Capítulo 14 ~ Dejando las cosas en claro

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Shaoran

El viaje a Hong Kong lo tenía presupuestado desde el momento en que aclaró las cosas con el chofer de la madre de Sakura. Y él necesitaba con urgencia contarle lo sucedido a Ieran, al fin y al cabo era su confidente y todo era absolutamente basado en Hien Li. Y aunque con la llamada de Meiling y sabiendo que Xiu Mei se encontraba en China, dudó por unos momentos si era necesario hacer ese viaje o no, porque en el fondo tenía miedo de volver a verla. Y fue que estando frente a su computador, a punto de comprar pasaje a China, ver como sus manos temblaban y sudaban, es que decidió posponerlo. Prefería no volver.

Dentro de todo eso optó por llamar a su madre y disculparse de no ir. Inventó la excusa de tener trabajo pendiente en el pub con Igarashi, porque además estaba buscando un nuevo evento especial para atraer más gente. Una mentira casi verdad en efecto.

También le avisó a Meiling de su decisión y ella por supuesto que furiosa volvió a gritarle un par de improperios a su primo, aun así le dijo que iría a Japón, que esperaba que el trato siguiera en pie.

Como sea, los días pasaron rápidamente para Li. Enfocado en el trabajo del pub, iba todos los días en la tarde a revisar los números de la noche anterior. Las ganancias estaban bien, puesto que los ingresos eran mayores a los gastos que hacían. Y la idea de seguir innovando le parecía excelente. No era necesario ser administrador ni nada para saber que Igarashi tenía ideas claras en su negocio y que todo está totalmente al día. Le gustaba trabajar con el chico, y esa era una de las ventajas de ser freelance, que el administraba su tiempo en la labor. Podía trabajar en el pub, desde su casa o incluso desde China. A Igarashi no le molestaba eso en lo absoluto, ya decía él que a cualquier persona le gustaría disponer de esas condiciones para laborar. Lamentablemente no todos los trabajos tenían esa facilidad.

Junio llegaba con su mejor cara. Y Shaoran estaba desconectado de todo. Con suerte recibía mensajes y llamados de su madre. Se enfrascó demasiado en el vaivén de su casa al trabajo y viceversa. Y es que quería evitar a toda costa llamar o saber algo de Sakura además, no por molestia, sino más bien que por nerviosismo y vergüenza. Había noches en que tomaba su teléfono con sus manos temblorosas con un extraño dolor en su estómago, con deseos de escribirle, pero no podía, nunca lo podía concretar. Y sólo se quedaba observando el aparato en absoluto silencio.

No había hablado de aquello ni con su madre ni con Meiling, seguramente esta última le pediría más de una explicación, porque a pesar de ser su prima y su confidente, era algo celosa con quien se le acercara a su primo, incluso con Xiu Mei había sido igual, pero con el tiempo ella había reconocido que la muchacha era una buena chica. Sólo que con lo del accidente y las sorpresas que vinieron después de eso, se llevó una gran desilusión. Aunque a veces pensaba que lo hacía sólo para alejar a su primo de ella y de los problemas que acarreaba la muchacha.

Como sea, no había necesidad de hablar de esa noche ni las anteriores.

—¿O sí? —pensó en voz alta Shaoran.

Seguía sentado a la orilla de su cama esa noche, con todas las luces apagadas. Sólo las luces de afuera iluminaban su habitación. Todo era absoluto silencio así quizás lograría comprender qué estaba pasando. Comenzó nuevamente a recordar a la chica de ojos verdes. Extrañamente sentía una opresión en el pecho y dudaba si se trataba de algo más, pero estaba comenzando a echarla de menos.

—¿Acaso... me gusta? —miraba hacia todos lados buscando una respuesta que nadie allí le daría. Las cosas de la casa no hablaban lamentablemente.

Se paró nervioso ante su propia pregunta. Y fue a dar directamente con las llaves de la casa. Observó su balón de basketball que hace varias semanas no tomaba en cuenta y decidió salir a jugar con la excusa de sentirse ya ahogado con sus propias reflexiones. Antes de partir observó por milésima vez su celular, cerró los ojos y salió de casa dejando aquello en su lugar.

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