CAPITULO 4 🚘

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En cuanto es la hora de salida voy hacia mi auto y espero a Mel fuera de este ya que hoy por ser el primer día de escuela ambas queríamos saber cómo nos fue, por lo que quedamos en la salida de vernos e irnos "juntas" digo, si es que juntas se le puede llamar a que nos vayamos en carros separados. Nunca me ha gustado irme sola y si lo hago es más porque tengo que hacerlo y no porque quiera, lo mismo le pasa a Mel, por lo que siempre que podemos nos vamos juntas, a veces cada quien se va en su propio auto y otras nos vamos en el mismo, no sé, es difícil de explicar.

Después de 10 minutos de esperar a Mel me empiezo a inquietar por lo que decido llamarla, pero un mensaje me detiene, es de Mel diciéndome que me vaya ya que tiene unos asuntos que atender y no sabe a qué hora va a salir, le tomó la palabra, y no es por ser mala amiga pero es que ya me quiero ir a mi casa para olvidar lo que hoy me paso, y es que el tiempo se me pasó muy lento durante mis siguientes 3 clases en las que no vi a Damián, lo cual agradezco, no sé qué hubiera hecho si lo volvía a ver, bueno, sí sé, le hubiera dado una bofetada y le habría dicho hasta de lo que se iba morir ese idiota.

¡De la que se salvó!

Definitivamente no era así en absoluto como tenía planeado iniciar mi semestre, pero como dice mi abuela: más vale improvisar antes que asegurar, y en eso tiene mucha razón.

Lo bueno es que mañana no me tocan las clases con las que coincidimos Damián y yo el día de hoy ¿Lo malo? No sé en qué clases coincidiremos mañana, lo cual me irrita, me gusta saber a lo qué me tengo que atener y más ahora tratándose de ese patán.

Menudo día he tenido.

Estoy a punto de encender el coche e irme cuando veo a Damián y a sus amigos salir de la Universidad, quienes se dirigen hacia unos fascinantes autos. Damián se sube a un Aston Martin, Zed a un BMW y Logan a un Mercedes Benz. Todas las ventanas de los 3 autos están polarizadas, los carros son de color negro y todos son deportivos ¿Pero qué rayos estaban pensando cuando los compraron? ¿Acaso querían ser la versión moderna de los 3 mosqueteros o qué? Aunque, claro, al menos son diferentes modelos, su única diferencia.

Cuando sus autos pasan frente al mío juro que el de Damián desacelera un poco, causando que mi irritación aumente, si pudiera le lanzaría una roca al parabrisas de su auto, pero sería arruinar el hermoso coche, lo cual sería horrible, y aunque Damián se merece eso y más, el carro no, además, no tengo una roca y él ya se fue.

Sacudo mi cabeza para quitarme esas ideas y enciendo el auto para irme a casa.

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Cuando llego a casa Tobi me recibe moviendo su colita causando que mi humor mejore considerablemente.

-¡Hola peque! – lo saludo –. ¿Tienes hambre? – le pregunto mientras voy hacía la cocina donde yace vacío su tazón de comida.

Después de darle de comer a Tobi me dirijo a mi habitación para cambiar las cortinas blancas y poner las grises. Una vez satisfecha con mi trabajo me preparo para llevar de paseo a Tobi.

-Vamos grandulón – le digo a Tobi quien ya trae su correa en su hocico. Se la pongo.

Cuando salgo con Tobi observo como un coche negro que estaba frente a mi casa arranca y se va a toda velocidad, extrañada corro hacia la calle para tratar de ver al conductor pero solo alcanzo a identificar el modelo del auto, es un Aston Martin, intrigada regreso junto Tobi quien inteligentemente no me siguió hasta la calle.

¿Acaso era..?

No, no creo ¿Para que vendría? No, no es él, además, no es la única persona con un carro de esa marca y color en este lugar, sin prestarle más atención a lo sucedido sigo mi camino al parque con Tobi caminando a mi lado.

