-Sharon, hermosa y preciosa Shaaaaron.
Gruñendo me tapo hasta arriba de la cabeza con las cobijas, tratando de ignorar los cantos provenientes desde la sala.
-Levanta ese trasero, tenemos que ponernos manos a la obra para ponerte hermosa – irrumpe Mel en mi cuarto.
Confundida me destapo y observo a Mel pasearse por mi armario.
-¿Ponerme hermosa?
-Sip, vamos a darle un puñetazo en la cara a Damián haciéndote lucir como una maldita Diosa – contesta sin mirarme mientras escoge unas prendas de ropa.
-Yo nunca accedí a esto – le digo refunfuñando, intentando inútilmente de disuadirla de la misión que ella misma se ha asignado.
-Bueno, creo que con esto bastará – me dice mientras me muestra el atuendo, ignorando lo que le dije.
Resignada observo el atuendo que ha elegido; una falda corta de color negro, un top crop de color blanco y una chaqueta de cuero.
Alzo una ceja ante su elección. – ¿En serio pretendes que me ponga esto?
-Claro que sí, el atuendo de chica mala es perfecto para dejarle en claro a ese imbécil que nada te afecta – me dice con seguridad mientras un brillo de malicia ilumina sus ojos.
-¿A pesar de haber pasado horas llorando por lo sucedido? – digo en voz baja.
Bufando me lanza la ropa. –Si, a pesar de eso. Además, a partir de hoy eso de llorar por las noches se acabó. Vístete, te veo en la sala para elegir los zapatos – sin más sale del cuarto, dejando en el aire su fragancia a frutos tropicales.
Suspirando miro la ropa ante mí.
Con corazón roto o no tengo que hacerle frente a Damián e incluso a Verónica, así sienta no estar lista tengo que hacerlo, soy Sharon Middleton y nadie me arruinará.
Una vez duchada y vestida salgo de mi cuarto y me encuentro con Mel, la cual está acomodando su maquillaje frente al espejo de la sala.
-Tenemos que ocultar todo rastro de ojos hinchados y ojeras, así que creo que un maquillaje más fuerte ayudará – dice a la vez que alza la mirada y ve mi atuendo, satisfacción llena su mirada –. Muy bien, te ves malditamente hermosa, ahora toma tu calzado – me dice a la par que me entrega unos tacones negros de cintas altas hasta la pantorrilla.
-Mel, están hermosos pero... - veo con desconfianza la altura –. Creo que terminaré con el tobillo roto.
Rodando los ojos me quita los tacones y los observa con escrutinio. –Están perfectos, con esa falda y estos zapatos tus piernas lucirán espectaculares.
Sin más me los entrega. Suspirando y tomando valor me los coloco.
-Wow, Mel, se sienten... - camino unos pasos –. Muy cómodos, es más, ni siquiera siento que me caeré al caminar – le digo sorprendida.
Sonriendo asiente. –Lo sé, por eso te los traje, sabía que te encantarían, así que declárate dueña oficial de ellos.
Incrédula la observo. – ¿Míos?
-Sip, los compré para ti – una pequeña sonrisa aparece en su cara.
Conmovida avanzo hacia ella y la abrazo. –Muchas gracias, eres la mejor.
-Sí, sí, sí, lo sé. Ahora calla y vamos a maquillarte que se nos hace tarde.
Riendo le dejo hacer su magia.
*****
-Recuerda, mirada en alto y sonrisa digna de una reina de carnaval – me dice Mel una vez que llegamos al estacionamiento de la Universidad.
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EL SECRETO DE LA MAFIA (1)
RomanceCreí saberlo todo pero él me enseñó que no era así. Pues a veces las traiciones vienen de quien menos te lo esperas, y las mentiras pueden ser tu pan de cada día. Creí ingenuamente que tendría un amor sincero y de película. Pero él me enseñó que no...