Our Kingdom © [KamuKoma/Omegaverse]

22: Un nuevo vínculo

Pasa.

El futuro heredero del reino de Sefliglan pasa la página del libro con aburrimiento, lee las líneas continuas con pesadez, siente los ojos cansados, evita soltar un bostezo y alza la mirada para observar el sereno, y concentrado rostro del príncipe del reino sin nombre. Aprieta los labios al no entender cómo es que no se cansa de leer, por qué tiene tanta resistencia.

— ¿Sucede algo, príncipe Hajime?

Cuestiona al sentir los intensos orbes color verdes sobre su persona.

—Ya me aburrí, Komaeda—hace un puchero— ¿Podemos dejar de leer, por favor?

—Lo lamento, príncipe Hajime —no se había dado cuenta que la tarde ha llegado—. No me percaté del tiempo.

—Es porque andas más concentrado en eso... —señala el libro de portada azul—,...que en mí. No es justo.

El omega sonríe con ternura y busca una solución para el malestar del cachorro.

—De acuerdo —cierra el libro y lo deja encima de la mesa— ¿Qué desea hacer, príncipe Hajime?

El mencionado hace una expresión de estar pensando.

—Ya es tarde por lo que no podemos ir a cabalgar —murmulla dando pequeños golpes con los dedos sobre su labios—. Mhm...mhm...tampoco, podemos ir de excursión...mhm...

Mientras, el príncipe del reino del sol piensa en alguna actividad divertida el mayor se pone de pie, agarra los libros, los cuales han estado leyendo, y los pone en su lugar con cuidado.

— ¡Ya sé! — Hay emoción en su tono—. Hay que...

Es interrumpido por los suaves golpes en la puerta.

—Adelante.

Dice el de cabellera blanca entrelazando las manos y dejándolas encima de su vientre.

—Disculpe que los interrumpa —menciona Makoto con una sonrisa nerviosa por la expresión de enfado en el menor—. Pero, tu padre te necesita en su oficina.

— ¿Ahora?

El príncipe del reino sin nombre nota la preocupación en su tono.

—Sí, ahora —también, hay preocupación en el otro omega—. Es mejor que te apresures.

El cachorro traga saliva, asiente y sale con la cabeza gacha de la biblioteca.

No es de mi incumbencia, pero...

—M-Makoto —lo llama con duda— ¿Pasó algo malo con el príncipe Hajime?

—Oh, pues... —suelta un largo suspiro—,..., al parecer, está teniendo problemas en varios cursos —un extraño sentimiento se hace presente en el pecho del omega de diferente vestimenta—. Mi esposo, Togami, me ha comentado que no importa qué método utilice Hajime no pone de su parte —hace una mueca—. Ha tenido que comentarle a Kamukura —niega con su cabeza como si estuviera recordando algo—. Y no ha reaccionado de una buena manera.

Un escalofrío recorre la columna vertebral del príncipe cuando las oscuras memorias se hacen presente en su cabeza. Los gritos y golpes que recibió por parte de sus tutores hacen que salga de la biblioteca con rapidez.