CAPITULO 14 🎉

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4 días y medio.

Casi 106 horas.

Es el tiempo que he evitado a Damián. Claro, no es como que me la pase todo el tiempo contado nuestra inactividad. Pf, para nada.

Bueno, si.

Desde nuestra pequeña charla del lunes e hecho todo lo posible por evitarlo. En las clases que compartimos juntos siempre procuro llegar a la mera hora para que así no hablemos, además de que busco el lugar más alejado de dónde él esta sentado para tomar asiento, y por supuesto, soy la primera en salir.

Respecto a la hora de descanso y mis horas libres siempre las he pasado con Ryan, y justo como pasó con él cuando lo evitaba y me juntaba con los amigos de ojos bonitos; Damián no se me acerca cuando estoy con Ryan, o al menos eso era hasta hoy...

-¿Piensas ir a la fiesta de este sábado? – me pregunta Ryan mientras comemos.

-Nop – le contesto sin dudar.

Ryan me observa consternado. –¿No? ¿Por qué no?

Me encojo de hombros. – ¿Y por qué si?

-Pues porque el que dará la fiesta soy yo.

-¿Tú? – ahora si tiene toda mi atención.

-Sí, así es – me dice y me regala una sonrisa completa –. Por eso mismo me gustaría que vinieras.

-Oh, bueno... Es que yo... Yo no... – no termino mi excusa cuando Ryan pone su mano sobre la mía y la aprieta ligeramente.

-Solo te pido que lo pienses – al ver que no le contesto insiste –. ¿Lo harás?

-Vale... – le digo dudosa.

Ryan suspira. –Gracias.

-¿Pero qué está pasando aquí, acaso estamos jugando a manitas calientes?

Sobresaltada suelto mi mano de la de Ryan y la escondo debajo de la mesa.

Damián toma asiento a lado de mí. –Ryan.

-Damián – le contesta Ryan sin mirarlo.

Ok, mucha tensión.

-En fin. Ya nos veremos Sharon – me dice Ryan antes de pararse he irse.

Demonios.

-Y dime querida Sharon ¿hasta cuándo dejaras de evitarme?

-Eh... Yo no te estoy evitando  – contesto nerviosamente.

-No, claro que no. Por eso te has estado sentado lo más cerca de mi en clases, y por eso siempre me hablas cada vez que nos vemos  – me dice irónico –. Y por eso huyes de mí.

-Yo no estoy huyendo de ti - le digo con firmeza, firmeza que no siento cabe recalcar.

-¿Ah, no?

-No.

Bueno ¿Pues qué quería que hiciera después de todo lo que me dijo?

-Bien.

-Bien – repito.

Después de un rato vuelve a hablar. –  Entonces que ¿Vas a ir a la fiesta de Ryan?

Su pregunta me toma un poco por sorpresa por lo que le contesto con otra pregunta. – ¿Y tú?

Damián sonríe. –Claro.

-¿Te invitó? – le pregunto sorprendida.

-No directamente, pero todos estamos invitados básicamente. Es lo común en este tipo de fiestas.

EL SECRETO DE LA MAFIA (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora