Capítulo XX. No es divertido.

46 8 0
                                    

Habían pasado algunas semanas desde la última noche que pasé con Víctor. Las vacaciones estaban por terminar así que mis padres no me estaban permitiendo salir demasiado ya que debía de releer apuntes y prepararme para el regreso a clases.
Recordé que por la noche mis padres saldrían a cenar así que decidí llamar a Víctor a su casa para decirle que tendríamos tiempo para vernos, claro que a escondidas porque si mis padres se enteraba de que un chico entraba en casa cuando ellos no estaban era obvio que me castigarían por años.
Decidí llamarlo a su celular desde el teléfono de casa.

-¿Hola? ¿Quién es?-
Una voz femenina me respondió.

-Hola, ¿Yesica?-
Hablé, porque sería menos sospechoso que llamar y cortar. La voz que me atendió me pareció que era la de Sabrina. Genial. Lo único que me faltaba.

-No, éste es el número de MI NOVIO. Te haz equivocado.-

-Ok. Gracias.- Respondí y colgó.

Ahora, alguien explíquenme ¿Qué ha sido eso?
¿Quién responde así?
Yo, hubiese dicho 'número equivocado' y listo. Pero bueno, tal vez Sabrina necesite decirle al mundo que a éstas horas de la mañana se encuentra con su novio.
-Que perra.-
Pensé en voz alta y sonreí al pensar que esa sería yo, después de todo, todo éste tiempo me he estado revolcando con su novio.
Entonces, revolcarte en la cama del novio de alguien te convierte en una perra. ¿No?
En fin, después decidí ir a la cocina a desayunar.
Desayunaría sola, ya que mis padres no estaban en casa, así que decidí tomar algo ligero.
Me acerqué al refrigerador y saqué una botella de yogurt, tomé una caja de cereales de la alacena, lo preparé y cuando me dispuse a comer el olor del yogurt me provocó náuseas.
Salí disparada hacia el baño y no vomité porque aún tenía el estómago vacío así que después de un rato, cuando se me pasaron las náuseas, volví a la cocina y tiré a la basura la botella de yogurt, era obvio que por el olor desagradable que tenía estaba en mal estado. Luego deseché lo que había servido en el tazón en el lavamanos, tapando mi nariz para no volver a olerlo.

Después de al menos una hora, volvieron mis padres a casa y les pedí permiso para ir a visitar a Claudia.
Me dijeron que sí, pero que volviese antes de que ellos se fueran.
Acepté y salí.

Llegué a la casa de Claudia y pude verla en su patio conversando con Víctor muy seriamente. En cuanto me vieron dejaron la conversación.
Me acerqué y los saludé, y Claudia nos invitó a entrar en su casa.
Ambos aceptamos el ofrecimiento. Nos dispusimos a tomar unos batidos que preparó Claudia para los tres.
-Sophie, por la tarde debo llevar el auto de mamá a hacer algunas reparaciones. ¿Quieres acompañarme o tienes algo que hacer?-

Antes de darme tiempo a responder Víctor acercándose a mí, contestó por mi:

-Sí. Hemos quedado con Sophie en ver una película hoy por la tarde. ¿Recuerdas verdad?-

Miré a Víctor algo sorprendida, claro que mentía. No habíamos quedado en nada. Pero Claudia lo miró inusualmente seria y me dijo:

-Ok. Cuando vuelva te paso a buscar por su casa.-

Nos quedamos al menos una hora o dos conversando de varias cosas. Y luego, cuando Clau se fue, Víctor y yo nos dirigimos a su casa.

Fuimos a su habitación supuestamente a ver una película, cuando subimos la escalera me sentí extraña, pero supuse que era por el batido de Clau. Aún estaba algo descompuesta por el Yogurt en mal estado de la mañana. No debí tomar nada. Subimos a la habitación y vimos media película porque luego las cosas se subieron de tono.
¿Me entienden?
Pero yo aún me sentía mal.
El estaba por tomar un condón del cajón del escritorio pero yo lo detuve.

Tal vez en otra vida...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora