COMPAÑEROS DE CUARTO

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Rin se había levantado muy temprano para mudarse. Mientras caminaba con una caja en la mano se sentía algo nerviosa porque tendría un compañero, un estudiante de medicina, pero no sabía si iba a ser hombre o mujer. Detrás de ella Koro llevaba su equipaje y demás cajas por el pasillo.
Se detuvieron en el apartamento 2B, estaba en el 2 piso y tenía una vista hermosa de los parques al otro lado de la calle. En el centro de la residencia para futuros médicos habían plantados 5 frondosos árboles y todo se apreciaba limpio y tranquilo.
Rin puso la caja en el piso y abrió la puerta, una vez dentro se puso feliz porque el apartamento era más bonito de lo que había imaginado. Parecía nuevo y estaba totalmente amueblado. Sin ser demasiado grande era cómodo para dos personas. Un gran ramo de flores adornaban la mesa de la cocina, al leer la tarjeta agradeció su cambio de actitud:

'Que disfrutes tu nuevo hogar con amor. Dr. Otosan & Deborah'

Rin inspeccionó el lugar rápidamente, ambos cuartos parecían ser del mismo tamaño y compartían el mismo baño. La cocina y la sala eran cómodas. Después de revisar todo el apartamento con la mirada, escogió el cuarto mas alejado de la puerta y empezó a desempacar. Koro dejó las cajas mientras salía a traer el resto.
En cada cuarto había una cama nueva por lo que supuso que su padre había gastado una pequeña fortuna en muebles. Abrió las puertas de su closet y empezó a sacar su ropa. Rin vestía totalmente casual, tennis, jeans y una camiseta de algodón. Llevaba el cabello recogido con una prensa dejando varios mechones sobre la frente.
Cuando salió de la habitación vió cajas en el otro cuarto. Su roommate ya estaba ahí e inmediatamente se hizo mil preguntas de cómo sería aquella persona. Ninguna de sus preguntas se acercaba remotamente a la realidad, de pie en la puerta con una caja en las manos, estaba Inuyasha que la miraba extrañado

"Rin?"
"Inuyasha que haces tu aquí?"
"Ayudo a mi hermano a mudarse!"
"...tu hermano? En serio? Que bueno"
En ese momento Inuyasha sintió como su hermano lo empujaba por la espalda para que entrara.
"Inuyasha muévete que rayos pasa contigo?"

Cuando atravesó la puerta y la vio, el encuentro del aeropuerto le llegó como un violento flash. Se mordió la lengua al verla sonreír, porque era obvio que no lo recordaba

"Hola mucho gusto soy Rin!"
Sesshoumaru no le contestó de inmediato pero si le estrechó la mano que ella le ofrecía y esbozó una tenue sonrisa.
"Encantado Sesshoumaru Youkai"

Rin iba a decir algo pero se quedó viéndolo con los ojos entrecerrados y la alegre sonrisa se fue desvaneciendo rápidamente. Al estar junto a él había reconocido su aroma y el tono de su voz. Cerró los ojos esperando estar equivocada.
Junto a ellos Inuyasha no comprendía porque su amiga tenía aquella expresión de horror. Se volvió hacia su hermano, Sesshoumaru miraba a Rin con una expresión más arrogante que de costumbre y por mas raro que eso fuera, parecía sonreír.. La primera en hablar fue Rin.

"Esa voz, ese aroma...no, no, no...Rayos! Eres tu no es cierto? Eres el grandulón del aeropuerto. Me dijiste torpe!
"Mi nombre es Sesshoumaru no grandulón!"
"Ay como sea pero porque TU? No puede ser...me caes mal!" – Rin hacía pucheros con la boca mientras fruncía el ceño, no podía creer que el hermano de Inuyasha y el hombre del aeropuerto fueran la misma persona, menos que de todos los roommates posibles le hubiera tocado precisamente él.

Inuyasha los miraba confundido, Sesshoumaru estaba divertido de ver que ella se ponía roja como un tomate. Cuando la escuchó llamarlo grandulón, aquellas palabras extrañamente lo pusieron de buen humor.
Cuando Inuyasha les preguntó si se conocían Rin contestó que no y Sesshoumaru solo murmuró un 'si' que hizo que ella se volviera a verlo con los ojos ardiendo en cólera.
Rin se detuvo para detallar a los hermanos buscando el innegable parecido en sus facciones a pesar del color de su cabello. Sesshoumaru tenía el cabello corto pero era de un rubio tan claro que prácticamente era blanco. La melena azabache de Inuyasha le llegaba casi a la cintura.
Al verlos Rin recordó el comentario de Kagome y ahogó una risita, no podía negar que eran apuestos pero guardó la imagen de los ojos ámbar de Sesshoumaru en el olvido. No podía estar enojada con él si estaba pensado que tenía ojos hermosos. Ignorando a Sesshoumaru, le preguntó a Inuyasha si por casualidad se había equivocado de apartamento, cuanto su amigo le negó con una sonrisa, Rin resopló abatida.

NECESITO UN DOCTORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora