CAPITULO XIII

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Estaba desesperado. Con la intención de dejar que disfrutara de sus vacaciones apenas había hablado con Elisabeth y dos semanas sin su ausencia estaban robandome el juicio. No podía soportar la lejanía y deseaba que volviera pronto. Aunque le enviara obsequios no era lo mismo si no podía observar desde las sombras su reacción. Tenía que ser paciente mi dulce diosa por fin regresaría y podría contemplarla de nuevo, solo debía ser paciente." Elizabeth mi amor, vuelve pronto." Pensé afilando mis cuchillos. 

El diablo, yo y una copa de vino (A LA VENTA EN FÍSICO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora