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—Buenas noches Emma— Me agache para darle un beso en la frente a mi hija, se había quedado profundamente dormida.

Salí de su habitación con cuidado de no hacer ruido dejando entre abierta la puerta de su habitación para que quedará algo de luz en el interior y ella no despertará asustada.

—Si que estaba cansada, son las 9:15—Mire mi reloj de mano— Espero y no se levante en la madrugada.—Hable para mi misma.

Camine hasta llegar al baño, necesitaba una ducha que me relajará por un momento así que abrí la regadera para que saliera el agua caliente. En cuanto el agua toco mi piel, hizo una sensación placentera, amaba esa paz que recorría todo mi cuerpo.

Al terminar, seque cada parte de mi cuerpo y me envolví en una bata, revise que Emma siguiera dormida, después entre a mi cuarto ya que tenía que revisar algunas cosas del trabajo como adelantar un poco los diseños, estaba orgullosa de mi, al fin le había entregado al señor Agreste lo que tanto temia y los había aceptado.

Me puse a revisar en una caja algunos de mis diseños de antes de que entrará a trabajar a la empresa Gabriel's, no se comparaban tanto a los que hacía ahora pero si que me habían ayudado a llegar hasta donde estaba.

Después de rebuscar entre tantos papeles sentí un borde un poco grueso, me extraño que estuviera ahí así que la tome con cuidado para ver de que se trataba.

Se trataba de una fotografía de hace años, cuando Adrien y yo apenas cursabamos la universidad. Habíamos cumplido nuestro tercer año de ser novios, recordé muy bien ese momento en cuanto examine esta.

—¿Sabes? Jamas me quiero separar de ti.— Hable mientras me acurrucada a su lado.

—Tampoco yo, no sabes la falta que me haces cuando no te veo, o no vas a la universidad me hacen falta ver tus hermosos ojos cuando entras por la puerta del salon—Se levanto apoyandose sobre sus hombros y beso cada parte de mi rostro haciendo que riera por unas leves cosquillas.

—A-Adrien lo aparte un poco de mi y después tome sus mejillas con mis manos mientras lo besaba y el correspondía.

—Te amo— Dijo una vez que nos separamos para después volvernos a unir en otro beso.

Recordé claramente aquel dia, los dos estabamos tumbados en una sabana sobre el pasto, mientras un árbol nos cubría con su sombra. Hablábamos de varias cosas, cada beso, cada caricia, cada palabra la recordaba muy bien. Una lagrima se pasó por mi mejilla, lo extrañaba demasiado.

Emma me llego a preguntar varias veces por él y claro que ella sabía quien era su padre, le había mostrado varias fotografías porque sentía que si no lo hacía era como si su padre nunca hubiera existido.

Tome aquella particular fotografía y la volví a guardar sobre algunos papeles, meti la caja debajo de mi cama. Me recoste y sentí el calor de las sabanas envolverme, tenía que dormir.

°°°

Había olvidado apagar la alarma, hoy no tendría que ir a la empresa, pero el ruido me había sobresaltado y no podía volver a conciliar el sueño así que desperté y sali a la sala.

Me dirigí a la habitación de al lado y tomé el portillo de la puerta del cuarto de Emma, ella aún seguía dormida, era sábado así que no se levantaría dentro de unas horas.

Fui a la cocina y encendí la cafetera, mi cabeza dolía un poco, no había podido dormir muy bien en la noche.

Al regresar a mi cuarto, mis ojos se abrieron al instante. Una peculiar caja, la cual reconocía estaba en mi mesa de noche, sentí como me faltaba el aire.

Quiero recuperarte/TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora