ALMUERZO CON EL GRAN GATO

912 100 7
                                    

Almuerzo..

Rin se había levantado muy temprano y estaba preparando un desayuno ligero. Llevaba un vestido agradablemente corto, sin mangas y con unos tirantes muy delgados que difícilmente cubrían el tatuaje en su espalda. Al verlo de pie todavía sin bañar Rin le dio los buenos días y le dijo que se apurara con una gran sonrisa y era obvio lo feliz que estaba.
"Doctor apúrate quiero que nademos un rato antes de almorzar!"
"Nadar?"
"Si en la piscina de la casa...apúrate!"
"Ok, ok estaré listo en veinte minutos!"
"Mas te vale porque tu hermano y Kagome estarán aquí en cualquier momento!"

Sesshoumaru giró sobre sus talones y se metió al baño contagiado por la felicidad de su pequeña. Mientras se bañaba trataba de hacerse una imagen de cómo sería el padre de Rin y su madrastra. Folken Ikegami era un profesor excelente y muy accesible, Sesshoumaru sospechaba que gran parte del carácter liviano y jovial de la gatita, era herencia paterna. Le daba mucha curiosidad que Rin hubiera mencionado que Deborah estaba empeñada en conocerlo, le emocionaba pensar en que era exactamente lo que su gatita decía de él con su familia.
Cuando estaba terminando de vestirse, escuchó el timbre y se apuró a abotonar su camisa y salir de su cuarto, para ver a su hermano y a Kagome. Aparentó indiferencia cuando escuchó a las amigas comentar sobre la noche que Rin había tenido. Las palabras delicioso, beso y tierno eran como alfileres que se le clavaban en los ojos. Al escuchar las risas Inuyasha se concentró en ellas
"Que es tan gracioso?"
"Nada, lo que pasa es que Rin tuvo una cita anoche!"
"Y?"

Rin se rió como para sí misma y le hizo un ademán a Kagome para que no dijera nada más.
"Shh! A Inu no le interesa nada que no seas tú, no lo aburras con mis cosas!"

Inuyasha frunció el ceño al escuchar a Rin, su novia era su prioridad, eso era verdad; pero una de las cosas que hacía feliz a Kagome era la amistad con Rin.
"Pero Rin tu también eres mi amiga!...me haces parecer como un bestia!"
"Jeje gomen! No eres un bestia...sabes que? Me siento muy halagada de tener gente que se preocupe por mí!"

Kagome parpadeó sorprendida pero no pronunció palabra al ver la mirada que Rin y Sesshoumaru intercambiaban, dando rienda suelta a sus ideas de que ellos harían un linda pareja.
Rin recogió los platos, los lavó rápidamente y todos salieron rumbo a lo que sería un domingo inolvidable. Sesshoumaru se sentía nervioso de conocer al honorable y brillante doctor Ikegami.
Mientras iban en el automóvil Rin miró a Sesshoumaru de medio lado, su atuendo era impecable y eso la puso feliz, porque era claro que quería dar una buena impresión a su familia.
(Mi papi y Deborah se van a dar cuenta que yo tengo razón el doctor es único y especial...)
Cuando abrieron la puerta Sesshoumaru vio a su profesor recibirlos con una gran sonrisa; junto a é una mujer muy bonita posó la mirada en él. Rin se apresuró con las presentaciones, Deborah le sonreía mientras lo escudriñaba con sus ojos castaños, era como si tratara de descifrarlo.
Una vez dentro de la casa, Sesshoumaru pudo admirar la belleza del lugar. La casa era amplia y estaba decorada con un gusto impecable estaba absorto viendo varias pinturas cuando Rin lo jaló de la mano.

"Ven después te hago el tour ahora a la piscina!"
"Mejor no, es que no tengo ganas!"
"Ah? Porque no?"
"Rin!"
"Que, no entiendo?"

Koro estaba muy cerca de ahí y llamó a Rin, cuando ella se acercó el mayordomo le dijo algo que él no alcanzó a escuchar debido a la distancia y el suave tono. Sin embargo aquellas palabras lograron apaciguar los deseos de Rin de arrastrarlo a la piscina.
"Doctor quieres que veamos la casa ahora?"

Sesshoumaru miró a Koro que se alejaba en silencio y un poco extrañado de que la gatita no insistiera, le dijo que si al la idea de conocer la casa. Fue un tour lleno de anécdotas de su infancia y recuerdos felices, aunque Sesshoumaru suponía que los tristes eran omitidos a propósito.
Una vez que habían recorrido la casa, Rin le preguntó si quería sentarse al borde de la piscina mientras ella y Kagome nadaban un rato. Al llegar a la piscina no había nadie más que Inuyasha y Kagome y eso logró relajarlo.
"Si tienes sed allá hay refrescos, iré a cambiarme

NECESITO UN DOCTORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora