Aturdida observo con asombro al señor ante mí.
Este me sonríe mientras extiende su mano hacia mí.
-George – digo sin darme cuenta, reconociéndolo de inmediato gracias a mis investigaciones sobre él.
Hombre de cincuenta años, sin esposa ni hijos. Gran empresario en la industria del vino, algunas microempresas en países extranjeros, buen amigo de varios presidentes de ciudades estadounidenses donde tiene negocios, entrando a la industria de armas. En pocas palabras, un hombre con poder.
Asombrado alza una ceja. –Efectivamente señorita, usted debe de ser Sharon Middleton.
Apenada asiento y tomo su mano. –Así es señor, disculpe mi torpeza, es solo que la noticia del accidente de Damián me tiene distraída.
-Oh, no te disculpes, entiendo perfectamente por lo que estás pasando, eres su novia y es comprensible – me dice mientras le pasa su vaso de café a un hombre de negro que no percibí cuando llegué, error, son dos tipos de negro; guardaespaldas.
Sin embargo, lo que me deja helada es la palabra "novia", intentando no demostrar cuanto me afecta esa palabra intento sonreírle cuando regresa su atención a mí.
–Es un tanto lamentable que tenga que conocerte en estas circunstancias tan difíciles, en verdad me hubiera gustado conocerte de una forma más familiar – me dice con pesar.
Rápidamente niego con la cabeza. –No hay problema, ya habrá tiempo para ello.
Sin quitarme la mirada de encima asiente. –Eso espero.
Sintiéndome examinada quito mi mirada de la suya y me pego un poco más a Zed.
Satisfecho por mi reacción George sonríe. –En fin, tengo que ir a casa unos momentos, te dejo para que te informen sobre la situación de mi hijo, nos vemos pronto, Sharon – girándose a los demás se despide. –Chicos, es bueno volver a verlos, encárguense de lo que falte.
Sin decir nada más sale de la sala.
Aturdida me giro para ver a los chicos, pero estos tienen cara de haber visto un fantasma, estoy a punto de preguntar qué es lo que pasa cuando Zed me pide un momento para hablar en privado con ellos.
Mientras lo hacen decido ir hacia la señorita que está tras un escritorio, para así pedir la información que nadie me da sobre Damián.
-Buenas noches señorita...
-Busca al joven Leandro, he de suponer – me interrumpe.
-He... no, busco al joven Damián – le digo con el ceño fruncido, de inmediato la señorita me mira con obviedad.
-Eso dije – al ver que no comprendo regresa a su computador, suspirando me mira otra vez. –Usted busca a Damián Leandro Montero del Castillo ¿o me equivoco?
Sorprendida por la nueva información solo niego con la cabeza. –He... No, si es él.
-En estos momentos está en cirugía debido a una herida en el costado derecho del joven, se registró con gran pérdida de sangre y costillas rotas.
Sin aliento observo a la chica, terror invadiendo mis huesos. – ¿Cirugía? – susurro.
Ella asiente con la cabeza, simpatía invadiendo sus rasgos. –Debido a la gravedad del accidente el joven tuvo varios cortes en el cuerpo, sin en cambio el más grave fue el de su costado derecho ya que el metal perforó la piel con gravedad y perdió mucha sangre, afortunadamente se llegó justo a tiempo para una intervención inmediata – finaliza.
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EL SECRETO DE LA MAFIA (1)
RomanceCreí saberlo todo pero él me enseñó que no era así. Pues a veces las traiciones vienen de quien menos te lo esperas, y las mentiras pueden ser tu pan de cada día. Creí ingenuamente que tendría un amor sincero y de película. Pero él me enseñó que no...