Indifferent Love

Capítulo 57

Narra Juan.

Maratón 4/5.

La morocha se acerco a mi y sonrió.

- ¿Y Angie?

Pregunte.

- Fue al baño.

Asentí no muy convencido.

- Oye, tengo trabado un cierre y no tengo Fuerza... ¿Podrías ayudarme?

Todo esto es muy raro.

- Si...

Entramos a una habitación y cerró la puerta. Buscó un vestido y me lo dio

- Es para ahora...

Empezó a desvestirse. Rodé los ojos y bajé el cierre perfectamente, sin fuerza ni nada.

- Listo.

Deje el vestido en la cama y traté de abrir la puerta. Estaba cerrada con llave.

- ¿Puedes abrir?

Negó y se acercó a mi. Me acorraló contra una pared y sonrió.

- Estamos solos niño... Angie no se va a enterar.

La miré de arriba a abajo con asco.

- Dejame salir.

- No...

Su mano recorrió mi pecho. No quería tocarla siquiera, pero la empuje y empecé a buscar la llave.

- No vas a encontrarla.

Caminé a la ventana y trate de abrirla. También trabada.

Tengo que salir.

- Sacame de acá.

Terminó de desvestirse y me tiró a la cama. Se subió sobre mi y me ató a la cama.

- ¡Hija de puta! Sacame.

- ¿Tara?

Se bajó y vistió. Abrió la puerta y salió, dejándome encerrado a mi.

- Mierda...

Temía que le pase algo a Angie. Seguro la encerró y ella tiene ataques de pánico.

Traté de soltarme.  No pude. Y mientras mas intentaba, mas me ajustaba.

Que sea lo que dios quiera. Sólo quiero que Angie esté bien.

Narra Angie.

No sé cuanto estuve acá. Seguro 12 horas o más. Ya estaba oscureciendo.

Me muero de hambre y la descompostura me arruinaba.

Me pareció raro que no me buscaran. Seguro la hija de puta de Tara les dijo que me fui.

¿Y Juan? ¿Cómo estará?

Me acosté en el piso y suspire. Quiero salir. Quiero irme.

Sostuve mi vientre y cerré los ojos
No doy mas del hambre.

Me levanté y mire por la ventana. Estaba el jardinero regando el césped. Golpee el vidrio.

- ¡Henrry! ¡Henrry! ¡Ayuda!

Volteo y me vio. Soltó la manguera y corrió adentro.
Dios... Que me saquen de acá.

Escuche la llave entrar en la cerradura y voltee.

- ¡Hija!

Me abalancé a mi papá.

- ¿Estas bien?

Negué

- Tranquila cariño... Vamos abajo

Bajé con mi papá y fuimos a la cocina. Enseguida tomé agua y empecé a comer todo lo que estaba a mi alcance.

- ¿Como llegaste ahí?

- Tara me encerró. No se. Estuve todo el día ahí.

Mi mamá suspiro

- Es un diablo esa chica.

- ¿Donde está Juan?

Pregunté.

- No se...

- Dame el juego de llaves.

Mi papá me las dio y subí en su búsqueda. Buscandolo en todas y cada una de las habitaciones. Hasta que lo encontré. Estaba atado de pies y manos.

- Amor...

Empecé a desatarlo. Despertó y me miró asustado.

- Soy yo amor.

- Nena.. ¿Estas bien?

- Si, dejalo ahí.

Terminé de desatarlo y lo besé.

- Tranquilo... Esta todo bien.

Suspiro y lo ayude a bajar.

Mi prima se ganó todo mi odio