Capítulo I. De vuelta al pasado.

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Antes de comenzar, quiero que sepan que éste no es el típico cuento de amor, por mucho que me duela.
Me llamo Sophie y ésta es la historia de cómo metí la pata hasta el fondo...
Soy abogada, trabajo en un Registro Civil y actualmente me encargo de unir en matrimonio a las parejas que así lo requieran. Básicamente los convierto ante la ley en personas oficialmente casadas.

Ahora, les voy a contar de lo que sucedió aquella vez.
Ese día, como cualquier otro, llegaba a mi trabajo cuando lo ví, cerca de la puerta, acomodando su corbata, vestido con un traje oscuro que le quedaba pintado, con el cual le resaltaban esos ojos bellos que varios años antes me transmitían tantas sensaciones que se me haría imposible explicarles.
Se encontraba en un rincón junto a la entrada, ignorando a los demás como solía hacer cuando lo conocí. Como sólo él sabía hacerlo, de una manera muy sutíl. Con una leve sonrisa en sus labios, en ésos labios que alguna vez fueron míos... ¿Fueron alguna vez míos?
Nunca lo supe...

Salí de mi embelesamiento, del shock del momento en cuanto lo vi levantar la vista... En el momento que me miró. Y me di cuenta, lo sentí, supe que ésa mirada fue igual a la que me había dado muchos años antes, tantas veces...

Pensé todo eso en sólo unos segundos. Pero, al darme cuenta de que debía entrar a la oficina, un huracán de preguntas atacaban mi cabeza.
¿Qué hacía ahí? ¿Acaso iba a contraer matrimonio?
No lo entendía... Comencé a buscar la lista de parejas que tenía fecha para casarse en ése momento. Cuando estaba por entrar vi un joven vestido con un traje de azul marino, estaba segura de conocerlo de antes.
Si mal no recordaba, era compañero de curso de Claudia, mi mejor amiga, en la secundaria a la que íbamos y había una morena, que también iba a mi instituto, pero con ninguno de los dos había tenido trato nunca. Me costó recordarlos pero luego de unos minutos los reconocí y estuve segura de que eran ellos.
Además de ellos, vi una que otra cara conocida. después de todo, viví casi toda mi vida en la misma ciudad, y al ser tan pequeña, siempre te encuentras caras conocidas. Pero... Hacía tiempo no veía aquel rostro que por tanto tiempo esperé. Aquel que anhelé con locura en algún momento de mi vida.
Mientras pensaba en todo eso seguía buscando los nombres de los que tenían cita para la primera boda de la jornada y me di cuenta de que no debería estar haciendo eso. No debería estar pensando así, ni buscando su nombre en el registro, ni volviendo a recordar...

Era peligroso... Si aquel encuentro casual despertaba en mí cosas que se suponía ya no existían, sería lo mismo que jugar con fuego.
Y ahí estaba...Lo encontré...
En la lista estaba su nombre...

-Víctor.-

Tal vez en otra vida...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora