Parte 24

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  - ¿Por qué? -pregunto soltando un quejido de dolor que se escuchó en toda la conocida habitación, haciendo eco. Dolía como la mierda, pero ya no sentía tanto su cuerpo luego de que hiciera lo mismo con la heridas en su espalda.

Ji-eun miraba concentrada la herida del abdomen que ella misma infligió mientras volvía a unir la carne solo con aguja e hilo, sin anestesia. Sus ojos fijos en la roja sangre que seguía brotando en abundancia

- ¿Por qué, qué? -preguntó cambiando su voz a una extrema suave que causó escalofríos en Yoongi.

- ¿Para que herirme si después me ibas a curar? -gruño molesto de sentir aquellas manos sobre él.

- Por que te amo Yoongi y sé que tu me amas. No puedo permitir que estés lastimado, tienes que vivir para comenzar nuestra historia de amor. -respondió con dulzura, inclinándose para intentar besar los labios de Yoongi, este esquivo su boca haciendo una mueca de asco.

- Loca de mierda. -soltó enojado mientras se limpiaba con asco la mejilla que le alcanzó a besar.

- Loca de amor querras decir. -respondió sin estar enojada mientras guardaba todo.

- ¿Cómo entraste a mi departamento?

- Bueno... No eres muy bueno con las contraseñas Yoongi, y mande a cambiar la cerradura después. -se acomodó a su lado. Observando el torso desnudo de Yoongi tendido en su cama- Dime... ¿Quién era ese chico que vino la otra vez y que estabas besando hoy?

- No te importa. -gruñó mirándola con odio.

- Claro que sí, me importa todo de ti Yoongi, siempre ha sido así... ¿Por qué crees que aconseje a Suran de que te dejara? ¿O que la incitará a acosarte mientras te vigilaba?

- Fuiste tú, aquellas fotos, amenazas y animales muertos. Tú fuiste la que me disparó ese día en el Hotel.

- Obvio, tenía que mantener alejado a ese molestos amigos tuyos que se transformaron en amantes, aunque sabía que entre ustedes no podía haber nada, por eso no les hacía nada a ellos. Tú solo debías necesitarme a mí, pero aun así nunca me llamaste. -dijo lo último con odio.

- Se supone que estabas en otro país. -respondió con esfuerzo.

- Aunque fuera así debiste llamarme, hubiera vuelto... Aunque nunca me fui a decir verdad. ¿Sabes? Este no era mi plan principal a decir verdad. -estira su labio inferior- Mi plan era que te quedaras solo como estabas y que yo ocupara el puesto de ese enano. -su expresión cambia a una sonrisa malvada- Pero no importa, ahora te llevaré lejos de ese enano y serás solamente mío. -ríe escandalosamente mientras pasaba sus manos por el abdomen y brazos desnudos del contrario.

Yoongi se removía con asco de su tacto, solo esperaba de que Jimin fuera a rescatarlo. Confiaba en que su pelinegro lo rescataría. Gimió de dolor cuando Ji-eun presionó sobre su herida provocando que volviera a sangrar. Se sentía un poco mareado y débil de toda la sangre que había perdido.

- No pienses en él cuando estés conmigo. -pronunció con odio, juntando sus labios.

- Él es el único en el que pienso, al que beso, abrazo y amó. -pronunció sonriendo arrogante. Sus ojos brillaban de dolor.

Un ruido en la entrada alertó a la chica. Rápidamente tomó el arma que había conseguido y salió de la habitación encerrando a Yoongi en ella. Lentamente con las luces apagadas camino hasta la entrada sin ver a nadie. Su alrededor silencioso no le gustaba, había algo, lo sabía. De su bota sacó una daga mientras que en la otra sostenía su pistola, atenta a cualquier movimiento y sonido.

Fama  (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora