NECESITO UN DOCTOR

DISTANCIADOS

Al levantarse Sesshoumaru se encontró con Susan en la cocina, vestida bañada y tomando un vaso de jugo de naranja. Aún somnoliento, el doctor desvió la vista hacia la mesa del comedor, no había flores en la mesa ni olor a huevos, jamón, ni siquiera té, este era el primer domingo que no disfrutaría del desayuno preparado por su chef favorita.
Dándole un beso fugaz en los labios Susan le preguntó si quería algo de comer a lo que él lacónicamente respondió que no y solo se sirvió un poco de jugo. Mientras tomaba su bebida, Susan empezó a hablar de todo casi al mismo tiempo, la boda, el trabajo y hasta inició un interrogatorio sobre como se estaba desempeñando Inuyasha en el empresa.
Mientras escuchaba a Susan, en el fondo de sus pensamientos escuchaba una vocecita que le repetía una y otra vez que Susan era aburrida y Rin no.
Fue tal la insistencia de la voz, que no Sesshoumaru no tuvo más remedio que prestarle toda su atención y conversar con su molesta voz interior con la esperanza de aplacar la retahíla de comparación entre Rin y Susan, que lo estaba volviendo loco.

"Oye tú no me ignores soy tu voz interior, algo así como tu conciencia"
"Que demonios quieres?"
"Esta mujer se va callar alguna vez?...es aburridísima!"
"Hace mucho que no la veo, supongo que tiene mucho que decir!"
"Pero tiene que ser todo al mismo tiempo?"
"No sé!"
"Te felicito por romperle la nariz al desgraciado ese, defenderla es tu trabajo no le hagas caso a la rubia parlanchina!"
"No le digas así. Es mi futura esposa!"
"Por desgracia...pero aún falta mucho para eso. Casualmente sobre eso, deberías considerar otra opción para nuestra felicidad...Rin por ejemplo, ella siempre está cerca abrazándonos o sonriendo y hoy nos hubiera hecho un rico desayuno"
"Desayuno rico si...sin embargo...el compromiso con Susan es definitivo...hablas disparates"
"Si como sea...piénsalo Rin es más hermosa que esta barbie que habla, además tiene esos ojos tan preciosos y profundos, te podrías ahogar en esos ojos verdes y cálidos. Además es linda por dentro no como la srta. Calculadora aquí presente..."
"Susan además de hermosa tiene otras cualidades admito que es un poco..."
"Interesada y mandona?"
"No...iba a decir que no se deja llevar por sus emociones tan fácilmente..."
"Esas son un montón de palabras bonitas para decir que es una mujer fría, sigamos con Rin, linda, inteligente, cariñosa y ni hablar de esas curvas...son peligrosísimas...esa gatita tiene un cuerpo de locura, todo jugoso, firme y suavecito..."
"Te quieres callar? Susan está hablando tengo que prestar atención!"

"Few! Hazlo tú, yo voy a pensar en la gatita!"
"Te lo prohíbo!"
"Jajaja te distrae verdad? El recuerdo de esa pequeña completamente desnuda recién bañada...se veía hermosa y era mejor que en tus sueños"
"Maldición cállate de una buena vez!"
"Quisiera verte intentarlo..."

Sesshoumaru terminó su conversación imaginaria con su voz interior cuando Susan lo tocó en el hombro para que le respondiera. Al ver a su prometida a los ojos, el doctor se sintió incómodo y Susan lo miró extrañada.

"Pero que te sucede darling? Estás muy raro!"
"Raro? Te estaba escuchando!"
"Te noto cambiado, parece que te ha afectado vivir todo este tiempo sin mí!"

El Grandulón le lanzó una mirada agria que ella no logró ver porque había entrado al baño. Cuando salió él puso cara de felicidad y recibió con agrado la sugerencia de Susan de salir a pasear. Aquel apartamento era un constante recordatorio de su gatita chef. Tomando sus anteojos oscuros y billetera, Sesshoumaru le preguntó a donde quería ir primero.

"Adonde quieres ir?"
"Escoge tu darling, puede ser un mall, quiero comprar algunos regalos!"
"Claro!"

(Me ha afectado vivir sin ella? Pero que le pasa? Odio cuando adopta esa actitud tan dominante, ni que fuera mi mamá!)

Fue una tarde apacible en donde la vocecita cumplió su promesa de pensar en Rin a cada minuto. Cuando Susan retomó el tema de Inuyasha, Sesshoumaru llegó al límite de su paciencia.