De repente me sonó el despertador. No me lo podía creer ¡Por fin era el día en el que me vengaría! Estaba eufórica y a la vez un poco asustada, no quería que por lo que fuera le hiciera daño a Alex con la daga y eso lamentablemente no tendría arreglo. Salté de la cama corriendo y me puse a desayunar, después me puse música y aproveche para escribir un rato, primero a mi tía y luego mi libro. Por fin iba a tener el final de mi historia y tenía que plasmarlo en papel cuanto antes.
Querida tía. ¿Cómo va todo? Soy Alicia, te escribía para ver como estabas y que supieras que te echaba de menos. Por aquí todo va perfecto me lo estoy pasando genial, necesitaba desconectar y tomarme unas vacaciones. Quiero que sepas que te quiero mucho y que me alegra a ver desconectado, tenías razón necesitaba hacerlo. Ya me dirás qué tal va por allí. Te quiero, besos Alicia.- Tras leerlo una vez, tecleé el final y lo envié.
Al acabar me puse con mi historia, por fin tenía mi final y esta vez se acabaría para siempre.
"Había quedado con Alex, en verdad sabía que le quería y que tenía que perdonarle pero me dolía que me hubiera engañado. ¡Su padre había matado a mi madre y él no me lo había contado! Todo era muy difícil de asimilar, demasiado confuso pero al menos tendría mi venganza. Al parecer él también me amaba y como muestra de su amor me iba a ayudar a acabar con su padre, de ahí la cita de hoy. Hoy era el día perfecto para acabar con el señor I para siempre. ¿Y cómo haría eso? Pues gracias a su propio padre Athan, el abuelo de Alex y por lo tanto rey del infierno, había conseguido una daga con la cual podía matarlo. Aunque solo podía empuñarla yo, ya que por los visto era especial y era la futura reina del inframundo, alguien que no necesitaría descendencia y que gobernaría eternamente..."
El sonido del móvil me saco del libro y me pegó un susto de muerte. Era Alex me preguntaba si estaba nerviosa por qué preparada sabía que lo estaba. Llevaba preparada ocho largos años... Le dije que un poco pero porque no quería hacerle daño a él y eso me hizo mirar la hora. ¡Las tres! No puede ser... Era súper tarde y yo aún no había comido, ni duchado y menos aún estaba arreglada. Corriendo me preparé algo de comer y al terminar me metí en la ducha.
Transcurrió una hora más o menos hasta que decidí salir y empezar a vestirme. Aún tenía la ropa que me había regalado Athan así que decidí ponérmela. Hoy iba a correr sangre así que iría vestida toda de rojo. Primero me recogí el pelo en un moño y me lo até con la cinta roja que venía con el vestido, después me enfundé un conjunto del mismo color y me puse una liga en la pierna donde poder guardar la daga. A continuación me coloqué el vestido y la capa que llevaba incorporado y me fui a maquillarme. Coloreé mis ojos de dorado y mis mejillas de un rosado muy sutil, mientras bañaba mis labios del rojo más intenso que encontré. Una vez lista llamé a Alex para ver cómo iba él de tiempo.
¿Alex? Hola soy yo Alicia. ¿Cómo estás?
Bien un poco nervioso. Quería pedirte disculpas otra vez por lo de ayer...
Tranquilo no pasa nada sé que no querías. ¿Quieres pasarte y hacemos tiempo? Así acabamos de arreglarlo todo.
Me encantaría en diez minutos estoy allí.
Esperé a que viniera sentada en la cama o al menos lo intenté. No podía parar quieta, era la hora de la venganza y deseaba cumplir ya con mi cometido. Ese bastardo pagaría por todo lo que había hecho se lo tenía merecido. Cuando llegó Alex, le salté a los brazos de una manera que casi nos fuimos al suelo.
Cuidado.-Dijo él intentando incorporarse-. Ya veo que tenías ganas de verme. ¿Preparada?
Si, aunque un poco nerviosa. No quiero hacerte daño.
Tranquila no pasará nada. Mira primero vamos a la fábrica y empezamos con nuestro picnic, luego yo le enviaré un mensaje para que venga y cuando lo veamos, haré como que os presento. Disimulas y haces que no lo reconoces, le saludas y cuando se despiste nos vengamos...
Si, si parece muy fácil pero estoy nerviosa.... Mira esto.-Dijo dándome su manuscrito-. ¿Qué te parece?
¿Ya has empezado a escribir el final? Me encanta, después de todo es la historia de tu vida y me encantas así que...
Sí, no podía esperarme. Gracias, aunque tal vez exageres un poco.
Que va, a ver déjame leerlo...
Se puso a leerlo, inmediatamente y de vez en cuando veía en reflejo de sus lágrimas en los ojos mientras él se hacía el fuerte y las reprimía. Cuando termino se puso en pie y me ayudó a levantarme, me besó y se quedó mirándome, pensativo.
¿Qué?-Le pregunte curiosa-.
Que te quiero. Vamos a librarnos de ese cerdo ¿Quieres?
Lo estoy deseando....
Me puse los zapatos de tacón bajo negros, cogí el bolso, mis llaves y a él del brazo y nos fuimos de la habitación de hotel. Una vez estuvimos en recepción, pedí que me hicieran la maleta y que me lo tuvieran todo preparado para cuando volviera, pagué mi estancia y un poco más por las molestias y Alex y yo nos fuimos en su coche.
¿Por qué haces las maletas?-Me preguntó lleno de curiosidad-.
Por si hay que huir, nunca se sabe que puede salir mal.
Me encanta cuando planeas las cosas de esa manera.
Una buena escritora siempre tiene todas las dificultades u obstáculos resueltos.-Dije orgullosa-.
Cierto es.
Continuamos el resto del camino bastante callados. Si yo estaba nerviosa imagínate él que estaba a punto de traicionar a su padre. Pobre, la verdad es que lo estuve pensando y creo que le perdonaré, le quiero demasiado como para no hacerlo......
Por fin llegamos a nuestro destino, era un sitio bastante lúgubre y enfermizo aunque no me extrañó viniendo del Señor I. Salimos del coche y al descender Alex cogió una cesta de picnic acorde con el plan. Entramos dentro y me condujo hasta una especie de salón lleno de libros viejos y manuscritos sin publicar. En una de las paredes había una chimenea y Alex no dudó en encender un fuego y así evitar congelarnos de frío, eso y que creaba un ambiente perfecto para la cita. Después con mi ayuda, extendimos una manta en el suelo y nos pusimos a tomar vino ya que aún no teníamos hambre. Estuvimos charlando hasta que Alex decidió que era hora de llamar al Demonio, nunca mejor dicho, le escribió un mensaje y esperamos a que llegará. Por fin tenía mi venganza en la punta de los dedos, ya podía saborearla...

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El diablo, yo y una copa de vino (A LA VENTA EN FÍSICO)
Misterio / Suspenso😈☠️✍️💏🔥🍷💌🔪🔐🔞☣️ A Elizabeth nadie le dijo que tener al diablo en su vida sería fácil, mucho menos como admirador... Cuando todo parece imposible y surge la chispa ¿Estará dispuesta a pagar las consecuencias? Correrá sangre y será tan culpable...