El amor se extingue como un rayo de luz con la llegada del anochecer...
Charlotte Johnson.—Hola —dijo al verla ponerse de pie.
Saludó a su hermano con un beso y un abrazo efusivo antes de saludarme a mí con un beso.
—Tengo los documentos —dijo señalando una carpeta—. Silvil los ha dejado para ti. El contrato ha sido leído y dice que ha hecho anotaciones en una hoja adjunta, tú sabrás qué decisión tomar.
—¿Y por qué no lo ha hecho ella? —preguntó.
—Se que te morías por verla pero tuvo que salir —dijo riendo—. Así que cálmate y no hagas drama.
Mi jefe solo sonrió y dijo que iría afuera. Supuse que se sentía avergonzado de que su hermana haya dicho que estaba interesado en la chica frente a mí. Se despidió de ambas y salió de la oficina.
La miré antes de que ella me observará detenidamente y hablara.
—Vas a denunciarlo por agresión o solo quieres la pensión —dijo de forma tan directa—. Yo te recomiendo ambas pero en fin, tú sabrás.
—No sé cómo afectará a mi hijo ver a su papá en prisión —aseguré un tanto insegura—. Tal vez debí preguntarle a él.
Suspiró antes de hablar.
—Charlotte quiero que entiendas algo —dijo clavando la vista sobre mí—. Te ha violentado a ti y solo a ti, entiendo que tu hijo es primero pero la violencia de género no debe tolerar se y sobre todo no debe enseñársele a los hijos que está bien. Dejar que te golpee es decirle a tu hijo que él podrá hacerlo más adelante con alguien más.
Me quedé seria pensando en lo que acababa de escuchar. Ella tenía toda la razón y permitir a Colin esto era la carta para que llegara de nuevo y me atacara.
—Tiene razón —aseguré decidida—. No voy a darle el poder de volver a lastimarme.
Hizo un gesto de comprensión y tomó mi mano.
—Sé como te sientes —dijo aparentando el agarre—, pero no permitas que un hombre se apodere de tu voluntad.
Asentí y solo entonces escuché con claridad su asesoramiento. Los trámites del divorcio comenzarían y con ello la demanda de pensión y la de maltrato, dijo que me acompañaría al ministerio público por la demanda de maltrato.
Escuché con atención todo lo que dijo y al final yo solo debía colocar firmas donde me dijera pues la única que lo encararía de momento sería ella.
—Yo adoro poner en su lugar a estos machos —dijo al finalizar—. No tienes idea como voy a disfrutar los insultos de tu esposo cuando le lleve la documentación. Soy muy comprensiva, suelo dejarlos hablar y luego hago que se traguen su lengua.
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Si decido quedarme
ChickLitCharlotte Johnson ha pasado los últimos diecisiete años de su vida viendo matrimonios desmoronarse, hijos descarrilarse y ella se pregunta el porqué, sobre todo cuando ella tiene un hijo modelo, un esposo admirable y un matrimonio ejemplar. Con...