Capítulo 30

464 38 4
                                    

Narra Juan.

Hervía. Hervía de celos.

Ángeles estaba pálida. Yo hice mi mejor esfuerzo y salude a Kevin tratando de ser normal.

- ¡Kevin! Hace rato no nos veíamos.

- Cierto... Hola hermosa.

Besó la mejilla de Ángeles. Sólo sonrió.

- ¿Vas a los premios?

- Cuando Natalia termine acá vamos...

Ahora Ángeles parecia hervir de los celos. Sonreí y terminé mi cigarrillo.

- Es mas, ire a buscarla asi ya vamos.

Suspire.

- Genial, nos vemos ahi entonces.

Sonreí forzadamente y volví adentro.
Una vez que Natalia terminó, se cambió y nos fuimos.

- ¿Seguro quieres ir conmigo? Tienes el tobillo mal.

- Si cariño, tranquilo. Está todo bien.

Suspire y empecé a manejar.

El hecho de pensar que Kevin y Ángeles están sólos, me hace hervir del odio.
Kevin es mi amigo desde mis 19 años. Empezamos con trabajo y terminamos en una buena amistad. En ese tiempo, yo no terminaba de soltar a Ángeles y él lo supo. Sabía que yo la quería, vio hasta sus fotos. Y ahora... Ahora se hizo "amigo" de ella, aunque creo que es algo mas.

Apenas llegar, bajé y ayudé a Natalia que apenas puede pisar. Tremenda caída tuvo.
Fuimos por detrás del lugar donde lo hacían. No habia absolutamente nada de prensa, así que entramos tranquilos y sin necesidad de taparnos el rostro.

Indicaron donde debíamos ir. ¿Y adivinen? Justo junto a Kevin y Ángeles. Tuve que sentarme al lado de ella, maldita sea.
Se habia cambiado. Tenía un vestido rojo ajustado a su cuerpo, corto. Trataba de no verla, pero no podia. Sus largas piernas necesitaban de mi vista. Trate de disimular, sino Natalia iba a hacer una masacre.

- ¿Y que tal tu vida, bro?

Deje mi cerveza y suspire.

- Normal. Nada de otro mundo, con mi carrera y mis shows. ¿Tu?

- Igual, aunque ahora tengo un tiempo de descanso.

Me di cuenta que Ángeles me estaba viendo los labios. Gire mi rostro

- ¿Que haces?

Susurre.

- Muero por comerte la boca

Respondió igual.

- Iré al baño...

Habló normalmente y se levantó.

- Yo igual...

Fui tras ella.
En el pasillo, cuando ya salí del baño, me arrinconó y sonrió.

- ¿Sabes que odio a Natalia? -Asentí- ¿Y por qué la trajiste?

- Ella quiso venir, mi idea era dejarla en su casa...

Se acercó, casi que me besaba. Sentía su respiración sobre mi boca. Aunque tenga zapatos de taco, yo termino siendo mas alto.

- Luego lo tendremos que arreglar, Dirty Boy.

Me soltó y se fue.

¿Que demonios?

Ah no, esto no se queda asi Ángeles Sara Orrego.
Me la voy a cobrar... Y vaya manera tengo en mente.

Indifferent LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora