-Tú que dices Tobi, ¿voy o no voy? - le pregunto a mi pequeño chihuahua, quien solo mueve su colita como respuesta.
-¿Eso es un sí? Porque si es así recuerda que mañana tengo clases al igual que hoy. Y considerando que no debería ir...
No termino de hablar cuando mi celular empieza a sonar. Exaltada lo saco de mi sudadera.
Mi mamá.
-¿Qué tal si se lo dejamos a ella? - le digo a mi perrito mientras me siento en un sillón. Con Tobi a mi lado.
-¡Mamá! - le digo entusiasmada.
-Hija, ¿estás bien? ¿Todo bien por allá?
-Sí, claro ¿por qué no habría de estarlo? - le pregunto, extrañada por sus preguntas tan repentinas.
-Por nada, pero como no nos haz llamado muy seguido desde hace días... ¿Qué te ha mantenido tan ocupada como para no llamar a tus padres, jovencita?
Nerviosa empiezo a acariciar a Tobi. Porqué si bien es cierto que he sido algo desconsiderada al no llamar... Pero considerando todo lo que ha pasado en estos días...
-No pasa nada mamá, es solo que la escuela me ha mantenido ocupada, ya sabes, la carrera de Medicina no es fácil.
Silencio.
-¿Mamá? – digo después de unos segundos al no recibir respuesta.
-Sí, lo sé hija - se queda callada. Cuando creo que no dirá nada vuelve a hablar. – ¿Tu falta de tiempo no es causada por un chico, verdad?
¿Lo sabe, sabe de Damián? No, ¿cómo lo va a saber estando a kilómetros de aquí?
"Pero ¿Por qué no decirle la verdad?" me susurra esa molesta voz de mi conciencia.
Niego con la cabeza. Apenas e iniciado esta relación y el anunciarla con mis padres es demasiado pronto. Ni siquiera estoy segura de que lleguemos a mucho...
-Claro que no mamá. Mira, para que estés tranquila prometo llamarte más seguido ¿sí?
-Bien, al menos una vez al día - me dice autoritaria.
-Me parece perfecto - le digo mientras acaricio la cabeza de Tobi. A decir verdad esta llamada está siendo incómoda, cosa que antes no pasaba.
-Hija, sabes que puedes confiar en mí, ¿verdad? - me dice con voz suave.
-Lo sé - me levanto del sillón. -Siento dejarte así mamá pero se me hace tarde para ir a la Universidad - le digo después de otros segundos en silencio.
-Oh, sí, no te preocupes, cariño. Llámame cuando llegues de la escuela - me dice antes de colgar.
Al parecer al final la decisión será mía, pienso mientras le doy de comer a Tobi.
*
En cuanto salgo del taxi me apresuro a entrar a la escuela; en busca de Mel.
Desde nuestra charla el día de mi cita con ojos bonitos, ella no se ha vuelto a contactar conmigo, cosa algo preocupante ya que normalmente no pasamos tanto tiempo sin mandarnos un mensaje o algo por el estilo.
-Sharon – escucho que me llaman. Me detengo en busca del dueño de la voz.
Es Diago.
-Hola – le digo en cuanto está a mi lado.
-Oye, quería hablar contigo de algo, no sé si puedas venir conmigo a un parque al término de tus clases – me dice con una sonrisa brillante.
-Eh... sí, claro - checo la hora en mi reloj antes de contestar –. ¿A las doce de la tarde te parece bien?
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EL SECRETO DE LA MAFIA (1)
RomanceCreí saberlo todo pero él me enseñó que no era así. Pues a veces las traiciones vienen de quien menos te lo esperas, y las mentiras pueden ser tu pan de cada día. Creí ingenuamente que tendría un amor sincero y de película. Pero él me enseñó que no...