Capítulo XV. ¿Lista?

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Pasaron algunos meses y lo nuestro seguía igual. Sin palabras bonitas, sin promesas, sin romance, sin nada.
El último día de clases, antes del día de la fiesta y de que empiecen las vacaciones, mientras estábamos en la hora de almuerzo nos sentamos en el buffet en la mesa de siempre.
Claudia, como hacía algunos días sólo hablaba de la fiesta de fin de curso. Después de todo, ella era la encargada de la ambientación de ése año. Claro que yo la escuchaba atentamente porque le había prometido ayudarla en todo lo que pueda.

-Entonces hoy pediremos permiso a tu padres para que te quedes a dormir en casa. Mañana temprano me ayudarás a decorar y preparar todo.- Estaba muy emocionada por la fiesta.
-Ya he hablado con mis padres. Supuse que me necesitarías y me he adelantado a eso.-
-Ay Sophie, por ésas cosas eres mi mejor amiga, no sé qué haría sin ti.-
-Una fiesta aburrida. Claramente.- Respondí a modo de broma. Y ella sonrió.
-Hoy, después de clases iremos a comprar nuestros vestidos, las dos debemos estar divinas. Víctor ya arregló todo y se asegurará de que no venga Sabrina, le será fácil ya que como sabes, ella  a  una escuela privada en su distrito.- Lo dijo sin más, y me di cuenta de que se había acostumbrado a la situación y a ayudarnos para que nos veamos siempre que séa posible.
-Ok, pero primero debemos pasar por casa a avisar a mis padres.-
-Está bien So- Dijo, mientras tragaba hambrienta su hamburguesa. Luego, se terminó la que yo dejé a la mitad. Sonó el timbre y fuimos cada una a su clase.

Por la tarde, hicimos lo acordado y luego fuimos a comprar nuestros vestidos.
Ella se compró uno de color azul que le quedaba espectacular, bastante corto, pero como ella siempre fue un poco más atrevida que yo, lo eligió y cuando se lo probó quedó encantada. Resaltaba sus ojos claros y me imaginé que su cabello dorado suelto le quedaría genial con él.

Yo, bueno, me compré uno en color vino que según ella me quedaba perfecto, con la espalda abierta y el escote bastante descubierto pero sin mostrar demasiado, de largo me quedaba bien y a los lados era un poco abierto, algo translúcido, lo que le daba un toque muy sensual. Claro que me gustaba, y mucho, valió la pena buscar hasta el cansancio. Era sexy pero nada vulgar.
Para calzarnos ella eligió unas plataformas con brillos, hermosas plateadas súper altas que con su vestido azul quedarían perfectas. Por otro lado yo elegí unos tacones negros muy clásicos y aunque eran altos se veían muy discretos. En fin nos gastamos nuestros ahorros en ésos atuendos, como mínimo debían quedarnos perfectos.

Por la noche los padres de Claudia llegaron, cenaron con nosotras y se fueron a dormir. Se pasaron toda la cena diciéndonos que habían hablado con mis padres y que decidieron que nos darían un voto de confianza y  nos dejarían ir solas. Que podríamos hacer lo que quisiéramos mientras nada se salga de control. Y ellos se quedarían en su casa, que tampoco nos irían a recoger para no hacernos avergonzar frente a los demás compañeros porque ellos también fueron jóvenes y bla, bla, bla, que ante cualquier inconveniente debíamos llamarlos. Y más sermones de ésos que dan los papás.
En realidad, como ya les había dicho. Yo era prácticamente de la familia así que el sermón fue para mí también. Aunque a decir verdad, los papás de Claudia eran bastante más jóvenes que los míos y eran mucho más modernos, pero también más estrictos al mismo tiempo. Al igual que mis padres, no eran muy duros con ella aunque solían ponerle más condiciones y límites porque como como Claudia se mandaba una que otra de las suyas de vez en cuando, la mantenían más vigilada de lo que mis padres hacían conmigo.
Terminada la conversación y la cena subimos al cuarto de Clau, estábamos cansadas de caminar tanto buscando nuestros vestidos y zapatos ideales y a buen precio claro, tampoco es que nos sobraba el dinero, después de prepararnos para ir a la cama nos dormimos en seguida.

Por la mañana nos alistamos y salimos rumbo al colegio. Nos quedaba muy cerca, así que decidimos que yendo a pie llegaríamos más pronto que esperando el autobús, que pasaba igual aunque ése día no había clases porque la escuela entera se prepararía para ésa noche.
Perdimos casi todo el día inflando globos, decorando y demás, pero nos quedó todo a pedir de boca. Mejor imposible.

-Ya está, ahora a casa a ponernos lindas mi querida asistente.- Dijo Claudia mientras observaba todo con las manos en las caderas, obvio que se le notaba lo ansiosa desde la otra calle.
-Yo no me voy a poner linda yo SOY LINDA, querida.- Le respondí haciéndole con la mano un gesto de superioridad fingido.
-Ok, Señora Diosa, vayamos y dejemos de perder tiempo.-

Fuimos a su casa a alistarnos y para el atardecer ya estábamos vestidas y maquilladas.
Nuestras mamás que eran buenas amigas ya que mi padre y el de Claudia trabajaban juntos y también eran muy amigos, estaban en casa de Claudia reunidos con la excusa de que hoy cenarían los cuatro. En realidad querían vernos.
En fin, ambas madres, que nos habían ayudado con los peinados y maquillaje no dejaban de decirnos que estábamos hermosas. Claro que nos tomaron montones de fotos antes de que nos fuésemos. Nuestros padres que se tomaron el trabajo de esperar en la sala para ver a sus dos pequeñas salir hermosas nos llenaron de cumplidos y advertencias sobre chicos. Después se quedaron conversando entre los cuatro y comentando lo guapas que estábamos y como crecimos y demás cosas.
Y sin más, salimos rumbo a la esperada fiesta.

Nos esperaba un coche en la puerta, era Florencia y su primo. Un tal Adam al que ella invitó, supuestamente era de otro colegio. Yo no lo había visto en mi vida.
Subimos. Florencia que era muy poco formal y bastante, tonta digamos. Nos presentó sin muchas formalidades como para que los cuatro supiéramos nuestros nombres y ya. Pude notar cómo Adam me miró todo el camino al instituto que gracias al cielo era bastante corto el trayecto. Y lo primero que hice al llegar fue pedirle a Claudia que nos perdiéramos de su vista.
Aunque ella me dijo que según su criterio era un chico bastante guapo, y seguro, sin novia. Que a ella no le molestaría distraerlo un buen rato. Y si, por lo que nos enteramos más tarde además de lindo, no tenía novia.
Pero yo quería estar con Víctor aunque tenía claro que no me convenía.
                  

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¡¡¡Próximo capítulo exclusivo +18. !!!

Están avisad@s Chiquill@s.

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