Extrañamente todo el rato que paseo a Tobi me siento observada, "paranoica" me dice esa vocecita de mi cabeza y esta vez le doy la razón. Sin más Tobi y yo regresamos a casa.

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¿Pero que...? ¿Porque esta mojada mi cara?

De repente abro mis ojos y veo que Tobi está arriba de mí echándome baba.

-Tobi, peque, bájate, me estas babeando – Tobi se baja obedientemente, lo cual me sorprende, normalmente no me hace caso a la hora de decirle que no esté encima de mí.

Ag, ¿Pero qué hora es?

Volteo para ver la hora en mi celular y al ver que solo tengo 30 minutos para llegar a tiempo a la Universidad salgo disparada de mi cama y voy a mi closet para sacar ropa limpia y me dirijo al baño.

¿Otra vez tarde? Esto no puede estar pasándome ¿Acaso así será siempre? Espero que no.

Una vez que me he vestido con unos jeans azules, una playera blanca y calzado mis tenis, me maquillo lo mínimo; labial y delineador de ojos. Le doy de desayunar a Tobi y yo me preparo un pan tostado con mermelada para comer y café para tomar. Una vez que termino de desayunar voy al baño a lavar mis dientes, cuando termino salgo casi corriendo de mi casa hacia mi auto.

Mientras conduzco hacia la Universidad recuerdo que tal vez vea a Damián, rayos, no me acordaba. No quiero tener que soportar la actitud de lo más grosera de Damián, ni a Verónica con su actitud de diva. Pero ¿Qué haré si veo a Damián? No podré mirarlo sin sentir vergüenza y enojo, y no creo que esas emociones juntas hagan una buena combinación, pero ¿Porque darle tantas vueltas a eso? De pronto lo tengo demasiado claro, simplemente lo ignorare, no lo mirare, no le hablaré, no nada, como si no existiera, si, exacto, eso haré, y con esa decisión tomada sigo conduciendo a la Universidad.

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Pero mientras pasa mi última clase y no veo a Damián en ella mi ánimo sube y es que no lo he visto en todo el día, lo cual me alegra, por lo que cuando salo de la Universidad mi ánimo no puede estar mejor. Una vez en mi auto pongo música al azar y planto una sonrisa en mi cara cuando la voz de Katy Perry sale por los altavoces cantando Roar, intento cantarla pero fallo miserablemente en algunas estrofas, aun así sigo cantando mientras conduzco a casa.

Hoy descubrí que comparto clases con Logan y Zed, quienes se disculparon por la actitud que tubo Damián ayer conmigo, diciendo que se comportó como un verdadero idiota y que ellos no estaban de acuerdo por como me trato, les dije que no tenían porque disculparse y que en todo caso era Damián quien debía disculparse, mas no ellos, aun así insistieron en que aceptara sus disculpas, las acepté. Mientras llegaba la profesora platicamos de diversas cosas, ambos me cayeron muy bien, hasta me atrevo a decir que podríamos llegar a ser amigos, incluso me invitaron a almorzar con ellos y las chicas, en donde descubrí que Logan y Natalia son novios y que ya llevan 4 años juntos. Que Verónica es una adicta al maquillaje, no pasaba ni media hora cuando ella se retocaba cualquier cosa de su maquillaje, una diva total. A Zed no le van las relaciones de pareja, lo cual no me sorprendió, ya me lo imaginaba, y no es por ofender pero es todo un mujeriego, mientras hablábamos él le sonreía coquetamente a cada chica que pasaba por nuestro lado, pero no fue lo único, sino que inclusive me dijo que le interesaba solo para pasar una noche o tal vez dos, pero nada más, que no esperara más de él, yo amablemente decline sus invitaciones de pasar una noche con él, y digo varias porque si no estoy mal me pregunto cómo diez veces si estaba segura de mi negativa, yo le dije que sí, cuando por fin vio que no cambiaría de opinión se rindió y no volvió a preguntarme, quedamos solo como buenos amigos.

Si, definitivamente hoy fue un día bueno.

EL SECRETO DE LA MAFIA (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora