EL PLAN

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Era casi hora de almorzar y las dos amigas estaban sentadas a la orilla de la piscina con los pies en el agua refrescándose. Sesshoumaru nadó hacia ellas y se detuvo junto a Rin. Inuyasha tomó a Kagome por la cintura y la atrajo hacia el agua dándole un beso.

"Y no vas a entrar al agua?"
"Solo si prometes no ahogarme"
"Lo pensar"
"Tonto!"

Sesshoumaru trataba de resistirse al placer de la compañía de Rin, solo tenían dos semanas de conocerse y era como si ella fuera una droga que se le metía por los poros, transformándolo en alguien diferente. Un hombre que iba de compras con su roommate sin protestar, ayudaba con la limpieza y disfrutaba de un día de descanso con su hermano menor.

"Doctor"
"Dime"
"Tienes planes para la tarde?"
"No porque?"
"Ah que bien, entonces vamos al cine después de almorzar, es que no quiero ir sola con ellos dos"
"Que película vamos a ver?"
"Una de miedo!"
"Por tu cara deduzco que eres una gatita miedosa o me equivoco?!"

Sesshoumaru la tomaba por el tobillo mientras se burlaba. La mano de su compañero se sentía firme, los estilizados dedos cerrándose sobre su piel con suavidad eran reconfortantes. Ante la insistencia por llamarla gatita, Rin le torció los ojos a su roommate fingiendo estar molesta.

"Si me da miedo y tu eres un necio que fascinación con decirme gatita!"
"Ha! Tu fuiste la que empezaste...Sabes el cine suena bien hace mucho que no voy...no tienes calor?"

Sesshoumaru le sonreía con una expresión de triunfo, se concentró en Inuyasha un instante para que ella no viera que la estaba admirando y que aún la sujetaba por el tobillo.

"Tienes razón no quiero sudar demasiado, me ayudas?"

Rin extendió ambos brazos, Sesshoumaru la tomó por la cintura y ella se dejó caer, al sacar la cabeza del agua sonreía feliz. Estuvieron cerca uno del otro disfrutando del sol y la frescura del agua mientras era la hora de almorzar.

...

El restaurante estaba lleno de gente por lo que decidieron aprovechar que el día seguía soleado para almorzar en la terraza. Había disfrutado tanto con ella en la piscina que sin darse cuenta contemplaba el movimiento de sus labios al hablar y sonreír agradeciendo que Rin no lo notaba.
Aunque estaban sentados a la par, Kagome atraía toda su atención comentándole cosas de la universidad. Después que les trajeran la comida, Inuyasha se puso a contarles anécdotas de su infancia, que divertían muchísimo a las dos mujeres que reían sin parar.

"Porque sólo cuentas cosas ridículas sobre mí tu eras un enano necio?"
"Ah no sé, es más divertido, además yo era adorable!"
"Sigue soñando!"
"Eras un niño muy divertido lástima que ahora eres un feo!"
"Dr. Feo...y todavía soy divertido...gatita!"
"No voy a lograr que dejes de decirme así, verdad que no?"
"No!"
"Mmm!"

Kagome no pudo evitar la sonrisa al ver que mas que odiarlo Rin disfrutaba del tierno sobrenombre. El almuerzo transcurrió entre relatos de la infancia y conversación ligera.
Por primera vez en mucho tiempo Sesshoumaru se sentía feliz y relajado. Se daba cuenta que la decisión de regresar a su país natal para terminar sus estudios, había sido la correcta. Estaba en contacto con la única familia que tenía y como un bono de felicidad había encontrado a Rin.
Sesshoumaru siguió comiendo con una sensación de bienestar en todo el cuerpo. Después del almuerzo fueron a sentarse al lobby del club esperando que fuera la hora de irse, pronto su hermano estaba de pie frente a ellos con Kagome tomada de la mano.

"Ya vámonos no quiero llegar tarde"
"Hai"

Al llegar al cine Rin se mantenía cerca de Sesshoumaru, tan cerca que el aroma de su perfume era una agradable distracción, al notar que él la observaba Rin solo le dedicaba una inocente sonrisa sin siquiera imaginar lo que su compañero pensaba de ella.
El cine estaba atiborrado de gente lo que hacía difícil el paso hacia la venta de golosinas. Motivado por una sensación extraña, que le decía que si se descuidaba perdería a Rin de vista, Sesshoumaru alargó la mano y la tomó por la muñeca murmurando un 'no te separes'. Cautivada por la actitud de su roommate Rin cerró la otra mano sobre el brazo que la sujetaba. Que se comportara tan protector era muy sugestivo porque la hacía sentir querida.
Al llegar a la venta de golosinas Sesshoumaru la soltó y le preguntó que quería comer. Le compró palomitas, una soda y caramelos. La ignoró cuando ella trató de pagar y tampoco la dejó llevar sus cosas; solo le entregó la bolsa de caramelos y se dirigió a la sala de cine con la bandeja en la mano. Rin lo seguía en silencio con una sonrisa.
Dentro del cine se sentaron Kagome y Rin en el centro con los hermanos uno a cada lado. Una vez que empezó la película Rin era como una estatua, se llevaba las palomitas a la boca casi sin respirar cerrando los ojos de vez en cuando con cara de susto. El doctor suspiró profundamente y en silencio cuando presa del miedo y sin darse cuenta que lo estaba haciendo, Rin se aferró a él, escondiendo la cabeza en su brazo.

"Asustada pequeña?"
"a-ja!...creo que voy a tener pesadillas...ay disculpa te estoy arrugando la ropa!" – Cuando ella se separó Sesshoumaru sintió que su estómago se agujereaba y con un susurro le dijo que no le importaba. Rin le sonrió y dejó su mano sobre él.

Sesshoumaru pasó el resto de la película mirando furtivamente a Rin. Era tan distinta de todas sus amistades, a su novia a cualquier mujer que hubiera conocido, su personalidad efervescente y agradable era muy refrescante. Y eso sin contar que le resultaba imposible podía ignorar la atracción física que sentía por ella.
Disfrutaría de su compañía como un regalo inesperado pero no cedería a la atracción física, él había tomado una decisión y mantendría su palabra para con Susan. Cuando Inuyasha los dejó en el apartamento estaba feliz, había sido día perfecto en compañía de una mujer interesante y prohibida que dormía en el cuarto de al lado.

NECESITO UN DOCTORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora