Capítulo XVIII. Ilegal.

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Ésa misma madrugada de la fiesta de fin de curso, él me pidió que me quedara, diciendo que quería estar conmigo.
Claro que acepté, yo también quería quedarme, así que llamé a Claudia para avisarle que iría a su casa antes de que se despertaran sus padres. Que gracias al cielo, los fines de semana solían dormir hasta cerca del medio día.
El me prestó su ropa para dormir, ya que no podía hacerlo con el vestido. Después de entre bromas decidir si lo mejor era dormir desnuda o con ropa, me puse la que él me había prestado, claro que Víctor seguía insistiendo en que debía optar por la comodidad de la desnudez, y aunque me quedaba enorme, me gustó mucho poder usarla. No por ser cómoda. Sino porque era de él. Y era la prueba de que ésa noche no fue sólo un bonito sueño. Todo pasó realmente.
Finalmente después de vestirme me acurruqué en sus brazos y nos dormimos. Como a las 5am me desperté y fui directo al baño a lavarme la cara y ponerme decente. No quería parecer una bruja como cuando recién me despierto. Luego bajé a la cocina a preparar un café, me llevó algunos minutos encontrar lo que necesitaba, ya que no conocía muy bien la casa. Cuando hallé todo, preparé una taza para cada uno y las puse sobre una bandeja para llevarla a la cama.
Cuando estaba por poner las tazas en una bandeja, pude sentir que me tomó de la cintura.
Era obviamente él.
-Que sexy te ves en ésa ropa.
Pero como dije anoche te verías mejor sin ella Chiquilla.- Me habló al oído apretando su cuerpo a mi espalda. Me giró y me levantó brevemente en brazos. Me besó y tomándome de la mano me llevó otra vez camino a la habitación.

-Espera. Te preparé un café.-
Dije señalando las tazas que quedaron junto a la cocina.

-Lo único que quiero desayunar es todo lo que traes bajo mi ropa.-
Se detuvo junto a mi, al pie de la escalera, dejando mi cuerpo pegado junto a la pared. Me besó en el cuello y lentamente bajó sus manos por mí cintura y terminó quitándome el pantalón, dejándome sólo con su camiseta y mi ropa interior. Claro que lo hizo fácilmente, ya que no me opuse en ningún momento.

-Sube así Chiquilla. Quiero verte.-

-Noo, que vergüenza.-
Respondí tapando mi cara con mi mano.

-¿Acaso fue una pregunta?-
Dijo, besándome esta vez cerca de mi oreja. Y acariciando un poco mi muslo desnudo.

-Ok.-
Acepté y comencé a subir lentamente. Después de algunos escalones escuché un silbido, el típico que usan los hombres cuando una muchacha 'está buena', ¿Me explico? Y por detrás, comenzó a subir él.
Llegamos a la habitación y ya saben lo que sigue...
Volvimos a...
Bueno, eso.
Después de un rato de haber terminado estábamos abrazados y escuchamos pasos cerca de su puerta. El rápidamente tapó mi cara con la sábana y se hizo el dormido.

-¿Víctor? Llegué temprano.-

-Hola mamá. Ya lo he notado. Podrías haber tocado antes de abrir la puerta.-
Le respondió en un tono de voz bajo. Supuse que la idea era que su madre piense que la "cosa bajo las sábanas" aún dormía y a decir verdad no me pareció mala idea. Después de todo no sería muy lindo asomar la cara y decir "Buen día doña. Vine a cepillarme a su hijo aprovechando que usted y su nuera no estaban." Mejor me quedaba quietita haciéndome la dormida.

-Iba a preguntarte sobre las tazas llenas de café que están en la cocina , y el pantalón que dejaste al pie de la escalera, pero viendo esto y el vestido que está sobre el escritorio no hace falta. Aquí te dejo el pantalón. Que no vuelva a pasar, no quiero ropa en todos lados aunque yo no esté en casa.-
Respondió su madre bajando más la voz. Y continuó.
-Creí haberte hablado sobre tu actitud y el jugar con los sentimi...-

-Es Sabri mamá. No estoy jugando con nadie. ¿Puedes irte por favor? Luego hablamos.-

-Más vale no estés mintiendo. Voy a dormir. Hoy vuelvo a trabajar en unas horas-
Terminó de hablar su madre y se fue cerrando la puerta tras de sí.

