Descansa en Paz

Capítulo 08 ~ La vida de Li Xiao Lang - Parte II

Habían pasado un par de días, desde el accidente de Xiu Mei en las afueras del restaurante donde había quedado con Shaoran. El conductor que se encontraba manejando el auto involucrado, había sufrido un paro cardíaco, esa fue la explicación a lo sucedido que dieron los médicos.

Y el estado de Xiu Mei no era favorable ya que había perdido la movilidad de sus piernas y se encontraba con contusiones en su cuerpo. Y Shaoran estaba deprimido, pero a pesar de eso todos los días acompañaba a su novia en el hospital. Pensaba que su mala suerte había excedido el límite de las desgracias que lo acompañaban a diario.

Cuando le dieron el alta a la joven fue un gran día para la familia Wu —apellido de Xiu Mei— y para Shaoran por supuesto. Pensaba en como alegrar los días de ella para que se sintiera apoyada y que en ningún momento decayera debido a su estado. Los doctores le dijeron que podría seguir con su vida normalmente, pero con fuerza de voluntad podría recuperar la movilidad de sus piernas, con tratamientos adecuados.

Xiu Mei se había encerrado en una depresión difícil de romper. Ni sus padres podían hacerla volver a sonreír y que decir de Shaoran, cada vez que él se acercaba a ella, el frío cortante de la indiferencia era la única respuesta que recibía.

Él sabía que era un proceso que debían enfrentar los dos, buscaba las formas más adecuadas de acercarse, pero no había caso. Xiu Mei no estaba asistiendo a los tratamientos para recuperar la movilidad de sus piernas y tampoco salía de su habitación. Sus padres comentaban que todas las noches la escuchaban llorar.

―No puedes seguir así —Shaoran estaba sentado justo al lado de ella intentando que comiera algo por lo menos—. Entiendo lo frustrada que estás, pero estoy aquí contigo y juntos vamos a salir adelante.

Xiu Mei le dirigió una fría mirada a Shaoran.

―¿Qué haces acá Xiao Lang? Estas perdiendo el tiempo con una inválida como yo.

―Voy a estar contigo quieras o no Xiu Mei. ¡Te amo! Quiero estar acá y ser tu apoyo, no te voy a dejar sola.

―Nada de esto hubiese pasado...

―Aunque me eches la culpa de esto, no me voy a apartar de ti. Haré que te levantes de esa silla y vuelvas a caminar. Así sea llevándote a la rastra a tus terapias...

―¡Que no me interesa! —expresó con rabia botando la bandeja de comida que estaba delante de ella— ¡Vete a la mierda Xiao Lang! ¡Déjame sola!

Shaoran veía como las lágrimas corrían por el rostro de ella, pero optó por dejarla sola y se retiró de la habitación. Una vez fuera se apoyó en la pared para poder expulsar su frustración. ¿Qué fue de la chica tan amorosa y optimista que conoció tiempo atrás?

El tiempo pasaba, la actitud de ella hacia el joven Li seguía igual. Los padres de la chica razonaban con Shaoran para que le diera tiempo y que tuviera paciencia. Que a pesar de todo, de a poco ha estado alimentándose mejor y saliendo de su habitación, aunque aún estaba reticente a asistir a las terapias.

Un día cualquiera, Shaoran como de costumbre fue a visitar a la muchacha, decidido como siempre a lograr algún cambio en ella. Grande fue su sorpresa cuando los mismos padres de Xiu Mei lo recibieron con algo de tristeza.

―¿Qué sucede? —preguntó temeroso.

―Lamentamos no habértelo dicho antes, pero nos pidió irse del país.

―¿Dónde? —los padres de Xiu Mei se miraron antes de darle una respuesta.

―A Inglaterra.