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Magnus.

Cuando vio a Alec entrar a la patrulla comenzó a cojear hasta la cocina para apagar el horno y así ir en busca de su celular mientras secaba sus lágrimas, no podía creer siempre hubiera algo que estuviera interviniendo entre ellos dos, no podía imaginar ver a Alexander detrás de rejas, no ahora cuando estaba teniendo una familia que le estaba comenzando a amar, donde podía renovar aquella mala vida que tuvo con aquella gente en una mejor, en una donde podía ser el mismo, donde estaba recuperándose y tenía un hijo que muy pronto volvería preguntando por él, no podía decirle que estaba en prisión. Marcó el número de Clarissa que había agendado hace poco en su celular por si acaso, mordió sus uñas con ansiedad mientras los tonos sonaban, la visión de un Alexander sufriendo en aquel auto era algo que lo tenía preocupado, y más si le daba un ataque de esos impulsos agresivos que tenía, sería peor.

— Magnus— dijo la chica.

— ¡Clary! Se llevaron a Alec a la comisaría, dijo que tú llamarías a su abogado ¡Lo están acusando de homicidios y secuestro!— dijo entre llantos.

— Calma Magnus, no entiendo que estás hablando.

— Se llevaron a Alec porque lo acusan de homicidios y secuestro— dijo más calmado— me dijo que te llamara, que llamarías a su abogado.

— Déjamelo a mí, yo arreglo todo, ahora cálmate, le diré a Merliot que vaya por ti.

La llamada se terminó a los segundos, Magnus trató de respirar profundo para calmarse, aunque dentro de él algo le decía que Alexander no saldría de esto, terminaría detrás de rejas, pero lo peor de todo es que se llevarían a Rafael de sus brazos ¿Y si lo llevaban con su verdadera familia? Sería un dolor para todos, pero más para Alexander cómo para él, Rafael se había convertido en su hijo. Comenzó a llorar de nuevo comenzando a hacerse pensamientos pesimistas de todo, y mientras miraba al techo pedía el fin de aquellos problemas, vivir en paz.

— Mamá, Ragnor hermano mío, por favor ayúdanos a que todo estos problemas terminen, Alec merece ser feliz al igual que la familia— pidió en voz alta— por favor que no nos quiten a Rafael, es la unión de esto.

La puerta principal se abrió viendo como Merliot entraba con una sonrisa compasiva ayudándolo a llevarlo hasta el auto, pues ahora con ese estado la cojera se había vuelto peor, Merliot le alentaba que todo iba a estar bien, que solo era un mal momento pero todo se solucionaría pero no podía estar seguro de eso, lo dudaba bastante.

— Sebas... Jonathan Morgenstern, el hermano de Clarissa es el abogado de Alec, vendrá y todo será mejor— dijo Merliot mientras manejaba— pero nosotros no podemos llamarle Jonathan porque le gusta más Sebastián, es muy exigente con eso, así que cuando lo conozcas llámalo Seba ¿Entendido?

El chico hablaba con rapidez tratando de distraerlo, pero solo lo que hacía era ponerle más nervioso, debía estar muy complicado todo para que aquel chico que era abogado de Alec viniera de donde estaba para socorrerle. Aunque tenía que calmarse, capaz no era así y solo estaba pensando más de lo que debía.

— Aunque el avión tardará cinco horas en llegar y más si no hay pasaje.

— De eso me encargo yo.

Cómo era socio de Raphael le pidió permiso a su amigo para usar plata por urgencia algo que el otro chico no dudó en responder por mensaje que no le pidiera permiso y lo usará, Magnus quería que Jonathan tenía estar con ellos en pocas horas, así que cuando llegaron a la casa de los adultos Lightwood Magnus antes de saludar le informó a Clarissa por un avión privado para el chico abogado donde debía estar subiéndose en segundos para llegar en pocas horas, después de eso mandaron los niños a la pieza para que todos pudieran hablar.

— Magnus, cálmate ahora— le reto Jace.

Todos estaban en una mesa hablando de todos los posibles puntos que podría haber, el estado de Alexander estaba complicado, había hecho muchas cosas que lo podían llevar a perpetua si el juez lo consideraba, debían tener las bastantes pruebas para que aquello no sucediera o por lo menos le dieran menos años. Algo que lo tenía bastante preocupado al moreno, no podría soportar aquello, no cuando sentía algo dentro de su pecho que era referido por el ojiazul.

— Van a meter tras rejas a Alec y muy probable se lleven a Rafa con su familia verdadera— dijo Magnus molesto— no puedo calmarme.

— Lo harás o te meteré unos calmantes qué harás que duermas por días— amenazó el rubio.

Subió su mano demostrando que se calmaría para pararse y caminar hasta la habitación de los niños, abriendo la puerta un poco viendo como los niños estaban jugando a las cartas, se adentro sonriendo a los niños cuando le miraron, acomodándose en la silla giratoria de la habitación viendo como los niños comenzaban a contarle quien iba ganando, pero por primera vez no podía prestarle atención porque sus pensamientos estaban en otro lado, en los malos ratos que estaban pasando por su cabeza, si se llevaban a Rafael sería como una perdida más de su familia, perdería a dos personas en un solo problema, Alec y Rafael, la familia de la cual se había creado hace poco, pero se rompería, los perdería como le pasó con su madre y Ragnor, no sería capaz de soportar aquello. ¿Podría ver a Rafael si se lo llevaban? ¿Podría ver a Alexander sin llorar cuando le visitará en prisión? Estaba haciéndose mucho la cabeza pero no podía evitarlo, sentía muy profundamente que aquello sucedería.

— Papá Magnus ¿Donde está papá Alec?— preguntó el pequeño— le quiero ver.

Miró a los niños que le estaban mirando esperando una respuesta, trago con dureza sabiendo que debía mentir.

— Alec está trabajando en la casa, saben que es muy terco y se viene una tormenta, él quiere tapar los hoyos antes de que las lluvias lleguen...

"Ojalá fuera así." Pensó.

Primer Amor. •Malec•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora