—Marinette—
Sentía el cansancio en mis párpados y mi mente era prueba de eso ya que casi todo me había salido con el pie derecho, no había podido dormir más de cinco horas y mi cuerpo estaba sufrido los estragos de eso.
—Mami ya despierta— Escuché la voz de mi pequeña hija a mi lado quien intentaba que me levantara de la cama.
—Ya voy Emma— Conteste soltando un profundo bostezo.
Quería levantarme, en verdad quería hacerlo pero mi cuerpo me pedía a gritos un descanso a un mayor. Logré escuchar como se rendía y se dirigía a la puerta para salir por esta, estire mi propio cuerpo y justo cuando iba a levantarme unos brazos me abrazaron por la cintura apegandome al cuerpo que estaba detrás mío. Sonreí al saber de quien se trataba, pronto me gire sobre mi propio eje quedando frente a él, Adrien se notaba igual o más cansado que yo.
Deje un pequeño beso en su frente y me levante de mi lugar tratando de no despertarlo, al salir de mi habitación me percate de que Emma trataba de poner el cereal en uno de los platos, me acerque con una sonrisa tomando la caja para así ayudarla. En cuanto sintió mi agarre levanto su mirada dándome como regalo aquella sonrisa que adoraba de mi pequeña.
—Creo que alguien tiene hambre— Hable cepillando con mis dedos su cabello dorado.
—Si, Plagg me despertó para que le diera camembert— Respondió mi hija mientras comenzaba a llenar su plato con leche— Aunque papá y tu estaban demasiado dormidos como para escucharme.
—Cariño yo... Realmente lo siento no hemos podido dormir durante un buen tiempo y estamos algo cansados pero te prometo que...
No logre terminar de explicarle a mi hija cuando un llanto hizo que me alejara de ella para dirigirme a una de las habitaciones de la casa. Me acerque con cuidado hasta la cuna para así tomarlo entre mis brazos.
—Ya pequeño, mamá está aqui— Hable por lo bajo mientras mecia a mi bebé.
Habían pasado tres meses desde que Hugo había nacido y en realidad era bastante tranquilo, pero estas últimas semanas habían sido realmente insoportables para mí y para Adrien ya que mi pequeño habia enfermado, no era tan grave, un pequeño resfriado, pero aún así él tampoco lograba descansar muy bien.
Mire con detenimiento a mi bebé, sin duda había sacado mis rasgos, tenía una fina capa de cabello obscuro y una pequeña nariz como la mia, aunque sus ojos eran iguales a los de su padre. Tuve que sentarme en la mesedora que estaba justo a mi lado para así comenzar a alimentarlo. Parecía que Hugo ya no quería dormir, mantenía sus ojos muy abiertos y jugueteaba con sus manitas pataleando aún mientras absorbía la leche de la mamila. Sonreí, realmente era tan tierno, baje un poco para así frotar mi nariz contra la suya y limpiando con un su babero un poco de la leche que escurría entre sus labios.
Al poco tiempo escuche como unas pisadas llegaban hasta a mi, dándome cuenta de que Adrien había despertado, me tomó por los hombros para así besar una de mis mejillas.
—Buenos días princesa— Surruro cerca de mi oído, yo me incline para así recargar mi cabeza sobre su hombro y cerrar mis ojos devolviendo el saludo.
Adrien bajo una de sus manos hasta posicionarla cerca del rostro de Hugo, quien al instante comenzo a mover sus manos para atrapar su dedo. Los dos reímos al ver que lo había logrado, al igual por la risa que mi salió de entre sus labios , como si hubiera soltado un pequeño grito de victoria por haber tomado la mano de su padre.
—Iré a preparar el desayuno ¿Quieres café?— Pregunto mientras acariciaba las mejillas de Hugo, yo asentí.
En cuanto el salio yo me levante de mi lugar para así recostarlo en su porta bebé y así poder salir a la sala junto a él, cuando me preparaba para levantarme, escuche como cerraban la puerta, me levante no dándole importancia, ya estando afuera pude notar una pequeña cabellera rubia correr por la estancia, sin duda la que había sido era Emma, estos días se estaba portando algo extraña.
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Quiero recuperarte/Terminada
FanfictionDe 1600-2000 palabras por capítulo Marinette trata de llevar una vida normal como cualquier persona después de la desaparición de su esposo Adrien Agreste, tratando así sacar adelante a su hija de tan solo cinco años. En su camino se topará con la v...