NECESITO UN DOCTOR

RECUERDOS

Rin estaba en el despacho de su padre hojeando una revista cuando su progenitor entro y la saludó con un fuerte abrazo y un beso.

"A que debo el honor Angel?"
"Otosan lo que pasa es que vine a decirte que para el viernes Sesshoumaru no puede acompañarnos, iré con Kouji. Sesshoumaru tiene que estudiar!"
"Pues ni modo...así que Kouji, me cae bien Kouji...!"

Rin torció la boca porque su padre parecía confabulado con Kagome para conseguirle un novio y aunque le gustaba Kouji no estaba segura que su amigo estuviera interesado en ella de esa forma.

"PAPA!"
"Queee? Yo nada más dije que me cae bien. Pero sabes que Deborah está empeñada en conocer al 'grandulón'...Angel porque le pones sobrenombre a tu roommate"
"Porque sí, además es la verdad y no te preocupes quizás algún fin de semana podamos almorzar con el grandulón en tu casa...papá Kai vendrá pronto verdad que sí?"
"Ja ja ja pronto Angel, pronto!"

Folken miró a su hija y lo asaltó una duda, dejando los papeles que tenía en sus manos le acarició la cabeza. Rin lo miró con una sonrisa, la sonrisa de su madre, con suavidad su padre le acarició la mejilla, era tan parecida a su difunta esposa en tantas cosas que era como tener un recordatorio viviente.

"Que pasa papi?"
"Es que quiero saber...Rin estás feliz de estar aquí, no te falta nada?"
"No papi no me falta nada...porque me lo preguntas?"
"Preocupación paterna eso es todo!"
"Gracias eres un amor...pero mientes muy mal, te voy a decir lo que le dije a Kagome. Estoy feliz sola! Sí quiero enamorarme y casarme y todo eso, pero quiero hacerlo con la persona indicada y hasta que no aparezca pretendo vivir feliz"
"Ja ja ja bueno pero no me puedes culpar. Estoy seguro que la persona ideal para ti está más cerca de lo que piensas
"Si tu lo dices!"
"Que no me crees? Claro que debe ser alguien digno!"
"PAPI! Ya suenas como Kai...alguien digno ni que fuera una princesa o algo parecido, que me quiera y me cuide es suficiente!"
"Cuando hablas así te pareces a tu madre...!" - Al escuchar a su padre hablar de su madre, a Rin se le iluminó el rostro. Con una sonrisa el honorable doctor apartó el mechón azabache que le caía graciosamente sobre la frente para ver los luminosos ojos.
"En serio? Cuéntame!"
"Ella siempre decía que no era necesaria estar acompañada para ser feliz. La primera vez que la vi me pareció la mujer más bella del planeta. Con sus ojos azules, y su melena negra y larga y esa sonrisa! Milerna era espectacular y yo conozco alguien que se le parece mucho!"

Rin cerró los ojos fugazmente mientras sonreía, para ella el mejor cumplido era que la compararan con su madre. Aunque no creía tener la personalidad agradable y amorosa que tanto extrañaba.

"...mamá era tan segura y todo el mundo la quería yo...siempre ando despistada y hablo sin parar!"
"Pero hija no digas eso, además tu mamá también era súper despistada!"
"Lo dices solo para hacerme sentir mejor!"
"Te lo juro, esa mujer no se daba cuenta de su belleza. No supo que estaba enamorado de ella hasta que la besé, claro que ella creyó que yo estaba loco porque me dio una cachetada...cuando la besé por segunda vez después eso la convenció!"
"Ja ja ja la besaste sin permiso...ella siempre decía que ese había sido el beso mas electrizante que le habían dado...ojalá yo encontrara alguien que me hiciera sentir de esa forma!"

La voz de Rin pasó de divertida a melancólica en un instante, y Folken comprendió a la perfección que su hija extrañaba mucho a su madre. Conmovido la atrajo hasta él en un abrazo, entre sus brazos Rin suspiró y cerró los ojos tratando de contener las lágrimas.

"Te quiero mucho Rin...y ya verás que si encontrarás a esa persona especial!"
"Gracias papi, yo también te quiero mucho!"

Protegida por el cariño y ternura de su padre, Rin dejó que las lágrimas afloraran, al sentirla llorar Folken se le hizo un nudo en la garganta y cerró los ojos. En su corazón y a pesar de amar a Deborah, el recuerdo de su esposa sería una herida que nunca iba sanar por completo.
Ninguno dijo nada, y el doctor Ikegami esperó a que su hija se tranquilizara para verla a los ojos.
"Pequeña...ya no llores!"

Al escucharlo Rin soltó una risita recordando que Sesshoumaru la llamaba de esa forma.
"Papá no soy tan pequeña...dime, por casualidad crees que me parezco a una gatita?"

Folken la tomó por la cara con ambas manos, juntó sus frentes y se la quedó viendo intensamente. Sin duda con aquel color de ojos y el contraste de su cabello negro y su tez blanca, su hija mayor era como una gatita. Se preguntó porque o por quien Rin le preguntaba eso.

"Si Angel eres una gatita preciosa, pero porque me lo preguntas?"
"...mmm! no por nada. Nos vemos el viernes ok?!"
"Ok...ah y saluda al Grandulón de mi parte!"

Se despidieron con un beso y un abrazo. Acordaron que Koro pasaría por ellos el viernes a las 8.30 p.m. Rin se fue a clases súper animada y al mismo tiempo refunfuñando mentalmente porque Sesshoumaru tenía razón y si se parecía a una gatita.