Rin supo que era de mañana porque sentía la claridad del día en su rostro, lo que la hacía sonreír era que la estaba despertando con delicados y sugestivos besos en la nuca. Sesshoumaru le pasaba la mano por la espalda mientras la besaba y mordisqueaba, diciéndole gatita preciosa. El recuerdo de la noche anterior, estaba grabado con fuego y las palabras de amor que se habían dicho, parecían un disco rallado en su mente.
Parecía un sueño finalmente estuvieran juntos, que tuvieran la libertad para amarse como parecía ser su destino. Con la cabeza apoyada sobre en el pecho de Sesshoumaru, para poder escuchar los latidos de su corazón, el doctor le preguntó por que sonreía.
"Cómo sabes que estoy sonriendo Doctor?"
"Puedo sentirlo!"
"Jajaja es que tu me haces feliz!"
"Igual tú pequeña!. Ya me perdonaste por no decirte antes que era un hombre soltero?"
"Eres un malvado y además eres muy fuerte, mientras yo me moría de nervios y amor, tu estabas gozando!"Sesshoumaru no pudo hacer otra cosa que reírse a todo pulmón, la forma trágica e infantil de poner las cosas, lo enternecía y era una de las cualidades que le gustaba de su pequeña. Verlo reírse tan sinceramente le quitó el aliento por un instante, porque se sentía afortunada que le mostrara aquella faceta tan jovial.
Sin embargo, cuando los minutos pasaron y el doctor siguió riéndose, Rin torció la boca y sentándose sobre él, empezó a hacerle cosquillas, exigiéndole que no se burlara de ella.
"Ya doctor deja de burlarte!"
Con un movimiento la hizo girar, quedando debajo de él, sujetándola con las rodillas, la mantuvo quieta para hacerle cosquillas. Ambos estaban desnudos y todas las sábanas de la cama estaban en el suelo. Eran una pareja hermosa que irradiaba amor y felicidad. En medio de las risas, Rin le suplicó que se detuviera.
"Me rindo por favor, no se vale tú eres mas fuerte y grande que yo!"
"Eres tan linda Rin!"
"Gracias!"La gatita se acurrucó a Sesshoumaru y dejó que la acariciara suavemente, recorriendo sus curvas con la punta de los dedos, mientras pensaba en lo feliz que se iba a poner Kagome. De pronto, el recuerdo de Susan la hizo dar un suspiro que alertó al Grandulón y buscando sus ojos, le preguntó si todo estaba bien.
"Cuéntame como fue que terminaron tu y Susan!"
"Mas bien fue ella la que terminó. Conoció a un hombre, Mathew. Dice que es como tu, siempre con una sonrisa y de personalidad divertida...ella sabía que yo estaba enamorado...!"Un poco insegura, Rin le preguntó si no estaba arrepentido de romper su compromiso, porque sabía que le gustaban las mujeres rubias. Conmovido, tomó su rostro con ambas manos y le dio un beso por de mas tierno, atrayéndola mas hacia él en un abrazo posesivo y electrizante.
"Quiero estar contigo, te amo como a nadie...ahora no pienses tonterías y dime, quieres desayunar?"
"Siiii"Sesshoumaru tomó el teléfono y pidió servicio a la habitación, una que vez que colgó, se acurrucó con Rin bajo las sábanas, jugueteando y besándose. El jueguito se hizo tan intenso, que sus cuerpos volvieron a unirse en una entrega de amor y pasión matutina. El doctor estaba ensimismado besando a Rin, cuando llamaron a la puerta con el desayuno. Como un resorte, Rin se levantó de la cama dispuesta a abrir la puerta. Sesshoumaru la sujetó por la cintura, la acostó de nuevo en la cama y luego la besó, mientras su mano se movía en círculos sobre su vientre. La gatita se revolvió feliz bajo sus caricias y se aferró a su amante por el cuello.
"Se puede saber adonde crees que vas?"
"Tengo hambre!"
"Yo me ocuparé de eso pequeña!"
"Como tu digas Grandulón!"Rin se acomodó bajo la sábana a esperar que llegara la comida. Sesshoumaru se puso el pantalón de seda negra de su pijama que estaba en el closet, y salió de la habitación. Un par de minutos mas tarde, regresó con una bandeja. Sentándose junto a ella, puso la bandeja en la cama y juntos disfrutaron del desayuno. Después de comer, se volvieron acostar sin mostrar la mínima intención de abandonar la cama.
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NECESITO UN DOCTOR
FanfictionUn guapo chico llegará a estudiar medicina, pero nunca se espero encontrar en el mismo lugar a una mujer que pondría de cabeza su vida...