MONSTRUO

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Rin estaba ensimismada pensando en como sería estar nuevamente en Japón con su padre y aún más lejos de Kai, se distrajo para escuchar la llamada de abordaje para su vuelo. Como ya había chequeado todo su equipaje, tomó su bolso y se incorporó, al hacerlo se topó de frente con la persona que estaba junto a ella y vió con horror como el café se derramaba sobre su traje que era de un blanco inmaculado.

Sin siquiera mirarlo, soltó las cosas que llevaba en la mano mientras un chillido histérico dibujaban una mueca en el rostro masculino, que se quedó viéndola mientras recogía su cartera y una pequeña bolsa de compras. La escuchó renegar algo sobre 'lo mato si se rompió el perfume', al oírla no pudo evitar sonreír de medio lado burlándose. No emitió ningún sonido hasta que Rin lo miró con cara de furia.

"Ahhhh! Tenga más cuidado!"
"Como dice? Si usted se hubiera fijado al levantarse, no me hubiera votado MI café! la que debería tener más cuidado es usted!"
"QUEE? Arruinó mi traje grosero mal educado!"
"Ese no es mi problema!"
"GRRR! Pero quien se ha creído?"
"Yo no soy el torpe que no se fija!"
"Perdón me llamó torpe?"
"Es la verdad!"
"Grrr! Porque no busca una pala y se entierra? Grandulón mal educado!""
"ahh?..."

El se quedó viéndola otra vez con la sonrisa burlona y el ceño fruncido, Rin ni siquiera lo determinaba tratando desesperada de limpiar la mancha, estaba roja hasta las orejas, y seguía mascullando lo que adivinaba era todo su repertorio de insultos.
Al escuchar la llamada para el vuelo por segunda vez, Rin se irguió tomó sus cosas y se salió disparada hacia la sala de abordaje, dejando al hombre con la palabra en la boca y las palabras 'grandulón mal educado' resonando en sus oídos. Cuando llegó a su puerta y entregó el tiquete de abordaje la aeromoza miró a Rin de reojo y le sonrió amablemente.

"Se ve horrible no es así? Es que un bruto me hecho un café encima!"
"Lo lamento su traje era muy bonito!"
"Bueno ni modo ya se echó a perder!"
"Que disfrute su vuelo!"
"Gracias!" - Rin siguió por el pasillo refunfuñando mentalmente porque aquel grandulón grosero y mal educado le había dicho torpe.

Rin adoraba viajar, le emocionaba la idea de los aviones y más que todo el excelente servicio que primera clase le daba haciéndola sentir como una reina, era lo que Kai llamaba consentimiento sin límites.

"Este es su lugar señorita, se le ofrece algo de tomar?"
"Gracias una copa de vino blanco...disculpe no tendrá usted por ahí una camisa limpia o si?" - Rin le sonrió a la aeromoza que la miraba divertida.
"Veré que puedo hacer!"

Sentada con los ojos cerrados no se dió cuenta que el 'bruto' estaba dos puestos más atrás de ella, se había ido tan rápido que no se percato que iban en el mismo vuelo. El hombre la miró con una mueca arrogante en los labios repasando una vez más la forma de llamarlo grandulón y la cantidad de rabia lanzada a su persona con tan solo una mirada. Sonrió burlonamente y se sentó en su lugar listo para hablar con la aeromoza junto a él.
Por el pasillo la aeromoza traía una bolsa de regalo con una gran sonrisa. Rin no se dio cuenta que la mujer estaba a su lado hasta que ella le habló.

"Señorita creo que esto le puede quedar bien!"
"Ah? como dice? Pero como lo consiguió?"
"Por favor pruébesela, es que usualmente los pasajeros dejan olvidadas algunas cosas!"
"En serio? Pero que bien, gracias se lo agradezco muchísimo!"

Rin saco la camisa de la bolsa y la estudió unos segundos, era una camisa azul marino muy fina, se quedó un momento sentada mientras la mujer se alejaba con una expresión de satisfacción en el rostro. Se levantó y se dirigió al baño, sin percatarse que una mirada ámbar la seguía muy de cerca.

Al salir del avión encontró al chofer de su padre, Koro la conocía desde pequeña ya que tenía más de 10 años con ellos, apreciaba mucho a la joven mujer que se acercaba a él con una gran sonrisa. Lucía tan bella como siempre, pelo azabache por debajo de los hombros, ojos verdes, piel blanca, alta y delgada. Koro pensó que era la viva imagen de su madre.
Cuando Rin le preguntó como estaba todo Koro le recitó todo los pormenores de la mudanza. A la mitad de la conversación Rin le recordó que de ahora en adelante usaría el apellido de soltera de su madre, el hombre hizo como que no la escuchaba y siguió hablando. Detrás de él Rin le torció los ojos, el apellido de su madre le parecía una buena alternativa para poder vivir en el apartamento para estudiantes de medicina sin que nadie pensara mal de su padre por usar sus influencias.

Sin embargo tanto su padre, Koro y Deborah pensaban que era una medida innecesaria a sabiendas que la joven le estaba haciendo muecas a sus espaldas Koro se volteó feliz para enfrascarse por enésima vez en su acostumbrada discusión. Aquella joven mujer era como su hija y a Koro disfrutaba mucho poder pelear con ella.

"Es que no veo porque la niña debe esconder que es la hija del Dr. usted estudia historia no medicina!"
"Ay otra vez con eso...recuerda que voy a vivir en un apto para estudiantes de medicina, no quiero que empiecen los rumores que el Dr. Ikegami tiene favoritismos!"
"Pero Rin...eres su hija por supuesto que te prefiere...!"
"mmm! Y que pasa si empiezan a decir cosas de mi papá!"
"Ay que digan lo que les de la gana pero que niña tan terca!"
"Humph!"
"Como que humph? Mas respeto jovencita"
"Hai Koro-sama"

Koro se quedó viéndola un momento, no había duda que Rin era igual que su madre, sus mismos ojos, cabello y sonrisa, pero sobre todo era igual de amorosa y despistada que Milerna. Al verla un lo invadió un sentimiento de melancolía y sin pensarlo abrazó a la niña que se perdió bajo los fuertes brazos.
La soltó dos minutos más tarde dándole un beso en la frente. Rin no supo que decir, con una mirada emocionada buscó una respuesta al repentino abrazo, pero él solo le respondió que estaba feliz de verla y que se parecía a su madre. Rin se emocionó se sentía muy bien cuando le decían que se parecía a su madre, era como tenerla otra vez cerca.
Cuando Rin le entregó sus cosas Koro frunció el ceño al ver la mancha del saco, advirtiendo la inminente pregunta Rin se apresuró a contestarle.

"Es que me topé con un cavernícola en el aeropuerto, era un completo bruto!"
"Sooka, entonces vamos su padre la espera!"
"Si vamos tengo muchos deseos de ver a mi papá!


NECESITO UN DOCTORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora