Quiero recuperarte/Terminada

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— Adrien —

Me encontraba en frente de ella, pero sentía que no era lo correcto. Estaba mal lo que había hecho al haberme revelado. Aun no podía hacerlo, tenia que protegerla y más si mi padre llegase a descubrir su identidad.

Era lo principal que había acordado con el Maestro Fu y simplemente lo arruine. Ella seguía frente mio en una actitud estatica, quería huir del lugar pero también quería estar con ella.

De un momento a otro ella tomo su yo-yo y se dejó caer al vacío para así aterrizar en uno de los techos que estaba cerca a de la torre, esa acción me sorprendió viniendo de Marinette y rápidamente la seguí, corría demasiado rápido y creí que no la alcanzaría además de la ventaja que había tomado al momento de irse.

Cuando al fin logre pisarle los talones la tome de su muñeca de un movimiento rápido pero no tan brusco para no lastimarla. Ella se detuvo, volteo a verme, sus ojos estaban completamente llenos de lágrimas.

—A-Adrien—Fue lo único que dijo para que sus mejillas se llenarán de pequeñas gotas, no duro mucho y la jale provocando que chocará contra mi cuerpo para así enfundarla en un abrazo.

Coloque mis manos en su nuca y espalda, sentí como ella quería alejarse de mi, pero no lo se lo permití. En unos segundos dejo de luchar para pasar sus brazos por mi espalda, sentí que su agarre era demasiado fuerte y  se apegaba a mi. De pronto escuche como sollozos salían de su boca.

—N-no puedo creerlo—Se alejo un poco para que nuestras miradas se unieran— ¿C-Chat...? ¿En serio e-eres tú?— Sus mejillas estaban de un tono rojo al igual que su nariz debido al llanto.

—Si Bugaboo, soy yo— Solté una leve risa para tranquilizarla y coloque ambas manos en sus mejillas, acariciandolas en el acto para esparcir las lágrimas que las decoraban.

—¿Enserio...? —Posó sus manos en las mias y para tocar levemente mi dorso con la suya, proporciono leves caricias de igual forma— Estas... Estas a-aquí— Sonrió.

No lo resistí más y la atraje a mi, la bese como si hubiese sido la primera vez que lo hice, ella correspondió enredando sus brazos por detrás de mi nuca. El beso era algo rápido pero con eso demostraba cuanto la necesitaba, cuanto la extrañe. Marinette me seguía el paso, pero después de unos segundo que se me hicieron demasiado cortos, nos separamos debido a la falta de oxígeno.

Nuestras respiraciones estaban agitadas y sentía como nuestras narices se rozaban por la poca distancia que habíamos tomado.

No nos importo y volvimos a besarnos, pero esta vez fue más tranquilo, no sabía por qué pero lo había sentido el beso más dulce de mi vida pero sobre todo el mejor, ya que al fin nos habíamos encontrado después de tanto tiempo.

—No sabes cuanto te extrañe– Soltó una leve risa dejando pequeños besos en mis labios , yo me uní a ella sonriendo de la misma manera.

—También yo, mi vida no sería nada sin ti—Uní su frente a la mía.

Nos mantuvimos en la misma posición durante varios minutos, quería estar más tiempo así con ella, pero debía explicarle lo que había sucedido y quizá lo que le diría no le gustaría.

—Adrien ¿Dónde estuviste todo este tiempo? ¡¿Porque te fuiste!?—Dijo en un grito mezclado entre dolor e ira.

Trague en seco recordando todo lo que  sucedió con mi padre, no quería meterla más en esto pero tendría que contarle la verdad. Mis ojos estuvieron cerrados pero al tratar de dar una respuesta los abrí topandome con sus hermosos ojos azules.