos no salieran.

Senti que Alya se acercó a mí para abrazarme por la espalda recargando su mejilla contra mi, no podía detenerme, el saber que mi hija... Tal vez crecería sin su padre a su lado, jamás debió pasar eso, yo debi estar a su lado ese día... Después de lo que ocurrió, no podia volver a ser Ladybug, no sin él...

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Espero y no me maten por lo que acabo de hacer pero esto es necesario para el desarrollo del fic y tranquilos ya sabrán que pasa más adelante no se me espanten, eso sí espero y no me maten con lo que pase en próximos capítulos XD.

Sabrán que paso con Adrien más adelante y porque Marinette se culpa de su desaparición.

Bueno, esto por ahora ha sido todo, espero y les guste, nos leemos luego.

Quiero recuperarte/TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora