Capítulo II. Los Novios.

154 15 0
                                    

    Al decir su nombre, ése nombre que hace tanto  estaba olvidado en mi corazón, me sentí extraña por no saber cómo etiquetar mis emociones.
Sin poder seguir perdida en mis pensamientos, acomodé mi ropa, mi falda negra de tubo que me llegaba hasta arriba de las rodillas y mi blusa blanca preferida, me dirigí a la puerta tratando de disimular todo lo que estaba sintiendo en ése momento, llamé a la pareja y sus invitados.
El primer matrimonio del día.
Salí a la recepción y con la mejor sonrisa que me salió en el momento invité a pasar a los presentes.

-Pueden entrar.-
Dije y vi entrar a la novia, una morena despampanante, en un vestido color manteca de corte griego muy bonito, fresco y acorde para una boda de día. Para ser sincera era preciosa, de ésas que te hacen sentir pequeñita e insignificante. Detrás la seguían una rubia bastante… ¿Voluptuosa? no muy agraciada para ser sincera, envuelta en un vestido de satén más que corto, rozando la vulgaridad, en color rosa pastel, Y dos hombres venían por detrás de ellas.
Uno en un traje color azul marino, el muchacho que según yo, iba a la misma clase que mi amiga, muy bien parecido. Con una gran sonrisa en el rostro, y junto al joven de azul, venía él...
Él... En ése traje negro que le quedaba a la perfección. Con una media sonrisa que apenas se percibía... Con ésa carita de poder arrasar con el universo entero si se lo proponía. Con su arrogancia y sus aires altaneros qué tan bien le sentaban.
Me perdí en su figura. Todo en él me decía que estaba equivocada, que nunca lo había olvidado.
Y mientras lo miraba, pasaron los cuatro junto a mí. Seguidos de familiares y amigos.
Los miré, y tratando de mantener mi sonrisa me dirigí al escritorio. Y los invité a ponerse cómodos como se acostumbra ántes de comenzar.

-Novios y testigos tomen asiento por favor...-

Volví a mirar la hoja que tenía los datos de ellos y vi sus datos. Entre ellos...

Víctor .S. Cristie

Nacionalidad, dirección, edad, fecha de nacimiento, y un sinfín de datos que no vienen al caso...
Testigo.

Estado Civil: DIVORCIADO...

¡¡¡Divorciado!!! en mi mente estaba saltando de alegría aunque por fuera mantenía la compostura y la típica cara de póker que tenemos casi todos los abogados.

El no se iba a casar. Y sí, señoras y señores, que sea la protagonista no quiere decir que sea una santa. Les confieso que en éste caso, en ésr momento no me habría alegrado tanto la dicha ajena. No sabía por qué,  aún no lo tenía claro,  pero eso se sabría pronto...

En fin, gracias al universo el no se iba a casar. No iba a ser yo quien lo case con otra...
Después de aproximadamente una hora,
terminó la ceremonia, y todos se retiraron.
Por otra parte, yo quedé sentada en aquel escritorio,  perdida por unos minutos en mis pensamientos, cuando una voz conocida me trajo violentamente a la realidad.
Levanté la mirada y una silueta más que conocida me miraba desde el umbral de la puerta.

-Estás condenadamente buena con ése atuendo de oficina, siempre me volvieron loco tus piernas... Se me ocurren tantas cosas...-

Se tomó la molestia de venir a moverme el piso, de descolocarme totalmente. Luego, dio media vuelta y salió.
En silencio, se fue sin darme tiempo a nada.
A Víctor siempre le divirtió descolocarme, pero no pensé que después de tantos años sin saber nada el uno del otro seguiría siendo tan odioso como antes...

Y ahí me quedé. Pensando en lo que no debía.
Pensando en correr y decirle todo lo que no pude en su momento...
Pensando y recordando.

Callada, confundida como siempre que él aparecía frente a mí...

Tal vez en otra vida...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora