Quiero recuperarte/Terminada

[31]

—Adrien—

Sabine no dejaba de llorar, en cuanto miro a ver a Marinette ella la abrazo soltandose aun más.

—No pu-puedo creerlo, al fin... Veo esa felicidad que tenias guardada mi niña—La escuche decirselo entre sollozos. —Tus ojos me lo demuestran claramente— Ella sonrió y acaricio la mejilla de Marinette .

Marinette sonrió para después abrazar a Sabine quien no paraba de llorar. Al cabo de unos minutos ella se calmo y limpio sus lágrimas.

—La verdad que no puedo creerlo, e-esto... Esto es una gran sorpresa, ya quiero que Tom se entere, va estar muy feliz.

—¿Enserió lo cree?— Pregunte algo nervioso.

Sin duda siempre había sido consiente de la actitud del padre de Marinette, aunque en el pasado me llevara bien con él, quizá el no saber como tomaría la noticia me mantenía así.

—Te lo aseguro— Sonrió —No te preocupes, yo me encargaré de tenerlo enterado.

Estuvimos hablando con Sabine de algunas cosas, como planear ir a visitarlos algún día, ya que aún teníamos el asunto de mi padre y debíamos terminar lo más rápido posible, si lo enfrentaba, no se detendría por dejar a París fuera de los akumas después de lo de Luka.

Una vez que nos despedimos de Sabine, fue hasta la habitación de Emma e hizo lo mismo para después salir con una enorme sonrisa en el rostro.

Yo me quedé estático en mi lugar pensando mejor las cosas, quizá no había sido buena idea hacer eso, no en esos momentos que estábamos bajo mucha presión.

—Tranquilo Adrien, mi padre lo entenderá— Se acercó Marinette dándome su apoyo colocando su mano en mi hombro, mostrándome esa sonrisa que tanto amaba de ella.

Asentí para después pasar mi brazo por detrás de su espalda y atraerla a mi en un abrazo, ella acepto y pronto nos separamos.

—Creo que iré a preparar la comida, en un momento Emma vendrá— Aseguró mientras se acercaba a la cocina.

Yo asentí y me dirigí al cuarto, pero antes de entrar, escuché detrás de la puerta de la habitación de Emma, como ella hablaba con Tikki y Plagg. Apenas y lograba entender ya que eran susurros lo que apreciaba, pero decidí abrir un poco la puerta, para mirar y saber que era lo que tramaban esos tres.

—¿Entonces ese hombre malo se los quiere llevar a ustedes?.

—Es algo difícil de explicar niña, pero no te preocupes, tus padres tienen todo arreglado— Escuche esta vez a Plagg hablar.

—Si pero recuerda, no debes decirle a nadie sobre el secreto de tus padres, es muy peligroso si alguien se entera— Aclaro Tikki de una forma diferente.

Está vez decidí abrir la puerta para entra y en cuanto Emma escucho, sus ojos se dirigieron hasta mi.

—¿Qué hacen?— Pregunté mientras me recargaba en el marco de la puerta y sonreia hacia mi pequeña rubia.

—Nada, solo le respondimos a Emma unas preguntas sobre tu ya sabes quien— Respondió Plagg acercandose a mi y susurrando eso ultimo.

—¿De acuerdo...?— Dije no muy convencido.

Plagg y Tikki salieron de la habitacion de Emma dejándonos complementamente solos. Yo me acerque hasta ella para sentarme en su cama mientras ella seguía en la alfombra que adornaba su habitación.

—¿Qué pasa Emma?— Pregunté al notarla algo decaída.

—Nada, es solo que...— Jugueteo con el muñeco que tenia entre sus manos —No quiero que les pase nada a ustedes— Respondió de una manera triste.