33: Los planes de la antigua reina II

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Desvía.


El heredero de Sefliglan desvía la mirada de la molesta sonrisa, la cual le está mostrando la princesa Mahiru, busca a su mejor amiga entra la multitud; pero no la encuentra, bufa ante eso.

—Hajime, ya va a sonar la otra canción.

— ¿Y?

La princesa infla las mejillas y hace un puchero con los labios.

—Debes sacarme a bailar —exige señalándolo con su dedo—. Es tu deber como invitado.

— ¿Qué? — No quiere hacerlo—. Mahiru, no quiero.

Chilla comenzando a quejarse y el castaño tapa sus oídos por lo ruidosa que es.

—Mahiru —lo llama la voz de su tío—. Pero, qué modales son esos.

—Tío Ouma, Hajime no quiere bailar conmigo —cuenta con los ojos llorosos, táctica para obtener lo que desea.

—Oh, ¿y a que se debe eso, príncipe?

—Y-Yo... —se pone nervioso—,...lo siento, rey Ouma; pero, no soy bueno bailando —no miente—. No quiero que Mahiru pase vergüenza por mi culpa.

Ahora, sí miente. No le importaría si la omega tropieza y se cae.

—Eso es una verdadera lástima.

— ¿Qué es una lástima, rey Ouma?

Escucha la voz de su padre detrás de él y maldice al dios del sol por tener tan mala suerte.

—Rey Kamukura —saluda haciendo una pequeña reverencia—. El príncipe me estaba contando que no sabe bailar.

— ¿De verdad?

Mira a su hijo con extrañeza.

—Eh, yo...

—Tal vez, si le mostramos cómo se hace, rey Kamukura, su hijo aprenda y vea que no es difícil.

El alfa supremo sonríe con gentileza para ocultar su mirada de molestia, conoce las intenciones del omega de cabellos morados, debe admitir que es demasiado astuto, y sin tener más opción lo invita a bailar; por supuesto, la imagen no es del agrado del príncipe de Sefliglan dado que piensa que debería estar bailando con Komaeda.

—Es una pena que el príncipe Komaeda no esté.

—Lo es —afirma en tono neutral.

— ¿Tan mal se encuentra?

Nunca había deseado que la música tradicional de su reino dejará de sonar con tanta desesperación.

—Se me es desconocida la información, rey Ouma.

—Eh, ¿pero que no es su palacio? —se burla con total descaro.

Evita gruñir. Siempre debe estar calmando a su lobo cuando está con el omega de ojos morados, no porque le guste o encuentre atractivo si no porque le causa molestia, al igual que su aroma.

 Our Kingdom © [KamuKoma/Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora