Los Merodeadores- Cambiando la Historia

Arreglos

Aquella muchacha solo sonreía mientras se paraba en el espejo junto a una joven de hermoso cabello oscuro y ojos grises, ataviada en un hermoso vestido color azul oscuro que hacía resaltar su piel blanca. 

- Cualquiera diría que somos hermanas, ¿no crees Wallbie? - soltó la otra mientras le arreglaba el vestido. 

- ¡Agh! Lyra, por Merlín. ¿Se te ha pegado ese tonto apodo de Alphard hacia mi? - preguntó con algo de desdén.

- Me parece tierno, ¿sabes cuanto te quiere Al? Creo que te admira - dijo con un deje de orgullo y una sonrisa de medio lado - Eres su hermana mayor, además siempre me dice que has cuidado de el, mas que Cygnus.

- Solo porque era un niño llorón, Padre pedía que me encargara de el - soltó rapidamente aunque sabía que en parte no era así, no era realmente una obligación - además solo nos llevamos dos años. 

- Es lo mismo - replicó - ¿Crees que tu hermano me pida salir?

- Su matrimonio ya está pactado Lyra - se giró hacia ella volteando sus ojos como si fuese mas que obvio que la invitaría a salir - Debe hacerlo, tu padre lo mataría si te hace algún desplante luego de todo. 

- No hablo de eso... - Lyra se acercó hacia Walburga y acomodó su cabello - ¿Que no te gusta cuando Orión te hace alguna de sus galanterías? Quiero decir... Le encanta lucirte frente a sus amigos y que bailen juntos en las fiestas. 

- Es entretenido, además no puedo negar que es muy guapo, pero es muy blando de vez en cuando. 

- ¿Blando? Solo porque le gusta ser paciente y de pocas palabras no quiere decir que sea blando, por Merlín, deberías darle algo de crédito.

- Una jovencita de quince años dándome lecciones de chicos - se burló haciendo que Lyra girara sus ojos con una media sonrisa - Orión y yo estamos prometidos desde nuestro nacimiento, hemos coincidido siempre en los mismos lugares e incluso estamos en la misma casa en Hogwarts. Le conozco muy bien - ella caminó hacia su tocador y tomó unos pendientes del mismo color del vestido - ¿Que te parecen estos?

- Son muy hermosos Wallbie - asintió - No me cambies el tema, ¿que no sientes nada por Orión?

- Escucha Fawley, es un matrimonio arreglado, ¿que debería sentir?

- No lo sé... - comenzó mientras parecía pensar en una respuesta rápida - Orión es atento contigo y la forma en que te mira - Walburga plantó sus ojos grises en los negros de ella - ¿No te das cuenta? Aunque el matrimonio sea arreglado como tu dices, dudo que Orión haya podido evitar sentir algo por ti. 

- ¿Tu crees? - inquirió con algo más de interés - No es que tampoco eso me quite el sueño, pero...¿Dices que Orion siente algo por mi?

- Estoy segura, además cada vez que Abraxas se te acerca...¡Que descaro! Está recien casado y no le importa que su esposa esté ahí cuando se te acerca - dijo con indignación - Aunque supongo que no puede evitarlo, sobretodo cuando te ves como hoy. En realidad eres muy hermosa, ¿sabes que es lo que mas me gusta de ti?

- ¿Mi hermoso físico y mi particular sentido del humor? - dijo con tono arrogante y Lyra rió.

- Bueno, en parte...pero son tus ojos. Idénticos a los de Alphard, parece que tuvieran toda una constelación allí, entonces ¿no sientes nada por Orión?

Walburga exhaló y dudó por un momento. Lyra era su mas cercana confidente desde que le había conocido mejor, para ser una Ravenclaw y tener la terrible costumbre de ser tan amigable, era realmente una persona que le agradaba tener cerca. Luego de que se anunciara el compromiso de ella con Alphard, se decidió a que le trataría como una hermana como una que le hubiese gustado tener aunque debiese soportar todas sus excentricidades. Por unos segundos recordó como se había sentido al lado de Orion hacía unas noches, él solo la miraba  mientras bailaban, con una sonrisa en el rostro. Debía admitir que le parecía realmente guapo, cuando sonreía se le hacían un par de hoyuelos que le parecían divertidos, aún mas cuando el muchacho muy poco lo hacía, aquello le daba un aspecto mas jovial, su cabello siempre lo llevaba por los hombros, impecable. Estaba segura que muchas envidiaban su posición, sobretodo aquella tonta de Gryffindor que siempre miraba a Orion cuando este practicaba Quidditch, el muchacho no solo era guapo sino que era realmente inteligente, uno de los primeros de su casa y de su año y no dudaba en darle una mano en la materia que mas odiaba ella, pociones. Pero antes se había enamorado de otro chico, pero eso no existía en su familia. El amor no estaba permitido, era algo que no venía con el compromiso de preservar el apellido Black y es por ello que unos cuantos habían sido desterrados de aquel tapiz familiar.