Kurt sentía que su interior giraba vertiginosamente, mientras sus ojos viajaban de su médico a su novio, con la vana esperanza de que esto no estuviera pasando realmente. No contaba con que fuera a desmayarse en casa, y mucho menos que Sebastian tuviera la osadía de llevarlo hasta la consulta del doctor. Esto no podía estar pasando.
- Creo que... Voy a darles un momento... - la profunda voz del profesional, lo apartó bruscamente de sus cavilaciones, aterrizando sobre la realización de sus temores. Esto era tan malditamente real, como que él estaba embarazado – Para que puedan hablar tranquilamente.
Sebastian aguardó paciente la explicación de su novio, o tal vez sólo estaba demasiado sorprendido con la noticia como para pedir más información al respecto.
- Seb... - la voz del castaño sonó pequeña y débil, casi al borde del llanto – Esto... Yo... yo iba a decírtelo...
- ¿Quién es... el padre? – Sebastian sabía que no era la forma correcta de decir aquello – Es... ¿mío? – Kurt frunció el ceño, contrariado con la pregunta. ¿En serio su novio dudaba? Aunque él no había sido fiel, Sebastian no tenía como saberlo – Lo siento... - se disculpó, apenado – No quise decir eso... Yo... Solo estoy muy... ¡Wow!
- Perdóname... - fue lo único real que podía salir de los labios de Kurt por ahora – Perdóname...
- No, bebé... No te disculpes por esto... - el mayor lo detuvo. Sebastian conocía de los casos del gen portador, por lo que no era tan descabellada la idea de que su pequeño novio estuviera esperando un hijo de él – Dios, porque nunca me dijiste que tenías el gen... Yo hubiera sido más cuidadoso.
- No tenía idea... - confesó – Papá jamás me lo dijo.
- ¡Dios! – Sebastian pasó una mano por su pelo, pensando a gran velocidad cómo haría para afrontar esto, ya que dentro de sus planes no había estado la posibilidad de ser padre a los 17 años. Era una locura – Pero, tranquilo bebé, vamos a superar esto... ¿De acuerdo? Te amo y amaré también a nuestro hijo.
Kurt, inundado de una culpa enorme y, a la vez, un sentimiento de gratitud cayó en un estrepitoso llanto sin control. La situación vivida sólo le confirmaba que estaba con el chico más grandioso del mundo, y que se iría al infierno con pase V.I.P. por no decirle la verdad.
Fue contenido por su novio por largos minutos, hasta que el médico regresó a la habitación.
- ¿Todo bien? – preguntó el hombre, observando la escena frente a él.
- Si, doc – respondió Seb, tendiéndole un pañuelo a su novio, mientras aun le acariciaba la espalda en círculos.
- Okay, bien – caminó hacia ellos – Como ya le dije a Kurt, él debe cuidarse estos primeros meses. Nada de esfuerzo innecesario, ni estrés; alimentación sana y no olvides ir al obstetra.
El ojiazul asintió, sintiendo que el llanto amainaba por fin.
🎠🎠🎠
El viaje de regreso a casa fue silencioso, incómodo, sólo interrumpido por los pequeños suspiros de Kurt, quién no dejaba de pensar en qué iba a hacer de ahora en adelante, ya que se había destapado su secreto, y hasta el momento Sebastian creía que el bebé que esperaba era de él. Tal vez no había sido tan malo todo esto, al menos ahora podría contar con su novio para desahogarse de todas sus preocupaciones y angustias que antes no tenía con quién hablarlas. Ya no se sentiría tan sólo en esto.
Al llegar a casa, Kurt se mantuvo sentado un tiempo más antes de bajarse. No sabía que debía decirle a Seb, o si comportarse como siempre. Sebastian bajó rápidamente, rodeando el auto y abriendo la puerta del lado de Kurt, con la clara intención de ayudarlo a bajarse.
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¿Quién Es El Padre? [Klaine]
Fanfiction[TERMINADA] #Wattys2019 Tras asistir a la primera fiesta "NO OFICIAL" de inicio de curso, Kurt se ve envuelto en un vergonzoso incidente. Ha ligado con el chico con el cual jamás se debe ligar. El típico malote, que no toma nada enserio, pero que hi...