Yo me quedé aún con la cara tapada bajo las sábanas. Pero luego de la conversación que acababa de escuchar no sabía cómo sentirme.
Lo que me había quedado claro, si alguna vez tuve dudas de ello es que no era más que una más.
Porque, al parecer. 'Sabri' era la Única. "La legal".
En cuanto se oyó la puerta de la habitación de su madre cerrarse, tomé mis zapatos, mi vestido, mi celular y llamé a Clau para que me abriera la puerta.
Víctor me acompañó hasta su casa y nos despedimos cuando toqué el timbre, por si en lugar de Claudia salía alguno de sus padres.
Del otro lado de la puerta estaba Claudia esperándome.

-Buen día mujerzuela.-
Me dijo entre risas.

-¿Que dices?-
Fingiendo enojo.

-Ohh lo siento, creí que fuiste a revolcarte con mi vecino sexy pero sólo se fueron de la fiesta directo a su habitación porque se le hacía tarde para leer la biblia. ¿Verdad?-
Respondió tapando su boca para que no se escuche la risa que estaba tratando de acallar.

-Ya... Luego te contaré todo.-
Y nos dirigimos a su cuarto.
Una vez allí me señaló con el dedo diciendo.
-Oye... ¿Esas fachas de vagabunda con aires de diva?-
Miraba mi ropa, bueno, la que me prestó Víctor que quedaban totalmente horrible con los zapatos que usé para la fiesta. Y ya no pudo contenerse y largó una carcajada que resonó en toda la habitación. Se quedó callada cuando del cuarto de junto se escuchó la voz de su madre, diciendo que si recién llegamos que hagamos silencio porque ella quería seguir durmiendo.

Por lo que pude notar Clau también hacía poco llegó. Aún tenía su vestido azul puesto. Pero no llevaba maquillaje y en lugar de sus zapatos tenía sus viejas pantuflas de ésas gigantes que parecen garras.
La verdad es que se veía muy graciosa.
Luego nos tumbamos en la cama a hablar de la fiesta que según ella estuvo genial. Me interrogó sobre los detalles de mi noche con Víctor, que si me dolió, si usamos condón, y demás. Como ella ya tenía bastante más experiencia que yo, no le daba vergüenza hablar de ello y se entretuvo un rato sacándome el chisme. Luego, me comentó que Adam no hizo más que preguntarle por mí. Lo que le dio un pelín de celos porque según ella estaba muy bueno, y tal vez podía haber hecho alguna travesura con él pero que perdió el interés al verlo tan bobo sólo tratando de que lo ayudara conmigo.
Lo peor fue que yo ya había olvidado que fue con nosotras. Así que sólo nos reímos de eso.
Después de ésa noche, Pasaron algunas semanas muy divertidas. Los fines de semana me la pasaba en casa de Clau. Y habíamos logrado ganarnos la confianza de nuestros padres. Por lo que cuando sus padres salían en algún fin de semana nos dejaban a ambas a cargo de la casa. Y algunas veces llamábamos a "su chico de turno" (Es que casi nunca venía el mismo más de dos veces). Y a Víctor para cenar. U organizábamos citas dobles. Obvio que yo en repetidas ocasiones cuando el no era visitado por su noviecita en lugar de quedarme en casa de Clau iba con él a pasar la noche en su casa. Y me iba antes de que llegue su madre o los padres de Claudia.
Un tiempo después se sumaron a nuestro círculo Florencia y su novia ambas ya sabían de lo nuestro con Víctor. Pero se relacionaron más con nosotros, aunque en realidad eran más amigas de Clau. Sí, Flor era bisexual. Pero según ella no le gustaba etiquetarse. Y estaba súper enamorada de una chica que le llevaba como 5 años. Y Adam... Adam el pesado primo de Flor también empezó a entablar amistad con nosotros, así que él y yo nos hicimos amigos, porque después de tanto insistir conmigo se dio cuenta de que sólo tenía ojos para Víctor.
Claro que a Víctor no le hacía ninguna gracia que anduviese de amiga de alguien que me "quería clavar los colmillos"
Pero, más que mirarlo mal. No hacía.
Pero como no todo puede ser perfecto, luego de varias semanas más las cosas se complicaron un poco.

Tal vez en otra vida...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora