Una vez en el restaurante yo pedí un bistec con salsa de queso con patatas de guarnición y él un solomillo con patatas y una botella de vino magia negra para los dos. La cena transcurrió con normalidad, nuestros ojos se encontraban espontáneamente y destellaban emocionados por ver reflejados los mismos sentimientos, era simplemente mágico, nuestras manos se rozaban y hablabamos fluidamente ajenos al hecho de que éramos dos extraños en medio del mundanal ruido, extraños que habían mantenido el misterio durante años y ahora parecían los más cercanos amantes. El juego de sombras deslumbraba más que nunca y pude sentir esa conexión real entre ambos, algo en mí podía ver imágenes que irradiaban de su interior, imágenes perturbadoras, lúgubres, excitantes....
Pero esa conexión se rompió cuando sonó el teléfono, era mi hija, sus clases en el curso de intercambio habían ido tan bien que hace unos meses ambas decidimos inscribirla allí y que estuviera en la residencia de estudiantes que esa institución albergaba. Yo la visitaba cada vez que podía pero por nuestras ajetreadas vidas poca gente sabía que estaba allí mi pequeña. Este era su segundo curso allí y mi princesa era feliz, que era lo más importante para mí. Después de una semana sin casi hablar con ella lo cogí velozmente ansiosa por escuchar la voz de mi pequeña:
-¿Hola cariño como estas?
-"Hola mami muy bien ¿Y tú?"
-Muy bien ¿Qué tal tus vacaciones? _ en ese momento Alicia tenía una semana de vacaciones en las cuales estaba realizando diferentes actividades con sus compañeros _
-"Geniales pero te echo de menos"
-Y yo cariño pero no queda nada para que nos veamos. _ Tras hablar con julián habíamos acordado que la semana que viene me cogería unos días libres para ir a visitarla, la extrañaba mucho _
-"Bueno tengo que colgar, la monitora me está buscando, chao mami"
-Adiós cariño.
Colgué el teléfono, cuando alcé la vista para mirarle sucedió algo extraño, puede que me lo imaginara, pero en sus ojos apareció un destello que me recordó a los rayos al caer. Desapareció al instante así que intenté no pensar más en ello.
-¿Quieres que pidamos ya el postre? - Dijo con un tono un tanto cortante, parecía más tenso y la conexión que era capaz de sentir fluir de él era muy oscura, aterradora -.
-Sí, ¿Qué te apetece? Yo me pediré un mouse de limón.
-Yo me pediré uno de chocolate.
Estaba muy raro ni siquiera podía mirarme, intenté retener su mirada unos segundos y lo conseguí durante el tiempo suficiente como para ver de nuevo el destello relampagueando en sus ojos.
-¿Estás bien, cariño?
-Sí, solo que no me encuentro muy bien.
Al acabar el postre nos fuimos para casa. Le dije que si quería quedarse a pasar la noche pero insistió en irse a casa alegando que no se encontraba demasiado bien. Yo tenía la sensación de que algo se había roto de que algo no funcionaba y me encontré estirandome en la cama con una de sus últimas botellas de vino y encontrándome repentinamente mal, como si pudiera sentir lo que le ocurría de forma borrosa y dispar.
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El diablo, yo y una copa de vino (A LA VENTA EN FÍSICO)
Mistério / Suspense😈☠️✍️💏🔥🍷💌🔪🔐🔞☣️ A Elizabeth nadie le dijo que tener al diablo en su vida sería fácil, mucho menos como admirador... Cuando todo parece imposible y surge la chispa ¿Estará dispuesta a pagar las consecuencias? Correrá sangre y será tan culpable...